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Sainz pierde el rumbo y se deja media hora
Dakar

Sainz pierde el rumbo y se deja media hora

El madrileño tuvo una mala jornada por culpa de un error de navegación, y en motos Barreda pagó, de nuevo, abrir pista

david sánchez de castro

Madrid

Martes, 5 de enero 2021, 11:31

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Mejor ahora que dentro de una semana, pero la tercera etapa del Dakar no se puede considerar, ni mucho menos, un éxito para los grandes favoritos españoles. Tanto Carlos Sainz en coches como Joan Barreda en motos sufrieron con la navegación, en un día disputado en pleno desierto en el bucle de Wadi Al-Dawasir. También Cristina Gutiérrez en los prototipos ligeros lo pasó mal. Para Sainz fue, en sus propias palabras, «un día duro». Y eso que empezó bien. Hasta el punto de control del kilómetro 137 iba todo como la seda: al no abrir pista, se benefició en la zona rápida y apuntaba a que iba a ser una jornada para, al menos, pelearle el resultado a Stéphane Peterhansel y Nasser Al-Attiyah. Fue en el 183, el cuarto punto de control, cuando se consumó la debacle: Sainz se había dejado media hora.

Para encontrar el motivo había que mirar el mapa. Entre medias, el Mini del español se había extraviado. La dificultad de esta jornada en el 'empty quarter', en una extensión de dunas desérticas que suponen un infierno para los navegantes, y más cuando (ya lo avisó David Castera) se preveía viento que podía cambiar el paisaje y configuración del suelo. Si a eso se une la decisión de dar el roadbook con solo 20 minutos de margen, era bastante previsible que hubiera navegantes, incluso los más avezados, que se equivocaran. En este caso, le tocó a Lucas Cruz.

Entre el WP3 y el WP4, Sainz y Cruz se equivocaron en un punto de control de paso. Se saltaron uno, y al darse cuenta de que no habían validado el que correspondía, dieron la vuelta. El 'Matador' empezó a seguir trazadas de rivales hasta encontrar el punto correcto, mientras su copiloto intentaba ayudarle con la impotencia que genera saberse extraviado. Desde la web del Dakar, una nueva utilidad lo mostró de manera muy gráfica. Sainz (entre otros competidores) empezó a dar vueltas en círculo hasta que cruzó ese punto de control intermedio que les faltaba para poder avanzar hasta los siguientes. En el trance, se dejaron media hora. Y como a perro flaco todo son pulgas, también pincharon una rueda y tuvieron que parar unos instantes más.

Al final de una jornada que podía haberles salido redonda, Sainz y Cruz se habían dejado 31 minutos y dos segundos con el vencedor del día, un Nasser Al-Attiyah que, de momento, no falla. Ni él ni Stéphane Peterhansel, que también pinchó al inicio de la especial, pero que acabó a apenas cuatro minutos del catarí, con el sudafricano Henk Lategan en entre ambos a dos minutos de su jefe de filas en Toyota beneficiado por su buen hacer en la navegación y en el pilotaje.

«No ha sido un buen día. En un momento Lucas ha pasado por un 'waypoint', pero pensaba que estábamos en otro y eso ha sido un grave problema para nosotros. Perder media hora es realmente mucho. Es una pena, pero es como es. Hay que seguir, bajar la cabeza y apretar», explicaba Sainz al llegar al vivac, para que después su navegante, que tantas otras veces le ha llevado a la victoria, también diese sus explicaciones. «Nos hemos desviado del rumbo y con tan mala suerte que hemos validado el punto siguiente al que tocaba validar. Al final me he dado cuenta y hemos vuelto a buscar el punto. Y para colmo, hemos pinchado», se lamentaba uno de los copilotos que menos fallan del Dakar. «Perdemos juntos y ganamos juntos», matizaba después en Twitter Sainz.

Tras esta jornada, el siempre poco atacante Peterhansel se mantiene al frente de la general, con 5:09 sobre Al-Attiyah, mientras Sainz cae a la cuarta plaza con 33:04 de desventaja. Quedan días por delante.

Barreda se hunde en el día del 'Gasolinagate'

La etapa comenzó con polémica en el lado de las motos. En la noche de la etapa anterior, Yamaha elevó una queja a la organización al encontrar más de dos litros de agua en el depósito de gasolina de Andrew Short, que se vio obligado a abandonar por una avería derivado de ello. El ASO estudió lo ocurrido y descubrió que tenían un problema serio y un tanto surrealista: uno de los tanques usados para el 'refueling' de la organización tenía agua. La denuncia pública llegó por parte de David Palmada, mecánico del equipo FN Speed Team con el valenciano Tosha Schairena, y de ahí se empezó a mover todo.

Se vivió una estampa surrealista en el vivac: decenas de motos en caravana esperando a que les volvieran a llenar los depósitos, mientras otras tantas eran desmontadas para que fueran vaciados de esa mezcla de agua y gasolina.

Toby Price, que vio cómo este problema le dejaba sin el depósito trasero de su KTM, se impuso este martes en una etapa que describió como «una montaña rusa». No tanto por las constantes subidas y bajadas por las dunas, que también, sino porque sabe que le tocará abrir pista este miércoles y, por tanto, sufrirá. El mejor espejo lo tiene en Joan Barreda, que cedió 24 minutos en un mal día sin paliativos, en el que pagó haber ganado en la jornada previa.

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