Cristiano, contra el vértigo del Mundial sin red y la granítica Suiza

El combinado dirigido por Fernando Santos es más que el voraz goleador de Madeira, mucho más, pero los monumentales registros del capitán siguen planteando nuevos retos. Ante Suiza tiene varios objetivos el ya exjugador del Manchester United, ensombrecido por las que son hasta ahora las grandes figuras del Mundial: Kylian Mbappé y el archienemigo Leo Messi. Por un lado necesita quitarse de en medio la maldición que le persigue a él y también a su selección desde Alemania 2006 en la fase eliminatoria de los Mundiales. Por otro, tiene la posibilidad de alcanzar uno de los pocos récords que se le resisten con la camiseta de su país.

Hace ya más de 16 años Cristiano Ronaldo se estrenó en la mayor de las competiciones con un memorable cuarto puesto, la segunda mejor actuación de Portugal, solo superada por la tercera plaza de Inglaterra 1966 de la mano del legendario Eusebio. Los lusos dejaron por el camino a Países Bajos en octavos e Inglaterra en cuartos, antes de sucumbir ante la Francia de Zidane en la antesala de la gran final.

Desde entonces nada de nada para los ibéricos en los partidos sin red en los Mundiales. Una España campeona, irrepetible, se interpuso en el camino en octavos en Sudáfrica 2010; Alemania y Estados Unidos dejaron fuera a Portugal a las primeras de cambio en Brasil 2014, y finalmente, en Rusia 2018, un doblete de Cavani para Uruguay volvió a marcar el techo luso en los octavos de final.

Son ya muchos años sin disfrutar de una victoria en la fase del KO en el país vecino y la cita contra Suiza tiene el aroma especial del último baile para Cristiano. Suma ocho goles en los Mundiales, aunque ninguno en un partido de eliminatoria, y tiene a tiro de piedra a Eusebio, que marcó nueve en 1966. Curiosamente, tampoco Messi se había estrenado en el tramo decisivo de los Mundiales hasta que inauguró el marcador ante Australia el pasado sábado. Nada de lo que ocurre con el astro argentino pasa desapercibido para su gran rival, que enfrenta tres días después el mismo desafío pleno de motivación.

Aunque esta granítica Suiza modelada en su día por Vladimir Petkovic y dirigida ahora por Murat Yakin es un auténtico dolor de muelas para cualquiera -que se lo digan a la poderosa Francia en octavos de la última Eurocopa-, a Cristiano Ronaldo no le ha sentado nada mal tener al combinado helvético enfrente. Tres duelos ha disputado el luso contra el conjunto suizo, con un balance de cinco goles en su haber: un 'hat-trick' en la semifinal de la Liga de Naciones 2018-19 y un doblete en el duelo del pasado mes de junio en la fase de grupos de la misma competición.

Son registros propios del mejor Cristiano, de esos que parecen haber quedado atrás, pero aunque en menor medida, la puntería de la mayor leyenda del fútbol portugués es la guinda a un pastel que adornan el talento de Bruno Fernandes y Bernardo Silva en el centro del campo, el desequilibrio de Joao Félix o Rafael Leao en ataque, la contundencia de Rúben Dias y Pepe en la zaga o la seguridad de Diogo Costa bajo palos. En el bando contrario, un bloque más que consolidado, duro y físico como una roca, y además cargado de moral tras el triunfo ante Serbia en el último partido de la fase de grupos, de especial simbolismo para Granit Xhaka y Xherdan Shaqiri, suizos de origen albanokosovar. El ganador del partido se enfrentaría en cuartos a España o Marruecos.