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Sarmiento: «Es imposible ponerle límites a Juan Espino»

Sarmiento: «Es imposible ponerle límites a Juan Espino»

Gabriel Sarmiento inició hace un año y tres meses el proyecto conjunto con el luchador grancanario para desembarcar en la UFC. Con un régimen de trabajo espartano e implacable, lo que parecía una utopía es hoy una reluciente realidad de impacto mundial. El reputado entrenador argentino añadió exigencia, modelo y sudor a un talento que ha hecho historia.

Óliver Suárez Armas y / Las Palmas de Gran Canaria

Jueves, 1 de enero 1970

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-¿Cómo está viviendo la resaca del éxito de Juan Espino con su incursión en la Ultimate Fighting Championship (UFC)?

-Con satisfacción, porque lo que ha hecho Juan es impresionante, pero, también, con serenidad, porque era algo que esperaba. Quince meses atrás arrancamos con una meta y por parte de Juan he encontrado disciplina, entrega, constancia y ambición. Yo le advertí, cuando me propuso intentar el salto a la UFC, que el camino iba a ser durísimo pero posible si daba todo lo que llevaba dentro. Lo ha dado y recoge el premio.

-Dice el gran protagonista que sin usted hubiese sido imposible...

-He formado un gran equipo de trabajo con Juan. Conectamos desde el primer momento. Es un gran campeón y a mí me gusta estar con gente así, que se deja el alma en cada entrenamiento, que quiere ganar siempre y antes de rendirse sería capaz de cualquier cosa. Hemos estado en Estocolmo pasando un frío de mil demonios en un campo de trabajo, aquí nos hemos pegado en sparrings con grandes figuras de ciento y pico kilos, hemos sufrido en silencio... Hemos vivido, en resumen, muchísimo juntos y siempre tirando para adelante. Lo mejor está por venir. Lo que hemos hecho ya queda atrás.

-Su pupilo ya rompió un listón inesperado, que nadie en España había conseguido, y dice que lo mejor está por venir...

-Es que yo no le pongo límites a Juan porque es imposible hacerlo. A los ojos de todo el mundo está lo que ya ha conseguido a lo largo de su carrera y en numerosas disciplinas. Y antes de pelear ante Justin Frazier le dije que era ganar o ganar, que no tendría sentido perder a estas alturas del camino...

-Presión máxima...

-Hablamos de un deportista excepcional y que siempre busca el máximo, la excelencia. A Juan nadie le va a conformar con menos. Quería estar en la UFC, que es un escenario para elegidos, para atletas únicos, y ya está ahí. Ahora querrá más y más. No va a parar. Él entendió el mensaje de la manera óptima y completó una pelea perfecta, que se ajustó a lo que esperábamos. Incluso se permitió derrotar a un tipo durísimo como Frazier con molestias en la mano derecha, en la que se ha operado y que no ha dejado de darle la lata en los últimos tiempos. Estaba lesionado y aguantó hasta la victoria.

-¿Hubo mucho estudio previo de Frazier o se privilegió explotar las condiciones propias?

-En una competición tan compleja como la UFC debes estar a tope y, además, tener todas las nociones posibles del adversario. No puedes dar ni un milímetro de ventaja en ningún sentido. Vimos unas siete u ocho actuaciones de Frazier y sabíamos que dominaba muy bien las distancias, que era durísimo en todos lo sentidos y que había que plantear un combate largo, de desgaste, en el que tuviésemos la opción de sorprenderle. Un despiste sería fatal. Juan lo bordó. Mantuvo la concentración de principio a fin, tuvo madurez, esperó bien su momento, no se precipitó ni cayó en el juego que le convenía a Frazier. Y cuando fue a por él, resultó imparable.

-Por lo que dijo antes, ahora se abre un horizonte lleno desafíos. ¿Costará más mantenerse que haber llegado?

-Sin duda. Eso lo sabe Juan y bien claro lo tengo yo. Vienen tiempos en los que estaremos obligados a mantener los valores de sacrificio y entrega que hemos interiorizado pero Juan no me plantea dudas. La clave está en poner todo el foco en la rutina diaria, que nada ni nadie pueda alterar la hoja de ruta, la planificación y los progresos que planteamos. Conociéndolo como le conozco, seguro que, pese a que ahora todos le alaban y le felicitan, él querrá que pasen estos momentos porque estará deseando volver al gimnasio, empezar a entrenarse de nuevo, sudar al límite, darlo todo en cada ejercicio. Depende de sí mismo para seguir haciendo historia y lo hará. Y para mí será un privilegio acompañarle en esta aventura.

Un reclamo turístico sin competencia para Gran Canaria

Que Juan Espino ya forme parte del universo UFC y vaya a mantener en Gran Canaria su lugar de preparación supondrá, en estimaciones de Sarmiento, «un reclamo turístico sin competencia» para la isla. «Contaremos con más medios económicos y posibilidades logísticas para traer a entrenadores y luchadores de primer nivel desde Estados Unidos y el impacto mediático que puede tener esto es ilimitado. Pondrá a Gran Canaria en los noticiarios de América, en boca de deportistas que arrasan en las redes sociales. Sin duda, Juan se convertirá en un embajador único, como ya lo ha hecho en otras ocasiones, aunque ahora con mayor magnitud porque, que nadie se olvide, lo que ha hecho no lo había logrado antes nadie en España, que se dice pronto», expone el prestigioso técnico.

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