Nadal no es de esta tierra

Y es que Nadal y Roland Garros han formado un binomio inquebrantable que pasará a los anales de la historia del deporte. Un idilio sin parangón ni precedentes en el mundo del tenis. El balear ha impuesto una hegemonía arrolladora en el torneo que otorga la Copa de los Mosqueteros, esa que ha levantado en 14 ocasiones y que solo ha vivido tres derrotas del español en la arcilla de la Phillipe Chatrier en dos décadas.

Nadal ha disputado 18 ediciones de Roland Garros, y ha ganado 14. El dato relata una hazaña que roza la categoría de milagro, inalcanzable para el resto de tenistas y por lo que será recordado el balear, que más allá de haber sido junto a Novak Djokovic y Roger Federer miembro del 'Big Three' y haber estado peleando por la corona de mejor tenista de la historia, siempre será el rey de París.

La hegemonía tenística que más se aproxima a la de Nadal y Roland Garros es la de Djokovic con el Abierto de Australia. El serbio ha conquistado el título en el primer grande de la temporada en 10 ocasiones. Nadie es capaz de toser al de Belgrado en la Rod Laver Arena. Federer, por ejemplo, es el rey de Wimbledon con ocho triunfos. Sin embargo, el tándem entre el español y el torneo francés traspasa la barrera de la proeza. Es especial.

El manacorense siempre ha sido el claro favorito cuando se aproximaba la fecha de inicio de Roland Garros. La cuestión siempre era: ¿Quién puede impedir que Nadal se alce con otro título en París? Una pregunta que a posteriori sería muy acertada, pues en toda su carrera solo dos jugadores (Novak Djokovic y Robin Soderling) han sido capaces de apear a Nadal de su competición fetiche, esa que parecía hecha a medida para él.

Su primera coronación en París llegó en 2005, precisamente en su primera participación en Roland Garros, tras haberse perdido la edición de 2004 por una lesión en el escafoides. La primera lesión de una larga lista de infortunios físicos que han lastrado a Nadal durante toda su carrera y que, entre otras cosas, le han impedido aumentar aún más un palmarés brillante con 22 títulos de Grand Slam.

En ese debut, un imberbe Nadal de solo 18 años batió a Federer en semifinales, cuando el suizo era número uno del mundo, y superó en la final al argentino Mariano Puerta en cuatro mangas para levantar su primer grande y comenzar un idilio que años después se convertiría en historia del deporte.

Nadal ya había tirado la puerta abajo en el tenis y había demostrado que su romance con Roland Garros iba para largo. Ganó cuatro torneos en París de forma consecutiva en 2005, 2006, 2007 y 2008, hasta que en 2009 vivió seguramente su derrota más dura en la tierra batida de la Philipe Chatrier.

Fue en cuarta ronda ante el sueco Soderling. El espigado jugador escandinavo sorprendió al balear, que cayó en cuatro mangas, despidiéndose de París más pronto de lo habitual. Esa fue la primera derrota de Nadal en Roland Garros, y 14 años después, solo sufrió dos más. Un dato absolutamente demoledor e ilustrativo de lo que representa Nadal en el torneo francés.

De 2010 a 2014, Nadal consiguió su mejor racha en Roland Garros. Cinco títulos consecutivos para el español, que ya atesoraba nueve en su palmarés. En 2015 fue Djokovic el que logró la hazaña de vencer a Nadal en París. Fue en cuartos de final y el serbio, que perdió la final ante Stanislas Wawrinka, doblegó a Nadal en cuatro mangas para firmar la segunda derrota de Nadal en Roland Garros.

2016 fue el único año en el que Nadal se vio obligado a retirarse del torneo por una lesión en la muñeca antes de disputar la segunda ronda. Ya iban dos años seguidos sin coronarse en París, por lo que en 2017 Nadal llegó con ansias de recuperar su corona, y vaya sí lo hizo. Otros cuatro títulos consecutivos entre 2017 y 2020 para alcanzar la increíble cifra de 13 Roland Garros.

Sin embargo, en 2021, iba a ser de nuevo Djokovic el que cortara las alas de un Nadal casi imbatible. Fue en semifinales, con triunfo del serbio en cuatro sets y que significó la tercera y última derrota de Nadal en 17 ediciones de Roland Garros.

El de 2022 fue sin duda uno de sus torneos más especiales. Jugó con el pie dormido, prácticamente cojo, pero incluso visiblemente mermado logró conseguir su título número 14 barriendo en la final al noruego Casper Ruud, dejando para el recuerdo también su victoria en cuartos de final ante Djokovic, que llegaba con la vitola de máximo favorito al torneo por las continuas lesiones del balear. Con aquel triunfo, Nadal se convirtió en el jugador más veterano en ganar Roland Garros, con 36 años y tres días.

La grandeza de Rafa Nadal no se entiende sin Roland Garros, y viceversa. Cuando el balear pisa la Philipe Chatrier, una fuerza sobrenatural arrasa a cualquier rival que se interponga entre él y la mítica Copa de los Mosqueteros, esa que tiene repetida 14 veces en sus vitrinas. No tiene explicación, y eso lo hace aún más especial.