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El Betis elige el camino difícil para doblegar al Celtic
Grupo G / Jornada 1

El Betis elige el camino difícil para doblegar al Celtic

El equipo sevillano rozó el KO con el 0-2 tras un inicio muy malo pero dos arreones doblegaron a los escoceses a pesar de la emoción final

Miércoles, 15 de septiembre 2021

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El Benito Villamarín se viste de gala para el regreso del 'EuroBetis'. Más de dos años después del final de su última aventura por el Viejo Continente, ante el Rennes en dieciseisavos de final de la Europa League 2018-19, el conjunto sevillano afronta una nuevo reto en la segunda competición continental y lo hace debutando en su feudo ante un clásico, el Celtic de Glasgow, un conjunto que aunque le acompañe en mayor o menor medida el nivel deportivo, siempre cuenta con un aura especial.

Los católicos, que tras casi una década de hegemonía en Escocia la pasada campaña cedieron el trono en favor de su eterno enemigo, el protestante Rangers, se perfilan como el gran rival del Betis en la lucha por la clasificación para la fase eliminatoria. Toda vez que el Bayer Leverkusen parece favorito y el Ferencváros húngaro un paso por debajo del resto, un triunfo frente al conjunto dirigido por el griego Angelos Postecoglou sería un gran paso al frente para comenzar.

El Celtic no atraviesa por una de sus mejores épocas en Europa ni tampoco en Escocia, donde es quinto tras dos tropiezos en cinco jornadas, incluida la derrota en el 'Old Firm' contra el Rangers en Ibrox hace un par de semanas. Pese a su condición de sempiterno participante en las competiciones del Viejo Continente acumula ya cuatro temporadas sin alcanzar la fase de grupos de la Champions, un torneo en el que en sus últimas dos intentonas no ha pasado de la segunda ronda clasificatoria. En la Europa League y antes en su antecesora, la Copa de la UEFA, el equipo de las rayas horizontales verdes y blancas no supera los dieciseisavos de final desde la campaña 2003-04, cuando fue eliminado por el Villarreal en cuartos. Mucho más atrás quedan en el tiempo aquellos legendarios 'Lisbon Lions', que lograron en 1967 la primera Copa de Europa para el fútbol británico.

Pese a esa sensación de cierta decadencia en el rival, el cartel se presume atractivo para la afición bética, que tras reencontrase con su equipo en Liga ahora también pretende dar color verdiblanco a Europa. Será sin la presencia de la afición del Celtic, todo un clásico en cada viaje del conjunto católico con sus banderas irlandesas y el tono también verde y blanco. A pesar del regreso de las aficiones a los estadios todavía no podrá desplazarse en masa a Sevilla, la ciudad donde su equipo vivió la última noche de gloria continental con la final de la UEFA en 2003 ante el Oporto, que se disputó en La Cartuja.

Todo apunta a que el chileno Manuel Pellegrini, que tiene la baja segura de Youssouf Sabaly y las dudas de Marc Bartra y Diego Lainez, dará la alternativa a su compatriota Claudio Bravo en la portería. En principio será una de las pocas concesiones a la rotación de hombres para evitar la acumulación de minutos y rodar al grueso de la plantilla. Así, habituales hasta ahora en Liga como Víctor Ruiz, Guido Rodríguez, Canales o el canterano Rodri apuntan al once, con la previsible presencia de internacionales como Miranda y Guardado, que descansaron el fin de semana tras sus convocatorias con la sub-21 española y la absoluta mexicana, y otra oportunidad para Willian José después de las buenas sensaciones en su estreno en la segunda parte del duelo contra el Granada en Los Cármenes.

Regreso triunfal del 'EuroBetis', pero a través del más difícil todavía. El conjunto verdiblanco tenía ante el Celtic un compromiso inicial pero también trascendental para superar la fase de grupos de la Europa League y quién sabe si por aquello de los nervios del regreso al Viejo Continente dos temporadas después, cuando se quiso dar cuenta la fiesta había derivado en drama. Un 0-2 figuraba en el marcador cuando el portugués Jota se plantó mano a mano ante Bravo para finiquitar prácticamente el partido, pero entonces emergió la mano salvadora del chileno y despertó un equipo que dos arreones después mandaba 4-2. Por si las emociones no hubieran sido ya suficientes, con la victoria en sus manos los hombres de Pellegrini se complicaron la vida un poco más con un tanto escocés que mantuvo las espadas en todo lo alto hasta el último segundo.

Curiosamente, el Celtic, que tiene acostumbrado al aficionado europeo a ese estilo rudo y directo propio del fútbol británico de otro tiempo, pareció quererle discutir la posesión de balón al Betis en los primeros minutos. El conjunto católico dio una gran impresión de partida pese a su inicio dubitativo en la liga escocesa y heló el Villamarín con un tanto de Ajeti cargado de incertidumbre, pues el croata Jovic lo anuló por estimar que el suizo había tocado con la mano, un extremo que descartó la revisión en el VAR.

El resultado iba de la mano con las sensaciones sobre el verde, pues el Celtic penetraba en el entramado defensivo bético como el cuchillo en la mantequilla. La réplica la puso Guardado de cabeza, ante la reacción acertada del exinternacional inglés Joe Hart, que de nuevo tuvo que sudar para detener un disparo de Fekir. Parecía tomar oxígeno el Betis después del comienzo complicado, pero fue un espejismo. Turnbull avisó desde fuera del área y ya la congoja local alcanzó se situó en máximos con un penalti de Bravo sobre Ajeti que Juranovic ejecutó con maestría.

Betis

Bravo, Montoya, Edgar, Víctor Ruiz, Miranda (Álex Moreno, min. 68), Canales (Roberto González, min. 81), Guardado (William Carvalho, min. 68), Joaquín (Ruibal, min. 54), Fekir (Guido Rodríguez, min. 68), Juanmi y Borja Iglesias.

4

-

3

Celtic

Hart, Juranovic, Carter-Vickers, Starfelt, Ralston, Rogic, Turnbull, Soro (McCarthy, min. 56), Montgomery, Ajeti y Jota.

  • Goles: 0-1: Ajeti, min. 15. 0-2: Juranovic, de penalti, min. 27. 1-2: Miranda, min. 32. 2-2: Juanmi, min. 35. 3-2: Borja Iglesias, min. 51. 4-2: Juanmi, min. 57. 4-3: Ralston, min. 87.

  • Árbitro: Fran Jovic (Croacia). Amonestó a Soro y Carter-Vickers, por el Celtic, y a Guardado, Fekir, Ruibal y Moreno, del Betis.

  • Incidencias: Partido de la jornada 1 en el grupo G de la Europa League disputado en el Benito Villamarín ante 30.893 espectadores.

Por si la cosa no estuviese suficientemente fea, Jota encontró una auténtica autopista para plantarse ante Bravo, que estuvo valiente en la salida para desbaratar un remate del portugués que hubiera enterrado definitivamente las opciones béticas. El panorama era sombrío, pero con todo en contra emergió la figura de Miranda. El internacional sub-21 español primero amagó con un disparo al palo y luego descargó el golpe en un balón que nunca dio por perdido en área escocesa y acabó llevándose ante la multitud rival para ejecutar sin dilación.

Algún resorte se activó entonces no solo en el Betis, sino también en el público del Villamarín, que entró al fin en ebullición. Joaquín sacó la varita y la puso en profundidad para Borja Iglesias. El 'Panda', en lugar de cegarse ante la puerta rival, detuvo el tiempo por un segundo y puso el pase de la muerte para Juanmi, que descargó la furia bética sobre un Celtic aturdido por el vendaval, pero que aguantó ya el empate hasta el final de una primera parte trepidante.

El descanso pareció darle una tregua al Celtic. Pareció, porque primero Juanmi estuvo a punto de llegar a un remate franco y luego el que sí llegó y además de espuela fue Borja Iglesias, que hizo bueno con magia el centro de Canales. La remontada estaba ya completa, pero el Betis no levantó el pie del acelerador. Olió la sangre e hirió aún más al Celtic con un mal despeje escocés que Juanmi convirtió en su particular doblete con una volea ajustada al poste.

La cosa parecía vista para sentencia pero el conjunto escocés, fiel a la tradición combativa, no se rindió. Ajeti marcó de nuevo, pero en fuera de juego, y Rogic se topó con el palo. A tenor de lo visto, Pellegrini no se cortó en blindarse con la entrada de William Carvalho y Guido Rodríguez. Cuando se vislumbraba ya el final y las pulsaciones habían bajado, un tanto de Ralston a través del balón parado, un arma más propia del fútbol escocés, le dio al duelo otra chispa más de emoción. Demasiada, pensarán los béticos, al final contentos con los primeros tres puntos en el regreso a Europa.

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