La ilusión del nuevo Atlético frente a la realidad del duopolio
Simeone afronta su decimoquinta temporada con una plantilla reforzada y la exigencia de pelear por todos los títulos contra el Barça y el Real Madrid
David Hernández
Madrid
Miércoles, 13 de agosto 2025, 18:35
Simeone afronta el reto de ganar algún título esta temporada después del esfuerzo realizado en la dirección deportiva, ya que el Atlético es uno de ... los clubes con más ajetreo a lo largo del verano. Casi 20 movimientos entre altas y bajas dejan una plantilla renovada y con un toque más rejuvenecido, que buena falta le hacía a Simeone. Las aspiraciones de alzar el título de Liga estarán determinadas por el desempeño de los dos transatlánticos Barça y Madrid y también el aguante del Atlético, que el año pasado fue campeón de invierno, pero en marzo se desinfló hasta terminar a doce puntos del liderato. A priori, la profunda renovación acometida le da más posibilidades de codearse con los mejores.
El sueño del Cholo y de toda la afición colchonera pasa por conseguir su primera Champions, pero si en Liga el reto es difícil, en Europa se antoja peor. El desliz del Mundial de Clubes demostró que al equipo todavía le falta algo para competir contra los grandes favoritos, aunque eso no quita que no pueda desempeñar un gran papel. En la primera fase, el año anterior, fue el quinto mejor clasificado y este año aspira a repetir éxito en la fase regular y esperar más suerte en los emparejamientos. Simeone necesita construir su equipo a medida que avancen rondas, de forma similar a lo que hizo Luis Enrique en el PSG. Por ello, a pesar de la dificultad del reto, el Atlético mantiene intacta la ilusión.
La sensación de la pretemporada es que Julián Álvarez será el jugador más importante para Simeone tras recibir el testigo de Antoine Griezmann. Seguramente ha mejorado en defensas con la llegada de Hancko, Ruggeri y Marc Pubill, pero está por ver si en el centro del campo se ha reforzado bien con Johnny Cardoso, Álex Baena y Thiago Almada o acusará una ausencia tan sensible como la de Rodrigo De Paul en la construcción del juego. También podría ser la última temporada para algunos veteranos como Koke, el referido Griezmann o Jan Oblak. El Cholo dispone de muchas piezas este año, la última el delantero Giacomo Raspadori, pero debe optimizarlas o, de lo contrario, ocurrirá lo habitual de competir, pero quedarse con la miel en los labios.
Champions en San Mamés y La Cerámica
El Athletic regresa a la máxima competición europea once años después, y de nuevo afronta el gran desafío bajo la dirección de Ernesto Valverde. Durante la pretemporada, los leones han disputado encuentros contra rivales de la élite europea, como el Liverpool o el Arsenal, para adquirir la mentalidad necesaria desde bien temprano. La renovación de Nico Williams le convertirá en el jugador estrella del Athletic tanto en Liga como en la Champions.
El año pasado, el equipo bilbaíno se quedó con la miel en los labios tras caer en semifinales de la Liga Europa frente al Manchester United y este año espera por lo menos hacer un buen papel, superar la liguilla y disfrutar de la aventura. A la espera de Aymeric Laporte, el único fichaje destacado es el del exosasunista Jesús Areso en el lateral derecho. Con una plantilla fiable, pero quizá algo corta en su fondo de armario, el Athletic haría bien en no distraerse y focalizarse sobre todo en la Liga, el mejor camino para seguir jugando en Europa año tras año.
El Villarreal disputará su quinta Champions y querrá repetir la hazaña de llegar a semifinales como en 2022, cuando cayó ante el Liverpool. Aun así, la plantilla no es la mejor de estos años y la baja de Álex Baena puede ser un factor que condicione la temporada. Pese a la polémica llegada del ghanés Thomas Partey, gran jugador pero en libertad condicional por cargos de violación y agresión sexual, Marcelino García Toral tendrá trabajo por delante con un equipo algo limitado, pero que siempre compite.
El año pasado, los groguets alcanzaron esa quinta plaza con gran mérito, pero en parte también porque no jugaron competición europea y tenían más descanso. Siempre existe el riesgo de que tanto el Athletic como el Villarreal acusen el sobreesfuerzo que supone siempre competir en el torneo de la regularidad y en la máxima competición continental.
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