Secciones
Servicios
Destacamos
Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.
Sevilla y Real Madrid hicieron honor a la tradición de sus duelos en el Pizjuán y en la enésima batalla entre ambos en Nervión derrocharon intensidad y un sinfín de alternativas. Hubo tramos de partido para uno y otro, con el autogol de Alaba golpearon los locales, indultados por la falta de acierto del Madrid, acudió al rescate Carvajal y al final lo que suele ocurrir en estos casos: reparto de puntos que no disgustó a ninguno.
Pese al tradicional empuje del Pizjuán en estos partidos convertidos en pequeños clásicos de la Liga, el conjunto blanco fue contundente en su puesta en escena. Bellingham, de más a menos, encontró a Vinicius al espacio para amenazar y posteriormente cayó ante Nyland en el área local antes de que Valverde rematase a la red sin premio. Había fuera de juego milimétrico previo del inglés, involucrado en todas las jugadas polémicas pues también vio puerta mucho después de que De Burgos Bengoetxea parase el juego por una discutible falta a Ocampos.
Se esperaba con expectación el primer cara a cara entre Sergio Ramos y el equipo en el que se convirtió en una leyenda del fútbol español. Lo cierto es que el central de Camas rindió a buen nivel, contundente en la zaga y peligroso como siempre en el juego aéreo.
En el inicio Vinicius fue un constante dolor de cabeza para el veterano Jesús Navas, aunque como Bellingham, también se fue diluyendo. Pese a todo su comienzo fue una buena noticia para Ancelotti, que ya tiene a uno de sus mejores recursos en plena forma tras su lesión muscular. Le costó al Sevilla pisar terreno rival pero se desperezó con Ocampos, que aprovechó un error de Carvajal en la salida de balón y cedió en el área para Rakitic, cuyo disparo de zurda salvó bajo palos el lateral de Leganés para arreglar el entuerto.
Sevilla
Nyland, Navas, Gudelj (Badé, min. 77), Ramos, Acuña, Soumaré, Sow (Lamela, min. 87), Rakitic, Lukebakio (Suso, min. 67), En-Nesyri (Rafa Mir, min. 87) y Ocampos.
1
-
1
Real Madrid
Kepa, Carvajal, Rüdiger, Alaba, Mendy (Fran García, min. 88), Tchouaméni (Camavinga, min. 67), Valverde (Modric, min. 67), Kroos, Bellingham, Rodrygo (Joselu, min. 79) y Vinicius (Brahim, min. 88).
Goles: 1-0: min. 74, Alaba, en propia puerta. 1-1: min. 78, Carvajal.
Árbitro: De Burgos Bengoetxea (Comité Vasco). Amonestó a Ramos, Ocampos, Vinicius, Soumaré, Camavinga y Lamela.
Incidencias: Partido de la jornada 10 en Primera disputado en el Ramón Sánchez Pizjuán ante 41.212 espectadores.
El arreón del Sevilla animó el duelo en un ida y vuelta vibrante, tan bonito para el espectador como estresante en los banquillos. Acuña también la pifió en el inicio de la jugada y solo el oficio de Navas evitó que Vinicius se saliese con la suya en velocidad, con espacio, como tanto le gusta al carioca.
Fueron minutos de enorme intensidad, tanta que tras el pico el ritmo fue decayendo de camino al descanso. Había bajado ya sus revoluciones el nuevo Sevilla de Diego Alonso cuando Ramos, otrora héroe madridista, se convirtió en verdugo para evitar sobre la misma línea y a bocajarro el 0-1 de Alaba tras una falta botada por el cartesiano Kroos. Acabó mejor el Madrid, que congeló de nuevo el ímpetu local con un enorme pase en largo de Rüdiger y la posterior volea de Vinicius, atajada por Nyland.
El paso por los vestuarios reafirmó las sensaciones del Madrid, mucho más cerca del gol en el inicio de la segunda parte. Kroos disparó desviado y Rodrygo, últimamente peleado con el gol, se topó con otra parada de Nyland, titular con Mendilibar y también con Diego Alonso, al que dio la razón en su apuesta.
Perdonó el conjunto de Ancelotti y dejó pasar su mejor momento. Con el duelo enredado en la disputa el italiano remodeló la sala de máquinas con Modric y Camavinga. Enfrente, el Sevilla trató de explorar algunas de las debilidades en el juego aéreo que el Madrid evidenció ante el Atlético en el Metropolitano. Mucho centro lateral y la sensación de peligro que siempre acompaña a En-Nesyri en las alturas. Precisamente en el intento desesperado por frenar al marroquí Alaba convirtió un centro de Acuña en fuego amigo para Kepa, que hizo lo posible por impedir el gol en propia del austriaco.
Estalló la bombonera de Nervión pero la alegría hispalense duró un suspiro, hasta que Carvajal ejerció de rescatista con un gran testarazo en el primer palo tras el centro del siempre preciso Kroos. Carletto, que había amagado con varios cambios, valoró la igualada y dejó la revolución en la sustitución de Rodrygo por Joselu.
Prometía el tramo final con el empate y dos equipos a tumba abierta. Kepa evitó el guion de película con un paradón ante el remate de cabeza de Ramos, sello de la casa, y el epílogo del choque lo deslució una tangana tras la disputa entre Vinicius y Nyland. Ancelotti, cauteloso con el clásico a la vuelta de la esquina, retiró del campo al brasileño, amonestado. Dio por bueno el empate en un escenario siempre complicado, más aún tras otro cabezazo de Ramos, esta vez no tan atinado como en aquella final de Lisboa que el entrenador italiano no olvida.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.