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La Yamaha de Rossi, tras el choque con la Honda de Márquez en el GP de Malasia 2015. motogp
Sepang 2015, el inicio del fin entre Rossi y Márquez
Análisis

Sepang 2015, el inicio del fin entre Rossi y Márquez

Después de dos años alejado del calendario de MotoGP por la pandemia, el campeonato vuelve a Malasia, donde se produjo el duelo más mediático de la historia

jesús gutiérrez

Sepang (Malasia)

Sábado, 22 de octubre 2022, 18:25

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El circuito de Sepang es ya un escenario clásico en el mundial de MotoGP. Está presente desde el año 1999 y por su situación en el calendario, casi siempre ubicado en la parte final de la temporada, es escenario tradicional de celebraciones. En este trazado se han coronado un total de catorce campeones, entre ellos figuras como Valentino Rossi, Jorge Lorenzo, Dani Pedrosa o Toni Elías. Incluso el malogrado Marco Simoncelli ganó aquí su título de 250 cc en 2008, tres años antes de su fatídico accidente en la curva 11 donde perdió la vida y del que justo hoy se cumplen once años.

Pero si por algo ha quedado marcado este trazado en el imaginario motero fue por lo ocurrido en el año 2015. Una carrera que cambió el devenir de un título y que a día de hoy todavía arrastra sus consecuencias. Aquel domingo del mes de octubre, los dos pilotos más mediáticos del campeonato colisionaron en la pista y estalló la batalla más grande jamás vivida en el motociclismo. Un enfrentamiento que trascendió las fronteras del deporte y que dividió para siempre a los aficionados entre los que vieron una patada de Rossi y los que consideraron que Márquez provocó al italiano de manera antideportiva.

El origen de esta rivalidad se puede encontrar tan atrás donde se quiera hurgar, pero lo que prendió la mecha fue la rueda de prensa previa a la carrera de aquel año, donde Rossi acusó a Márquez (presente en la sala) de urdir un plan para ayudar al que entonces era su rival, Jorge Lorenzo. Aquel título del 2015 ya era un mano a mano entre los dos compañeros de Yamaha, ya que Márquez se había descolgado de la clasificación a esas alturas de campeonato. En la carrera previa a la cita de Sepang, en Australia, el de Cervera había ganado la carrera frente a Lorenzo, mientras que Rossi no había podido estar en el podio. El italiano veía como el piloto balear cada vez estaba más cerca de un liderato que había mantenido durante toda la temporada.

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Rossi, al que siempre se le ha considerado un maestro del juego psicológico, quizás pensó que esas palabras sonarían a advertencia para que Márquez no se mantuviera al margen. Pero visto en perspectiva, la jugada no le pudo salir peor al italiano, que se estaba creando un enemigo en la figura del español, aunque todavía no lo sabía.

Cuatro vueltas, quince adelantamientos y el choque

En la carrera del domingo, las Honda de Pedrosa y Márquez salían primera y segunda en la parrilla. Las Yamaha de Lorenzo y Rossi por detrás. Cuando se apagó el semáforo, Pedrosa se escapaba y Márquez no podía seguirle. Por detrás, Lorenzo comenzó a ganar posiciones, llegaba a rueda de Márquez, que se iba largo y le pasaba sin despeinarse. Mucho más vehemente se mostraría en su defensa contra Rossi, que venía a continuación. Durante las cuatro vueltas que coincidieron en pista, se adelantaron un total de quince veces, sin darse un milímetro. Márquez devolvía cada adelantamiento, mientras Rossi se subía por las paredes. hasta que decidió tomarse la justicia por su mano. Cansado de pelear, le arrinconó en una curva, ambos se tocaron, la pierna del italiano impactó con el freno delantero de la Honda (¿patada?) y el español acababa por los suelos.

Aunque Rossi finalizaba aquella carrera de infausto recuerdo en tercera posición y mantenía el liderato, el título estaba perdido. Todavía en el podio se vivió otra de esas imágenes icónicas que nos dejó aquel GP, con el gesto de Lorenzo con el pulgar hacia abajo mientras el italiano recogía su trofeo. Nada más acabar la celebración, Márquez y Rossi fueron a declarar juntos a Dirección de Carrera. La versión del primero era que había habido agresión, la del segundo que la manera de pilotar del español fue antideportiva. El veredicto final fue contrario Rossi, al que sancionaron con la última posición de la parrilla en Valencia y se desvaneció el sueño de ganar su décimo entorchado mundial.

A partir de ahí el ambiente en el campeonato se enrareció y se hizo irrespirable cada vez Rossi y Márquez coincidían. A día de hoy las posturas entre los protagonistas parecen irreconciliables y la tensión permanece cuando se saca el tema. Rossi siempre ha sido fiel a su versión y la última vez que habló sobre el tema, hace un año antes de retirarse, lo confirmaba: «Aunque hayan pasado ya seis años, mi sensación es la misma a la del domingo de la carrera. Y siempre será así». También lo es Márquez, que en una entrevista con el diario AS este fin de semana aseguraba que «volvería a actuar igual con Rossi». El circuito de Sepang, escenario de celebraciones, será siempre el inicio del fin de la relación entre los dos últimos mitos del motociclismo.

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