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Lucas Hernández, Theo Hernández y Olivier Giroud. afp
De Hernández a Hernández: la irrupción de Theo alivia la desgracia de Lucas
Mundial Qatar 2022

De Hernández a Hernández: la irrupción de Theo alivia la desgracia de Lucas

El pequeño de los Hernández, solución de lujo para Deschamps tras la grave lesión del jugador del Bayern

rubén cañizares

Viernes, 25 de noviembre 2022

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Jean-François Hernández fue un defensa francés que destacó en la Ligue 1 durante la década de los noventa, donde jugó más de 200 partidos entre el Souchaux, el Toulouse y el Olympique de Marsella. Ahí se rompió la rodilla, y tras seis meses de baja volvió a jugar al fútbol, pero ya no lo hizo en su país natal. Jean-François vino a la Liga, para jugar primero en la SD Compostela, luego en el Rayo, después en el Atlético y, para poner fin a su carrera, volvió al club vallecano, donde colgó las botas en 2002, con solo 33 años. Fue diez meses antes de casarse con Sonia Moldes, una de las mujeres que más protagonismo tuvo en el mundo del corazón en aquella época.

Jean-François fichó por el Compostela cuando ya era padre de Lucas y Theo, y hasta nuestro país vino con ellos y con Laurence Py, la madre de ambos, pero esta bonita postal familiar se rompió durante su estancia en Madrid. Sonia Moldes conoció en la noche de la capital al padre de los Hernández y, entre otras cosas, le acabó dejando en bancarrota. Jean-François quedó hipnotizado por esta joven y guapa gallega hasta el punto de darle todo el dinero que había ahorrado durante su carrera, además de poner a su nombre alguna de sus propiedades, como una vivienda en el centro de Madrid.

Poco después de su matrimonio civil, en abril de 2003, las deudas obligaron a Jean-François a huir a Tailandia, abandonando a sus hijos y a la madre de ellos, e incluso se llegó a contar que había fallecido en el país asiático. Una dura historia para ambos jugadores que, veinte años después y poco antes de comenzar el Mundial, dio un giro totalmente inesperado. 'L'Equipe' publicó a primeros de noviembre que Jean-François estaba vivo y residía en Burdeos, y que nunca contactó con Lucas y Theo desde Tailandia por culpa de Laurence, que no se lo había permitido.

Sea o no verdad, la realidad es que los dos internacionales franceses crecieron en un contexto familiar y económico bastante complicado, pero salieron adelante gracias a la fuerza y el coraje de su madre y del resto de la familia, y acabaron convirtiéndose en dos futbolistas de élite que el destino ha querido unir y separar en el Mundial de Qatar. La grave lesión de Lucas en el partido de Francia ante Australia le dio la oportunidad a su hermano Theo, y el pequeño de los Hernández la agarró de manera brillante. Partidazo ante los 'aussies' que justificó con creces su convocatoria para el Mundial, porque Theo, a pesar de sus magníficas temporadas en el Milan, no jugó con los Bleus hasta el año pasado. Un desplante en 2017 -se negó a ir a una convocatoria al estar de vacaciones- le costó el puesto en la selección. En 2021, Deschamps le perdonó, y su excepcional estreno en un Mundial le demostró a Didier que la solución en el lateral izquierdo tiene el mismo apellido.

Canteranos rojiblancos

Lucas y Theo se criaron en la cantera del Atlético de Madrid. El primero llegó a ser uno de los referente del equipo dirigido por el Cholo hasta que, en el verano de 2019, el Bayern depositó los 80 millones de su cláusula de rescisión. El segundo nunca llegó a jugar en el primer equipo rojiblanco. En la temporada 2016-2017, Theo explotó en el Alavés, donde jugó aquella campaña en calidad de cedido. Su negativa a renovar por el Atlético le puso en bandeja el fichaje al Madrid, que pagó 30 millones por sus servicios, pero su paso por el club blanco fue decepcionante. Todas las virtudes que le hicieron fichar por el conjunto merengue desaparecieron de la noche a la mañana, y apenas contó con minutos. Al año siguiente fue cedido a la Real Sociedad y en 2019 vendido al Milan, donde sí que ha demostrado el enorme lateral izquierdo que es.

Velocidad, zancada, potencia, fuerza y un gran despliegue físico, tanto en campo propio como en el contrario. Theo es uno de los mejores jugadores del mundo en su posición, tal y como ya se avistaba tras su gigante año en el Alavés. Lo que le pasó en el Madrid sigue siendo un expediente X, pero para fortuna del fútbol francés, y del Milan, el pequeño de los Hernández es un puñal por su banda. Bien lo puede saber este sábado Dinamarca, que tras el empate en la primera jornada ante Túnez está obligada a ganar o, al menos, a empatar ante los campeones del mundo si no quiere despedirse de Qatar a las primeras de cambio.

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