Día uno post parón navideño para rojillos y azulones el que arrancaba este mediodía en el Pabellón El Batán. Los errores propios y el brazo armado de Ulrik Dahl no tardaba en dar la primera ventaja a los insulares, obligando al técnico melillense, Salim Abdelkader a detener el juego con 5-2 en el electrónico.
Los errores se sucedían a ambos lados de la red, pero el Melilla conseguía voltear el marcador y Alberto Rodríguez no dudaba en parar el partido tras un mortífero remate de Giustiniano que colocaba el 10-12.
La igualdad regresaba a la pista hasta que dos puntos consecutivos de Melgarejo le daban una ventaja en la recta final del set al Melilla, optando Alberto Rodríguez por congelar el partido para evitar el despegue azulón (17-20).
El San Roque apretaba los dientes en defensa, pero era el conjunto melillense quien se adjudicaba la primera batalla parcial con un poderoso remoto de Giustiniano que colocaba el 21-25 en el electrónico (0-1).
El inicio de la caída
El arranque de la segunda manga tenía como dominador al Melilla que encontraba a Martina como principal arma para poner tierra por delante, pisando el panel del pánico Alberto Rodríguez con un 5-9 en el electrónico.
El San Roque pasaba por un momento de desorden que aprovechaban los azulones para castigar a su rival, ampliado su renta hasta los siete puntos, hasta que Nahuel Camacho y Ulrik Dahl aparecían en escena para endosar un parcial de 0-3 que desataba las alarmas en el banquillo azulón, que lo paraba con un 8-12 en el electrónico.
Ulrik Dahl al saque conseguía volver a poner nervioso a Abdelkader superado el ecuador del segundo acto y el técnico del Melilla pisaba el pedal del pánico para cortar la nueva inercia positiva de los rojillos (13-16).
La historia volvía a repetirse, el Melilla conseguía minimizar sus errores y encontraba en Giustiniano y Monteagudo los puntos para desnivelar la balanza que les llevaba a duplicar su ventaja en el partido, adjudicándose también el segundo acto por un claro 20-25.
El tercer acto rompía su igualdad inicial superado su ecuador, con el Melilla mostrándose sólido en recepción y efectivo en ataque ante un San Roque que jugaba bien por rachas, pero que tenía que parar el partido con 11-15 en el electrónico.
La inercia del partido no cambiaba, con los azulones muy entonados y liderados en ataque por Melgarejo que llevaban a Alberto Rodríguez a consumir su segundo tiempo muerto con 16-21 en el marcador.
Los esfuerzos de remontada del San Roque no bastaban para evitar una derrota por la vía rápida, tras caer en el tercero por un 20-25 tras un punto de Monteagudo que cerraba el set y el partido (0-3).
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