Llega la hora de Manolo Márquez
El próximo domingo Manolo Márquez tendrá ante sí el reto más exigente de su carrera. Visita el campo del intratable líder, un Barcelona que solo conoce la victoria y que acostumbra a triturar a los visitantes del Camp Nou. Una misión titánica para una UD que llega en un mar de dudas tras la dolorosa derrota ante el Leganés.
Las cuentas de un calendario tan exigente al inicio iban saliendo. Derrotas ante rivales inalcanzables como Valencia, Atlético de Madrid y Sevilla, y triunfos sobre otros más terrenales (Málaga y Athletic Club). Pero el Leganés rompió los pronósticos, asaltó con facilidad el Gran Canaria y dejó en una posición comprometida al equipo. Lo que iba a ser un encuentro, el del Barcelona, donde dar la cara era premio suficiente, se convierte en una cita en la que si no se puntúa podrían surgir problemas. Vuelve a coquetear con los puestos de descenso el equipo amarillo y después de dos derrotas consecutivas, una tercera cuestionaría la labor de Manolo Márquez. Pero más que por los resultados, que sin ser buenos tampoco son catastróficos, por la sensación de falta de identidad del equipo. No se sabe aún a lo que juega este nuevo proyecto del entrenador catalán y la imagen del otro día, la de un Jonathan Viera solo, desesperado y sin socios ante el Leganés, creó impotencia y terminó con bronca al equipo por parte del respetable.
Difícilmente será el Camp Nou la plaza donde por fin Las Palmas imponga su juego y defina su propuesta, pero por mucho que se visite el feudo de un gigante, se le exigirán responsabilidades al equipo. Puntuar sin importar las formas o, al menos, mejorar la imagen de los últimos días aunque se regrese de vacío a la isla. Evitar, precisamente, actuaciones como la de la temporada pasada con aquel bochornoso 5-0. Después lo visto en los últimos compromisos, otra lavada de cara podría ser insostenible para este cuerpo técnico.
Si Márquez quiere un espejo al que imitar, ahí está la última visita al campo de uno de los transatlánticos. Todavía se recuerda la gesta del Santiago Bernabéu donde se rozó la victoria (3-3) y Las Palmas completó uno de los mejores partidos de era Setién. Aunque quizás eso sea pedir demasiado para un equipo aún en construcción y que todavía busca su estilo propio. En cualquier caso, el último tropiezo genera obligaciones en el Camp Nou, cuando el objetivo era llegar a este potro de tortura que es el Barça, sin urgencias ni presiones. Pero son los resultados los que van marcando los objetivos y la meta del próximo domingo en la Ciudad Condal será la de volver a ver a una Unión Deportiva reconocible y digna en un foco mediático incomparable. Ahí Manolo Márquez tendrá mucho que decir, por lo que ante el Barcelona llega su hora.
