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Tras la goleada a Costa Rica llegó el empate frente a Alemania cuando parecía que la segunda victoria de España estaba encarrilada. Y eso dejó un cierto poso amargo entre los jugadores de La Roja, que derrochan ambición. Buen síntoma. «Estamos un poco enfadados por el empate», repetía Rodri, que de nuevo actuó como central. Le dolía el gol de la igualada germana. «¿Inevitable? Bueno, viene de una pérdida nuestra», apuntaba. Aun así, los futbolistas de Luis Enrique mantienen «la confianza intacta» en su posibilidades. Son líderes del grupo y dependen de ellos mismos. «Somos un grandísimo equipo. Le podemos jugar de tú a tú a cualquiera», animó Jordi Alba, que lanzó el pase que dio origen al gol de Morata.
Alemania es una víctima habitual de la selección española. Desde 1988, el combinado germano no le gana un duelo oficial a La Roja. Entre esos recuerdos destaca la final de la Eurocopa 2008, con aquel gol de Fernando Torres que selló el título a España y abrió su época dorada. Esta vez, en Qatar, el equipo alemán se jugaba casi la vida. Una derrota le dejaba prácticamente fuera del torneo. Salieron con esa presión y con los diente apretados. «Es el nivel del Mundial. Ellos nos ha apretado y exigido mucho», destacó Carvajal, que debutó en esta edición del torneo.
Alemania, cierto, plantó un choque de trenes, sostenida en su potencia física. «Nosotros queríamos jugar, pero los alemanes cubrían hombre a hombre. Y te obligan a jugar así», describió Rodri. «Es un rival que te impone esos duelos individuales. Pero, bueno, es lo que nos espera en este Mundial ante las grandes selecciones», agregó el jugador del Manchester City, que sacó una enseñanza de este empate: «Nos vendrá bien este partido para lo que resta de campeonato».
Enseguida se vio que sobre el campo había dos candidatos de nivel. Alemania armó bien la figura y tapó las grietas laterales. España, con la mira telescópica de Pedri y las incursiones de Dani Olmo, trataba sin puntería de agujerear el planteamiento germano. Durante toda la primera mitad el partido ofreció igualdad. Dos púgiles de peso. En la segunda parte salió Morata y adelantó a España. El delantero del Atlético relató así el gol: «Ha sido una internada de Jordi Alba. Sabía que Jordi iba ponerme el balón ahí y que yo tenía de darle de primera para sorprender». Lo hizo.
Ahí, Alemania quedó tocada. «Sí –comentó Alba–. Les hemos tenido batidos durante diez minutos. Pero no es fácil. Ellos son un buen equipo, con calidad». En opinión de Carvajal, a España le faltó «algo de paciencia» en esa fase del choque. «Bueno, ahora toca corregir errores», añadió. Lección aprendida ante Alemania. «Nosotros –siguió el lateral del Real Madrid– jugamos a esto y hoy (por ayer) ha tocado cruz».
Japón es el próximo rival en el tercer partido del grupo. A España le vale un punto. Incluso puede clasificarse pese a una derrota. Nadie en la selección piensa en ese segundo camino hacia los octavos de final. «Ante Alemania hemos estado cerca de lograr los tres puntos y meternos ya en octavos. Es la línea a seguir», señaló Alba. Desde la otra banda, Carvajal se sumó a ese discurso: «Vamos a salir a ganar, como siempre, y a ser primeros de grupo. Tenemos esa confianza». En ese punto, se conjuró con todos sus compañeros. «El 'míster' sabe que puede confiar en los 26 jugadores. Estamos todos enchufados», aseguró.
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