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David Sánchez de Castro
Madrid
Jueves, 22 de diciembre 2022, 23:43
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La temporada 2022 comenzó con mucho optimismo para las opciones de Carlos Sainz y Fernando Alonso. En 2021 el madrileño se confirmó como el primer piloto de Ferrari y el asturiano regresó al podio y demostró que estaba al 100% pese a superar los 40 años de edad. Nada hacía pensar que iban a acabar peor esta campaña.
Sainz ha visto cómo durante todo el año ha sido superado, salvo en contadas y notables excepciones, por su compañero Charles Leclerc. El monegasco se ha visto afectado por las decisiones incomprensibles del equipo y, de hecho, aunque ha sido el candidato de la escuadra italiana hasta el final, se quedó muy lejos de lo que comenzó al principio. Aunque los números han sido netamente peores para Sainz que para Leclerc, el madrileño ha dado un paso adelante en cuanto a su posición dentro del equipo. En 2021 aprendió; en 2022 lideró.
Su actuación en el GP de Gran Bretaña, cuando logró su primera pole y su primera victoria, y aquel inolvidable 'Stop inventing' en el que contradijo directamente la paupérrima estrategia de su equipo, son toda una muestra de su carácter. En las carreras en las que los del muro la han liado en la planificación, ha afectado más a Leclerc, que obedecía primero y protestaba después. La destitución (dimisión forzada) de Mattia Binotto ha traído a Fréderic Vasseur, que pretende dar un giro a los acontecimientos.
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Si en el caso de Sainz fue un paso adelante, pese a todo (ganó por primera vez y logró tres poles), en el de Alonso fue uno atrás. para tomar la puerta. El año 2022 fue el de la consumación del fracaso de 'El Plan', esa estrategia sin más que una buena intención que saltó por los aires por culpa de los responsables de Alpine.
Con Esteban Ocon más obsesionado por ganar a su compañero que por el bien del equipo, Otmar Szafnauer, que torpedeó la relación de Alonso con el resto de Alpine, y Laurent Rossi más preocupado por salvar el cuello que por el bien del equipo, la escuadra gala ha visto cómo su bicampeón ha huido a Aston Martin para el que será, con bastante probabilidad, su último baile en la F1. Por el camino, también demostraron una paupérrima capacidad de toma de decisiones al ver cómo McLaren les levantaba a Oscar Piastri, un canterano que llegará la próxima campaña con la vitola de gran estrella de futuro.
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