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Los jugadores de la Albiceleste celebran el título. Odd Andersen (Afp)
«No hay nada más grande que esto»
Mundial Qatar 2022

«No hay nada más grande que esto»

Los jugadores y el cuerpo técnico de Argentina, flamantes campeones del mundo, convierten Doha en La Bombonera

PABLO LODEIRO

Domingo, 18 de diciembre 2022, 19:53

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La presa se quebró y Argentina, al fin, pudo llorar de felicidad tras años de ansiedad. La Albiceleste, campeona de América en 2021 y ahora campeona del mundo tras una final taquicárdica contra Francia, diseñada por el más malévolo, pícaro y ambicioso de los arquitectos, con penaltis, golpes, golazos y los que posiblemente sean los dos mejores jugadores del mundo, Messi y Mbappé, absolutamente desatados. Tras el pitido, el drama fue francés y Doha se convirtió en La Bombonera.

Uno de los primeros en pasar por los micrófonos fue Dibu Martínez, héroe una vez más en la tanda de penaltis tras detener el lanzamiento de Coman y ver cómo Tchouaméni mandaba fuera el suyo. El guardameta, con la voz quebrada, ronca, como la de un sargento en pleno asedio, mostró su lado más emocional ante la prensa. «Fue un partido de sufrir, de mierda. Teníamos que sufrir para ganarlo. Nos ponemos 3 a 2, nos meten, luego casi nos meten otros dos... Ni en sueños habría podido pensar con ganar un Mundial de esta manera», explicaba el portero del Aston Villa.

Afectado estaba también Lionel Scaloni, leyenda del Deportivo de La Coruña y desde ya de toda Argentina, un técnico que llegó por la puerta de atrás al cargo y con una buena mochila de críticas y que al final ha construido la tercera columna del olimpo del fútbol argentino. La 'Scaloneta', tan humilde como intensa, luce orgullosa desde hoy junto al bilardismo y al menottismo.

«Es para disfrutar, estamos acostumbrados a que nos golpeen y hoy los chicos lo han vuelto a hacer, se han levantado. Si mi papá me esta viendo y mi mamá, que creo que sí, ellos me han dado una manera de entender la vida, de nunca bajar los brazos, que es la que he intentado transmitirle a los jugadores. Todos los entrenadores queremos hacerlo bien y yo he tenido la suerte de que me ha salido bien», aseguraba el técnico con su hijo en brazos y lágrimas en el rostro.

Tagliafico, que fue el lateral izquierdo titular a última hora tras caerse Acuña del once, fue mucho más orgulloso en sus palabras: «Lo dije en el partido anterior, si no se sufre no vale y hoy tocaba sufrir un poco más. El primer tiempo fue muy bueno y en el segundo tuvimos nuestros errores, pero lo sacamos adelante, como hacemos siempre, en la cancha y fuera de ella. Y como argentinos, siempre como argentinos. Ojalá este triunfo sirva para que vean que cuando estamos unidos, podemos con todo», sentenció el zaguero del Lyon.

Enzo Fernández, una de las revelaciones del Mundial (el Benfica ya se frota las manos con el prometedor centrocampista) se mostró como lo que es, un chico de 21 años que acaba de proclamarse campeón del mundo: «No hay nada más grande que esto, con toda mi familia acá en la grada... No voy a volver a vivir nada así en mi vida. También al grupo, que tienen unos huevos enormes». Paredes, a quien Fernández le robó el puesto en el once, apareció al lado de su competidor, orgulloso de su amigo, con la bandera argentina abrazándolo. «Pienso en la familia, en los amigos, en la gente que no está. Lograrlo después de tantos años persiguiéndolo... es increíble», explicó el centrocampista de la Juventus.

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