El Mirandés en Anduva, piedra en el zapato por tradición, examina la marcha triunfal de la UD
Nunca hubo victoria en el feudo burgalés, aunque la inercia imperial del equipo, con pleno en las últimas tres jornadas, alimenta el optimismo
IGNACIO S. ACEDO
Las Palmas de Gran Canaria
Sábado, 30 de enero 2021
Anduva nunca fue territorio amable para la UD, limpia de alegrías en la plaza del Mirandés y a la que jamás se le dieron bien sus intentos de conquista. Los precedentes arrojan un balance demoledor: cuatro visitas y cuatro derrotas. Y el equipo burgalés se ha presentado siempre como una piedra en el zapato, no hay más que recordar su triunfo incontestable en la primera vuelta cuando pisó el Gran Canaria. Son todo antecedentes y ninguno bueno. Un aviso de que lo que aguarda esta tarde tiene su nivel de complejidad y va a exigir.
Las Palmas luce mandíbula brillante, luego de despachar, del tirón, a Espanyol, Mallorca y Leganés. Casi nada. Victorias de tronío y que han traído excelentes críticas y una tonelada de confianza. Pepe Mel tiene ahora al grupo activado, con una sincronización exacta, conjunción de rendimiento y resultados. No hay en la categoría inercia que se le asemeje o compare, aunque eso no garantice nada para hoy (17.15 horas, Movistar LaLiga). Viene una historia por escribir, un reto nuevo y en el que no hay ventajas ni rentas previas. Si la UD llega con vuelo, en el Mirandés presumen de haber dejado atrás un bache y han recuperado la sonrisa tras ganar en Cartagena. Exhiben, además, un peligro recién adquirido y que ya rentabilizan: el delantero tinerfeño Cristo, bigoleador la pasada jornada.
En consideraciones de su propio entrenador, al Mirandés se le debe medir por su solidez, intensidad y solidaridad, todos valores gremiales que suelen resultar definitorios en Segunda. Si no llega la calidad, sí las piernas. Cuando no alcanza el acierto, sudor y más sudor. Y en situaciones de peligro, armadura colectiva. Que nadie espere alfombra roja en Anduva, donde hay que correr bajo amenaza de salir por la gatera.
Una semana más, Mel lidia con ausencias notables. De su frente ofensivo favorito, faltan tres de las cuatro piezas. Las lesiones (Pejiño y Kirian) y la covid-19 (Rober) le han esquilmado arriba justo cuando la competición va a encarar curvas definitivas, ya estrenada la segunda vuelta y en el momento indicado para confirmar la tendencia alcista. Sea como fuere, y con variantes obligadas por las circunstancias, quiere el técnico que la UD sea reconocible y mantenga su prestancia y la determinación por ir a ganar. Hace tiempo que se acabaron las excusas en Las Palmas, que no atiende a más que al principio de competencia por encima de lo demás.
Con opciones abiertas en casi las líneas, pues Ale Díez retornará al lateral derecho al caerse, a última hora, Lemos y Loiodice podría hacer lo propio en la medular, el ascendente del pasillo central, con Álex Suárez, Sergio Ruiz y Araujo, vertebrará las acciones del resto. Son los tres futbolistas con más inspiración y acierto del momento, a los que se les busca siempre y que han dado un paso al frente para ejercer caudillaje y liderazgo.
A poco que tengan acompañamiento, tirarán del equipo con todo, lo que es una garantía de competitividad que, de las últimas semanas para acá, ha resultado imbatible.