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El Metropolitano, estadio en el que comenzó aquel mítico ¡baila, Vini, baila! que incendió a la afición rojiblanca contra el futbolista del Real Madrid hace ya 24 meses, volvió a protagonizar una imagen de bochorno después de que el derbi madrileño tuviera que ser detenido en el minuto 68, después de tres avisos, por el insistente lanzamiento de objetos al portero belga Thibaut Courtois, cuya placa en el 'Paseo de los Jugadores Centenarios', situada en la Avenida de Luis Aragonés, fue vandalizada un día más. Un derbi más.
El colegiado Mateo Busquets Ferrer, debutante en este tipo de duelos entre eternos rivales, suspendió durante algo más de diez minutos el partido después del 0-1 de Militao tras asistencia de Vinicius en una jugada ensayada en el saque de una falta. No gustó al Metropolitano el tanto del defensa brasileño, cuya airada respuesta, verbal y también con lluvia de objetos desde uno de los fondos, fue a su vez contestada con la paralización del envite. «Se recuerda a los aficionados que está prohibido el lanzamiento de objetos al terreno de juego». Pese a que desde la megafonía pidieron a los asistentes que no lanzasen nada y que corría el partido riesgo de suspenderse debido a ello.
Courtois insistió al árbitro sobre la situación y volvió a entregarle varios mecheros y botellas, mientras seguían lloviendo cosas en el área del Real Madrid. «Yo no puedo jugar así», decía el cancerbero. Giménez, Koke y Simeone, entre otros, se dirigieron al fondo para hablar con los aficionados que se sitúan donde se ubica el Frente Atlético, y reclamarles parar. «Hay que jugar, hostia», dijo el capitán a los mismos a los que al finalizar el partido dieron las gracias mientras parte del estadio se unió en abucheos.
Los momentos previos a la suspensión del derbi.#DeportePlus pic.twitter.com/tOKiGU2WLD
— Fútbol en Movistar Plus+ (@MovistarFutbol) September 29, 2024
La policía hizo acto de presencia estableciendo un perímetro de seguridad cerca de los banquillos y también alrededor del fondo sur. El encuentro volvió a jugarse con un saque de puerta de Courtois, al que siguieron insultando hasta el final.
El belga volvió a vivir un recibimiento hostil en el estadio en el que defendió la portería durante 154 ocasiones. Con las gradas hasta arriba y un ambiente de cita especial, su nombre no pasó desapercibido durante el anuncio de las alineaciones. Los decibelios para recordarle que no era bienvenido se igualaron con el turno de VInicius, que de estas hostilidades también sabe un rato y donde un sector le llamó «diferente» en los aledaños, en una incómoda noche para el brasileño. El Metropolitano es junto a Mestalla el escenario donde el '7' del Real Madrid ha sufrido más capítulos racistas. En el pasado, pero aún en la memoria del jugador, está el muñeco colgado en la M-30 por miembros del Frente Atlético.
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Pedro Rodríguez
LaLiga supervisó todo lo que ocurría en torno al derbi y avisó el día antes de que castigaría cualquier estrategia para poder atacar al brasileño sin consecuencias penales.
El brasileño, que pisó el cesped de uno de los puntos geográficos marcados en rojo por su animadversión hacia su persona, justo después de la tercera condena penal dictada en los últimos meses por insultos racistas hacia él, estuvo más relajado que de costumbre en el otro fútbol, aunque tuvo que escuchar el sonido de viento en cada ocasión que tocó el esférico así como cuando fue sustituido por Endrick en el minuto 87.
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