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«Antes la salvación que la cantera»

«Antes la salvación que la cantera»

Miguel Ángel Ramírez sale al paso tras la controversia generada por la alineación titular ante el Málaga

Jueves, 1 de enero 1970

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Se puede decir más alto, pero no más claro. «Estamos en un proyecto de salvación. La permanencia está ahora por encima de todo y, también, por encima de la cantera. El proyecto de cantera queda, temporalmente, suspendido en favor del gran objetivo que perseguimos todos: seguir en Primera». Son palabras de Miguel Ángel Ramírez, presidente de la UD Las Palmas.

El once titular que presentó la UD el lunes ante el Málaga, y en el que únicamente Jonathan Viera procedía del vivero propio, ha abierto un debate acerca de la vigencia de la competencia y promoción de los jugadores acunados en la casa. Ha sido, hasta la fecha, la única vez en la que se ha registrado este porcentaje mínimo de representatividad en la formación en esta campaña (el encuentro de Liga ante el Valencia de la segunda vuelta, con tres, marcaba el listón más bajo anteriormente), en la que, en determinados encuentros, se llegaron a juntar ocho (UD Las Palmas-Levante) y hasta nueve (en Copa, ante el Deportivo en Riazor) canteranos. La media, en todo caso, siempre osciló en cinco.

Ramírez recuerda que «desde hace trece años», coincidiendo con su llegada a la presidencia, «el club no ha dejado de invertir en la base», ponderando que, en la actualidad, «está en construcción la Ciudad Deportiva de Barranco Seco como ejemplo más ilustrativo» de esa política. «Subimos de Segunda B a Segunda con la cantera e hicimos lo propio cuando regresamos a Primera. Y durante las dos primeras temporadas mantuvimos la apuesta decidida por nuestros jugadores. Incluso Viera y Vitolo han llegado a ser internacionales absolutos con España. Dudar de este sello identificativo nuestro no tiene sentido. Ahí están los hechos», recalca.

Ahora bien, opina que en la situación clasificatoria actual, «se ha de privilegiar la salvación» y, para lograr este reto, «se hará lo que haga falta, respetando de manera absoluta las decisiones del entrenador».

«Hemos acudido al mercado invernal buscando fuera lo que no teníamos aquí y confiamos en que los nuevos futbolistas nos den el rendimiento óptimo que permita al equipo sumar los puntos necesarios para no bajar. Nos da igual quien juegue o deje de hacerlo si, al final, la UD, que es lo que está por encima de todo, gana. Ya habrá tiempo de volver a potenciar nuestro proyecto de cantera en el que, repito, seguimos invirtiendo medios e ilusiones. Pero ahora manda el calendario. Todos nuestros aficionados firmarían ganar los próximos partidos aunque sea casi sin canteranos, como aconteció ante el Málaga», añade.

En la UD miran alrededor y constatan que clubes tradicionalmente señalados por su excelencia con los jugadores de la tierra también han reducido drásticamente el número de los mismos (el Barcelona, en el derbi ante el Espanyol, alineó a Piqué y Busquets como únicos catalanes en el once) o, bien, se gastan fortunas en miembros de clubes vecinos, caso del Athletic de Bilbao con Íñigo Martínez, comprado por 32 millones desde la Real Sociedad. Por ello piden que «no se haga demagogia».

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