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El siempre peligroso parón de selecciones está resultando un calvario para el Real Madrid. Si el miércoles el equipo se iba a la cama con la lesión del francés Eduardo Camavinga, que podría estar entre ocho y diez semanas de baja tras romperse el ligamento lateral externo de su rodilla derecha, esta pasada madrugada veía como otra de sus figuras, el brasileño Vinicius era incapaz de acabar el partido de Brasil ante Colombia, y se marchaba del campo antes de la media hora de juego por un problema muscular en el muslo izquierdo.
«Creo que es la misma lesión que la última vez. Recibí un golpe ahí y me resentí un poco más tarde», explicó a la prensa el delantero, que se refiere de esta manera a la que sufrió ante el Celta y le tuvo alejado un mes de los terrenos de juego. El jugador, que abandonó la concentración de Brasil y regresa a Madrid para someterse a más pruebas que confirmen el alcance de la lesión muscular que sufre, se perderá el encuentro de la Canarinha ante Argentina y también podría estar ausente de los duelos del Real Madrid ante Cádiz, Nápoles y Granada.
Dos nuevas bajas que provocan un dolor de cabeza inesperado para Carlo Ancelotti, que tiene la enfermería casi llena y debe volver a los malabares para confeccionar un centro del campo que este año esperaba la metamorfosis final de Modric y Kroos hacia los jóvenes. «Hay demasiados partidos, tenemos que evaluar la salud de los jugadores». El técnico italiano se quejó recientemente del apretado calendario del fútbol, que obliga a sus futbolistas a jugar un partido cada tres días. «Aquí cada uno piensa en lo suyo. LaLiga piensa en lo suyo. La Federación piensa en lo suyo. La FIFA piensa en lo suyo. La UEFA piensa en lo suyo... y lo que tienen que pintar más que son los jugadores, no pintan nada», agregó.
Además de las ausencias para los próximos partidos del mediocentro galo y del atacante fluminense, el técnico italiano tampoco puede contar con el guardameta Kepa, lesionado muscularmente en el calentamiento del partido de Champions ante el Braga; Tchouaméni, que sufrió en el clásico ante el Barcelona una fractura en el pie izquierdo y se pierde lo que queda de año 2023; Ceballos y Arda Güler, que viven una odisea constante con las lesiones y que en el caso del turco ni siquiera ha podido debutar aún con la camiseta blanca desde su llegada en el mes de julio.
Y finalmente el caso de Jude Bellingham, que también se perdió los dos últimos partidos y ha abandonado la concentración de Inglaterra aún con molestias en el hombro. El inglés es, en principio, el primero que podría volver a jugar de estos ocho futbolistas.
Estas bajas se suman además a las de los lesionados de larga duración Thibaut Courtois y Eder Militao. Dos piezas claves del equipo blanco que cayeron en el mes de agosto y dijeron casi adiós a la temporada por sendas roturas del ligamento cruzado anterior. Las recurrentes lesiones que han afectado al equipo blanco en los últimos meses llevó a la destitución reciente del croata Niko Mihic, jefe de los servicios médicos del club de Chamartín desde 2017.
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