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Carlos Sainz. Nacho Doce (Reuters)
La Fórmula 1, al rojo vivo en España
GP de España

La Fórmula 1, al rojo vivo en España

El intenso calor que se espera en Montmeló puede ser el gran enemigo de los pilotos y los equipos, que llevarán notables cambios

DAVID SÁNCHEZ DE CASTRO

MADRID

Jueves, 19 de mayo 2022, 16:21

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Tradicionalmente, la llegada a Montmeló marcaba el inicio 'real' de la temporada de Fórmula 1. Tras la ronda de las primeras carreras, que comenzaba en Australia, el Gran Premio de España era una vuelta a casa, a un lugar conocido por todos. No es casual que los test de pretemporada se disputen allí: el Circuit de Barcelona–Catalunya es un laboratorio perfecto para ensayar con los coches nuevos.

Por eso el aterrizaje en esta sexta carrera (otros años era la cuarta o la quinta) supone una gran tranquilidad para todos. Después de estrenar o reestrenar circuitos, Montmeló es un trazado que se presenta idóneo para las primeras grandes evoluciones. Todos los equipos, quien más quien menos, llevan nuevas piezas. Alpine, por ejemplo, avanzará un alerón trasero en sus dos coches, así como Ferrari, que también contará con un primer gran paso adelante en esa zona para intentar paliar el goteo de novedades que ha ido mostrando Red Bull en las citas que se han disputado.

Lo que no esperaban es que hubiera el calor que se van a encontrar. El Circuit va a ser una paellera al rojo vivo, lo que pondrá a prueba la resistencia de los coches, de los pilotos y también de los fans. El objetivo de los responsables del Gran Premio de España es volver a ver la grada llena y todo apunta a que será así. Los aficionados nacionales han mostrado su ilusión por ver a un Carlos Sainz que está en condiciones de ganar (o al menos de llegar al podio) y un Fernando Alonso que aún arrastra mucho, aunque ya no esté ni mucho menos para ganar.

En el que puede ser el último gran premio como local del asturiano en Fórmula 1 (en julio tomarán la decisión en Alpine), Alonso tiene puestas muchas expectativas. Atraviesa una racha para olvidar, con cuatro grandes premios sin puntuar, con el de Miami aún muy presente. Las dos penalizaciones que le sacaron de la zona noble le hicieron caer a la amarga undécima plaza, algo que no quiere.

Pero las cosas, a su ritmo, pueden mejorar. No hay que correr antes que andar ni andar antes que gatear, y visto que Alpine no ha estado a la altura en este inicio de campaña, Alonso solo puede esperar a que, 'piano, piano', la situación mejore. Tarde o temprano llegará ese ansiado momento en el que recupere el ritmo y empiece a sumar en positivo.

Sainz, ¿a la sexta va la vencida?

Aunque es más leyenda que estadística, siempre se ha dicho que quien va bien en España, va bien el resto del año. Aunque este año van a encontrarse un Circuit ligeramente modificado con respecto a lo visto durante los test (varias ampliaciones de escapatorias, unas instalaciones totalmente novedosas y, sobre todo, una grada llena de aficionados), lo lógico es pensar que será un fin de semana muy previsible.

Si es así, la pelea por la victoria estará en manos de Charles Leclerc y de Max Verstappen. Y quizá de Carlos Sainz. Lo que parecía una esperanza ha acabado convirtiéndose en una presión, y esa presión en una obligación para el madrileño, máxime en un trazado en el que suma sus participaciones por 'top 10'. Nunca ha dejado de puntuar ante su público, y los fans confían (hasta cierto punto) en que llegará. La 'barrichellización' del madrileño es uno de sus grandes temores, pero él no se pone en la posición de favorito. «La gente tiene ilusión y ganas, igual que la tengo yo. Lo que no puede olvidar nadie es que el que más ganas tiene de conseguir esa primera victoria y que pase lo antes posible soy yo. Soy el primero que lo va a disfrutar y lucha para que pase», recordaba en una de las muchas entrevistas que realizaba en esta semana previa.

Sainz tiene muy claro que hay coche y potencial, pero le falta aún un poco más. Llámese confianza, 'feeling' con el F1-75 o lo que sea, pero llega a Montmeló peor de lo que esperaba, especialmente viendo que su compañero con el monoplaza hermano está líder del Mundial. «Me he quedado a una décima en prácticamente todas las clasificaciones e incluso tenía la pole en la Q3 por momentos. Sin ir confiado con el coche ni saber exactamente lo que tengo que hacer para sacarle el máximo rendimiento, estoy luchando por poles y en los podios. Por eso confío en que a la mínima que encuentre esa decimita que encontré en la segunda mitad del año pasado, cosas buenas van a llegar», prometió. Quizá Montmeló sea el punto de partida.

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