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La candidatura conjunta de España y Portugal para albergar el Mundial de 2030 sigue dando pasos adelante. Ayer, en la sede de la UEFA en Nyon, el máximo organismo del fútbol europeo escenificó su apoyo a un proyecto que parte como favorito. Luis Rubiales y Fernando Gomes, presidentes de la Federación Española de Fútbol (FEF) y de la Federación Portuguesa de Fútbol (FPF), comunicaron junto a su homólogo ucraniano, Andriy Pavelko, y el mandatario de la UEFA, Aleksander Ceferin, los últimos detalles de la candidatura.
En un guiño a la delicada situación en Ucrania, España y Portugal ofrecen al país la organización de uno de los grupos, previsiblemente en el Olímpico de Kiev, el gran estadio del país. Más allá de que el peso en la organización del torneo del país invadido por Rusia será menor, su inclusión en un proyecto ya avanzado pasa por servir como gesto por la paz, como «mensaje de inspiración en el futuro» que refuerce la candidatura con un símbolo emocional.
La situación es ventajosa ahora mismo para la candidatura ibérica, que se puso en marcha oficialmente el 4 de junio de 2021 con el respaldo de los jefes de Estado de España y Portugal, el rey Felipe VI y Marcelo Rebelo de Sousa, así como de sus respectivos jefes de Gobierno, Pedro Sánchez y Antonio Costa. El apoyo institucional es total y absoluto por parte de las autoridades políticas y deportivas de ambos países, tal y como se ha puesto de manifiesto en varios actos oficiales, y el respaldo decidido de la UEFA que obligó al Reino Unido e Irlanda a dar un paso a un lado muestra a las claras que la candidatura ibérica es también la de toda Europa.
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Solo la propuesta sudamericana compuesta por Uruguay, Argentina, Paraguay y Chile se interpone en el camino de la candidatura ibérica con ciertas opciones reales. Este proyecto auspiciado por Conmebol tiene como argumento fuerte el centenario de la primera edición del Mundial, celebrado en julio de 1930 en Montevideo, la capital charrúa, con triunfo final de la selección anfitriona, la gran potencia de aquel fútbol incipiente. La reforma de estadios icónicos del fútbol latinoamericano como el Monumental, en Buenos Aires, o el Centenario de Montevideo, pretende servir de acicate de un proyecto que en caso de no prosperar en 2030 lo intentaría de nuevo en 2034.
Además de los tres grandes estadios de Portugal -Da Luz y el José Alvalade de Lisboa, además de Do Dragao en Oporto-, España cuenta ahora mismo con quince sedes candidatas, de las que finalmente serán seleccionadas once, un cupo que se mantiene inalterado a pesar de la incorporación de Ucrania. Son fijos el Santiago Bernabéu, que encara el último tramo de su profunda renovación; el Camp Nou, también a las puertas de ser remodelado; además de los modernos Metropolitano, La Cartuja y San Mamés. Aspiran también a convertirse en mundialistas el Nuevo Mestalla, el RCDE Stadium, Anoeta, Riazor, Balaídos, La Romareda, El Molinón, La Rosaleda, la Nueva Condomina y el Estadio de Gran Canaria.
Los estadios finalmente elegidos deben disponer de una capacidad de 80.000 espectadores en el caso de la sede de la final, 60.000 para los dos escenarios de las semifinales y 40.000 en el resto. Muchos de los recintos propuestos tendrán que acometer reformas con el objetivo de alcanzar la categoría 4 estrellas de la UEFA y garantizar una serie de condiciones de accesibilidad, espacios exteriores para la realización televisiva y seguridad además de hasta 5.000 plazas de aparcamiento. Asimismo, las ciudades sede tendrán que ofrecer cuatro hoteles de cinco estrellas, un aeropuerto de tráfico regular, cuatro subsedes a una distancia máxima de 40 kilómetros e infraestructuras sanitarias de gran capacidad.
La decisión definitiva sobre la sede del Mundial 2030 se llevará a cabo en el 74º Congreso de la FIFA, que se celebrará en 2024, previsiblemente en el mes de junio.
El anhelado Mundial de 2030 supondría una catarsis total del fútbol español que llegaría mucho más allá del césped. Al estilo de lo que ocurrió en el inolvidable verano de 1982, con el único Campeonato del Mundo celebrado en España desde el inicio del torneo en 1930, organizar la mayor competición del deporte junto a unos Juegos Olímpicos no solo permitiría disfrutar de los mejores jugadores del planeta y dejaría suculentos ingresos en las ciudades, sino que además cambiaría por completo la fisonomía de los diferentes estadios e incluso del propio espacio urbano de las sedes finalmente elegidas.
Como hace 40 años, el proyecto gira alrededor del Santiago Bernabéu y el Camp Nou. Sin embargo, los coliseos blanco y azulgrana presentarán en 2030 sendos aspectos totalmente irreconocibles. Son las joyas de la corona de la candidatura, pero también otros recintos clásicos del fútbol español han dejado paso a sus modernos sustitutos, como el Nuevo San Mamés, el Metropolitano, el Nuevo Mestalla o el RCDE Stadium, que tomarán el testigo del clásico San Mamés, el Vicente Calderón, el hoy por hoy en uso Mestalla, hace 40 años llamado todavía Luis Casanova, y Sarriá. Cuatro estadios con mucho peso en 1982.
En Sevilla, La Cartuja, estadio predilecto de la Federación Española de Fútbol, deja fuera al Benito Villamarín y el Ramón Sánchez Pizjuán, los templos bético y sevillista. La Romareda, Riazor, Balaídos, El Molinón y La Rosaleda, cinco estadios con solera, sobreviven aunque deberán acometer remodelaciones e incrementos de sus aforos para aspirar a repetir como mundialistas, pues la FIFA establece un requisito mínimo de 40.000 espectadores de capacidad para acoger partidos del Mundial. Se suman Anoeta, La Nueva Condomina y el Estadio de Gran Canaria, dejando fuera a protagonistas del 82 como el Carlos Tartiere de Oviedo, el José Zorrilla de Valladolid, el Martínez Valero de Elche y el Rico Pérez de Alicante.
La mítica mascota Naranjito, el pasodoble compuesto por Alfredo Garrido e interpretado por Plácido Domingo que sirvió como canción oficial del Mundial, el clásico balón Adidas Tango, el sabor añejo de los estadios de los ochenta o los bigotes y las equipaciones ajustadas propias de la época condicionaron el imaginario colectivo de varias generaciones de españoles.
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