Secciones
Servicios
Destacamos
Martín Fiz
Domingo, 11 de agosto 2024, 14:04
Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.
Opciones para compartir
Como no podía ser de otra manera el maratón femenino ha puesto el colofón a los Juegos Olímpicos de París 2024, unos juegos que sólo ha presentado un lado oscuro, un róo Sena toxico, poco limpio y muy temerario para la salud de los triatletas.
Tengo que decir que estos quince días hemos vivido un espectáculo fantástico. Algunos pensarán que no han sido los mejores Juegos Olímpicos pero a los que amamos el atletismos hemos tenido la suerte de presenciar un espectáculo memorable con récords olímpicos y mundiales. El Estadio de Francia (Stade de France) y las calles de París estuvieron abarrotado de aficionados en todas las sesiones; mañanas, tardes y noches. Recordemos que en Tokio el único aliento que recibieron los deportistas venía de su propio aliento, no hubo público. ¡Qué más podemos pedir!.
Los diez mil metros masculinos para quitarse el sombrero, nueve atletas por debajo de 26'50» y con un Joshua Cheptegei sublime, logró el oro que le faltaba con récord olímpico (26´43»13). En la distancia corta los cien metros femeninos, Julien Alfred una atleta de un país (Santa Lucia) que no llega a los doscientos mil habitantes les quitó las pegatinas a todas sus rivales. Por cierto ¿Qué ha pasado con Jamaica? Muy flojos. Mientras Alfred volaba al ras del suelo, Armand Duplantis tocaba el cielo; genio, figura y talento. El sueco fue un «abusón» no se conformó con el récord Olímpico sino que fue más allá, nos regaló el récord del Mundo, 6:25. ¡Sensacional!. Un inciso, me emocioné al ver como sus rivales le alentaban en su intento de récord. ¡Deportividad! Los 'Milquis'» nunca defraudan. Lo de Jakob Ingebrigtsen, no sé si llamarlo generosidad o falta de humildad, salió a ritmo de récord del mundo, ejerció las labores de liebre, miraba con recelo los movimientos del británico Josh Kerr. Aparte de su mala estrategia su máximo error se produjo en los últimos cien metros, dejó la calle uno como una autopista libre de peaje que supo aprovechar Cole Hocker, el estadounidense rebasó a Kerr y así alcanzó una valiosa medalla con récord olímpico incluido, 3´27''65. Ingebrigtsen se dejó la piel en el tartán tanto es así que con 3´28''24 se quedó sin premio y sin la posibilidad de proclamarse el rey del campeonato. Dias más tarde el noruego corrió los cinco mil metros, pareció que se presentaba más humilde y con los pies en el suelo , empleó una táctica totalmente diferente venciendo con solvencia. Ni Femke Bol ni las vallas fueron oposición para Sidney Mclaghlin en los cuatrocientos metros con vallas, para la estadounidense parecía que no había obstáculos, su paso de valla era como una zancada más a su carrera por el título olímpico que vino con regalo, récord del mundo, 50»37 . Una barbaridad, muy pronto la veremos bajar de los 50». ¡IMPRESIONANTE!. Keely Hodkimson dominó la carrera de los ochocientos metros de principio a fin, siempre a su antojo, ni la sombra de sus rivales fueron capaces de perturbar el camino hacia la presea dorada.
Está claro que en París hemos visto un cambio de generación, siempre nos acordaremos de Serguéi Bubka, Sebastián Coe, Kipchoge, Bolt, Alisson Felix, Shelly-Ann Fraser… Pero lo que está claro es que el atletismo ha cambiado para bien, los atletas que representan al espíritu olímpico cuentan con mucha información, utilizan herramientas tecnológicas, trabajan en equipo, desde muy jóvenes se especializan en sus respectivas disciplinas deportivas. Juventud, ambición, poderío, velocidad, resistencia, fuerza y talento para sacar de sus físicos y mentes el máximo rendimiento. Todos estos ingredientes son la base para saber que no hay limites para el ser humano y para los que amamos este deporte presenciemos un gran espectáculo. Memorable.
Antes del comienzo del campeonato Olímpico tuve claro quiénes podían coronarse como los Reyes del Olimpo, en mi lista había un sinfín de hombres y mujeres; Joshua Cheptegei , Sifan Hassan, Eliud Kipchoge, Armand Duplantis. Gabrielle Thomas, Jakob Ingebrigtsen…Todos ellos estaban metidos en mi bombo lotero, una vez visto lo acontecido no me deja lugar a la duda, ha habido dos atletas que me han impresionado por su generosidad y buen estado de forma físico.
Armand Duplantis voló hasta alcanzar los seis metros y veinticinco metros de altura, a los allí presentes nos pareció que el sueco había subido hasta lo más alto de la Torre Eiffel impulsándose con una pértiga. ¡Vaya tío! Estuvo más que espléndido con los más de setenta mil espectadores que llenaban el Estadio de France, nos regaló un concurso que hizo temblar al estadio como si se tratara de un sunami. Armand Duplantis ha sido el rey del olimpo, el atleta más laureado en París. Siempre creí que la reina iba a ser Sifan Hassan pero tanta ambición me creaba dudas, no sabía si iba a ser capaz de llegar 'viva' al maratón. Primero dijo que iba a correr desde los mil quinientos hasta el maratón. Más tarde se desligó del mil quinientos para soñar con tres oros. Mucho esfuerzo e infinidad de talento. Hassan a puesta patas arriba las teorías de los fisiólogos, corrió los cinco mil metros y bronce. Mas tarde dobló la distancia, los diez metros y volvió a arañar otra medalla de nuevo un bronce. A la neerlandesa le quedaba el Maratón para completar su proeza, tenía cuarenta y ocho horas para recuperarse de los esfuerzos anteriores, unas piernas saturadas de ácido láctico tenían que padecer síntomas de dolor y fatiga. Pero no fue así, aguantó todos los envites de sus rivales y un recorrido infernal. Un suspiro y casi sin aliento llegó a la explanada de los Invalides para alcanzar la gloria. Un oro muy trabajado con récord incluido y si a este logro le añadimos otros dos bronce la hacen brillar como la estrella del atletismo. Beatrice Chebet nos ha enseñó cómo hay que ganar dos oros, para ello hay que pasar desapercibida, la recordwoman de los diez mil metros hizo fe de su velocidad final para imponerse a todas sus rivales, la verdad lo hizo muy fácil. La rivalidad entre kenianas y etíopes hace que sus tácticas en carrera sean muy precarias, las vemos correr por las calles exteriores algo que da origen a correr más metros dando ventaja a sus rivales, se enzarzan entre ellas pero como fiscalmente son tan superiores que terminan por imponer su forma tan natural de desplazarse. Por cierto, me ha encantado el desparpajo de Nadia Battocletti, tanta insistencia y justicia que al final obtuvo su premio, plata.
Podía haber elegido como reina del Olimpo a Sidney Mclaghlinlo Beatrice Chebet, Sifan Hassan. Las tres son muy merecedoras a pertenecer o entrar en el reinado olímpico, las tres han brillado a gran altura, llegaron a París con las ideas muy claras; vencer y alcanzar algún récord… la reina del Olimpo ha sido Sifan Hassan, ha tenido que correr dos veces la distancia de los cinco mil metros y los diez mil metros para ganar los dos bronces. Cuarenta y ocho oros más tarde en el maratón alcanzaba el oro olímpico. Hassan ha sido una muestra de esfuerzo, perseverancia y talento. Duplantis y Hassan han sido los dioses del Olimpo en París.
Fijaros que los jamaicanos dan juego y espectáculo en las grandes competiciones pero en París han sido los grandes perdedores, han deambulado por las pistas como si estuvieran desfilando por la pasarela Cibeles, esta vez no entendieron que a la pasarela Olímpica se viene para ganarse una alhaja; Oro, plata y bronce. Jamaica, pobre bagaje.
ESPAÑA: ÉXITO TOTAL
¿Cómo ha estado España? Nivelazo e impresionante el desparpajo de la expedición atlética a estos Juegos Olímpicos, en especial los marchadores y saltadores de triple. La dupla María Pérez y Álvaro Martín han dejado ver al mundo la manera de aprovechar su físico y la buena técnica, sin penalizaciones, medalla segura. Como si se tratara de la ceremonia de una boda, el primero en entrar a la catedral de Trocadero fue Álvaro Martín y al poco tiempo después apareció María Pérez. Y llegó el momento de ponerse los anillos, ninguno de los dos llevaban los anillos de compromiso sino medallas, uno traía una de bronce y la chica de color plata. La pareja se dio algún tiempo, los invitados en ascuas. Días más tarde regresaron a Trocadero pero esta vez se colgaron una joya de color del oro. Final feliz para la pareja y para todo España, oro y plata para María y oro y bronce para Álvaro. ¡Histórico! Nuestros marchadores estuvieron de top infinito, la marcha siempre ha sido una disciplina que nos dio buenos resultados; Plaza, Llopart, María Vasco… Pero como lo vivido en París, nunca jamás. ¡Diossss! Muy grandes, no. Grandiosos. ¡Bravo!. Antes de comenzar el campeonato os dije que Jordan Díaz era medalla fija pero por respeto no quise decantarme por el color de la presea. Estuve convencido que Jordan iba a luchar por el color del oro. La noche del viernes no fue una jornada más fue algo mágico que iba a ocurrir en el Stade de France de París. En el primer salto (17'86) Jordan ya tocaba el cielo, alcanzaba la gloria eterna. El atleta entrenado por Iván Pedrosa dominó la final de triple de principio a fin pero la locura no llegó hasta que su máximo rival. Pichardo de Portugal, se quedaba corto en su último salto. Estalló el júbilo…Impresionante, Jordan. Un oro para la historia. Quique Llopis se partió el pecho en las vallas altas, luchaba contra su pasado y sus rivales, la caída en el Europeo de Estambul´23 le podía pasar factura, pero no, ha regresado con mas fuerza, mentalmente más fuerte que el vinagre. El valenciano ha estado a un suspiro de alcanzar el bronce, un cuarto puesto que no nos supo a medalla de chocolate, un diploma olímpico recibido con un sabor muy agradable. Moha Attaoui ha estado sensacional, tres carreras de ochocientos metros a cara de perro y en una final de un nivel altísimo se metió quinto, diploma olímpico. Al de Torrelavega no se le puede exigir nada, hizo una carrera perfecto pero se topó con unos rivales que corrieron a ritmo de Diamond Ligue. Attaoui, le queda más de un ciclo olímpico para demostrar que puede lograr una de las tres metales .
Ana Peleteiro aspiraba a medalla, la gallega no tuvo su día pero aún así alcanzó el sexto puesto, hoy no lo valoramos pero con el paso del tiempo nos daremos cuenta lo difícil e importante que es conseguir un diploma olímpico. Yulenmis Aguilar sexta en jabalina con 62.78 m. consigue la mejor marca y puesto histórico de una jabalinista española en unos Juegos Olimpicos. Yulenmis hizo un gran concurso de lanzamientos lo que le llevó a ganar una posición y alcanzar un diploma olímpico.
Jordan Díaz y María Pérez son nuestros reyes y cómo no, Alvaro Martín el príncipe encantado. Y todos felices
Cuatro medallas nueve finalistas y dos récord (1.500 y 10.000 metros) del atletismo español en estos Juegos Olímpicos de París es de un éxito rotundo, iguala las mismas que se lograron en Barcelona 1992: dos oros, una plata y un bronce. El atletismo español de chapó para quitarse el sombrero, se puede decir que tenemos que estar más que orgullosos con su buen hacer y esfuerzo. Un aire de juventud de futuro prometedor para emprender el camino hacia Los Ángeles.
Mención especial para Eliud, Kipchoge, Kenenisa Bekele y Shelly-Ann Fraser… Ya no les volveremos a ver en unos Juegos Olímpicos pero ojalá les veamos competir en la categoría de Master.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.