Luis Suárez da el título de Uruguay a Nacional en su despedida

No fue casualidad que los aficionados de Nacional se movilizaran en masa para pedir el pasado verano el regreso del hijo pródigo, ya que, desde que el 27 de julio el veterano futbolista diese el 'sí quiero' al equipo que le vio nacer, El Pistolero sigue demostrando a sus 35 de años que sigue siendo un gran delantero. Con un doblete suyo y otros dos tantos del argentino Gigliotti, Nacional se proclamó campeón de Uruguay tras vencer a Liverpool por 1-4 en la prórroga.

La primera mitad fue de tanteo entre ambos equipos. Pese al ritmo frenético que propusieron, las defensas se acabaron imponiendo en todo momento y no hubo ninguna ocasión clara. Luis Súarez se mostró errático en el juego y lejos de su mejor nivel durante los primeros 45 minutos, pero a la vuelta de vestuarios tan solo necesitó seis para abrir la lata. El exdelantero del Liverpool, Barcelona y Atlético se fabricó él solo el 0-1 tras tirar un túnel marca de la casa dentro del área y colocar el balón lejos del alcance del portero. La alegría le duró poco a Nacional que, tras un error defensivo, cometió un penalti que transformaría Vecino.

El partido se marchaba a la prórroga con la expulsión de Pereira. Liverpool se quedaba con diez y, en el tiempo extra, volvió a emerger la figura de Luis Suárez. El máximo goleador histórico de la selección uruguaya remataba con una gran volea un centro de Zabala para dar la estocada final al Liverpool y poner de nuevo a Nacional por delante. Con uno menos y por detrás en el marcador, el campeón del Apertura trató de tirar de épica y se lanzó al ataque en busca de un gol que no llegaría. Lo que sí que llegaría sería otro doblete de Gigliotti, que ponía el 1-4 y sentenciaba el encuentro.

El título número 49 de Nacional, que se queda a tan solo dos de los 51 de Peñarol, su eterno rival, sirvió para aumentar la leyenda de Luis Suárez, que se marchó del terreno de juego visiblemente emocionado al disputar su último encuentro con el equipo de su vida. Ahora, el delantero charrúa tiene entre ceja y ceja el Mundial de Qatar, posiblemente su última oportunidad en una cita planetaria de hacer algo grande con su país, lo que cerraría con broche de oro la trayectoria de uno de los mejores delanteros del siglo XXI.