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Tampoco en Brasil. La carrera de Jesé Rodríguez sigue cayendo en picado y ni su aventura en el Coritiba, equipo al que llegó tras quedarse en paro, le ha permitido levantar cabeza. El exjugador de la UD, que ya ha tenido varias incursiones en campeonatos extranjeros (Francia, Inglaterra, Portugal, Turquía e Italia), todas marcadas por la fugacidad y nulo impacto, pretendía levantar el vuelo al otro lado del Atlántico y en un país de marcada tradición por el fútbol, pero, transcurridos casi tres meses desde su desembarco, no hay señales de vida por su parte.
En el Coritiba, que en breve descenderá de categoría, Jesé únicamente acumula 78 minutos, repartidos en cinco encuentros diferentes. No ha sido titular y tampoco ha estrenado su casillero goleador. Por si fuera poco, en los dos últimos compromisos ni tuvo la oportunidad de participar, ya que su entrenador, Thiago Kosloski, optó por otras alternativas.
El propio Kosloski se ha pronunciado respecto al ostracismo que vive y con un recado implícito: «Su rendimiento ha mejorado. Después de la preparación especial que tuvo al llegar a Brasil, fue ganando minutos, pero estamos peleando por evitar el descenso y como entrenador tengo que dar espacio a los que están más preparados«.
Con 30 años y un panorama del todo incierto en su actual destino, a Jesé se le agotan las balas para propiciar ese despegue que persigue y no termina de cuajar. Tras salir de la UD de malas maneras en junio de 2022, ha pasado, sin pena ni gloria, por las filas del Ankaragucu turco y la Sampdoria de Italia. El pasado verano se vio obligado a entrenar en solitario ante la falta de propuestas que le sedujeran y no fue hasta el pasado 9 de septiembre cuando se anunció su nueva etapa en el Coritiba. Una nueva etapa que, como las anteriores, está siendo un fracaso mayúsculo.
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