Fútbol femenino

Cuando el balompié canario alzó la mano

Una muestra clara de este cambio de paradigma lo ejemplifica el Costa Adeje Tenerife, que una temporada más se codea entre los mejores equipos en la Liga F, sumando esta campaña victorias de postín ante rivales como el todopoderoso Atlético Madrid (2-1) y copando los primeros puestos de la liga de las mortales, en la que se excluyen los portaviones tanto de la capital de España como el Barcelona.

Además, la Segunda RFEF se ha convertido en un nicho perfecto para el crecimiento y desarrollo del talento de las islas, con siete equipos canarios compitiendo con rivales del pedigrí del Getafe, Málaga, Elche o Cáceres. Es el caso de la UDG Tenerife B -segundo en la tabla con 27 puntos-, el Real Unión -cuarto con 25- o el Fundación de Tenerife -quinto con 23-. Junto a ellos conviven clásicos como el Juan Grande -22-, el recién ascendido Guiniguada -20-, el Femarguín -12- y el Unión Viera -10-. Estos dos últimos, habituales de la formación en Gran Canaria, se encuentran inmersos.

No obstante, este efervescente apogeo tiene su letra pequeña. De hecho, varios de esos equipos dependen en su desarrollo de las subvenciones institucionales, un aspecto positivo que permite impulsar el crecimiento del talento isleño en edades cada vez más tempranas, pero que genera una dependencia que no ha permitido aún quemar nuevas etapas.

Tres equipos canarios llegaron a renunciar este año a su respectiva eliminatoria de Copa al no poder afrontar los costes logísticos y de organización -unos 3.000 euros-. Además, los estadios siguen sin llenarse pese a los esfuerzos de promoción por un fútbol cada vez más atractivo. En cualquier caso, en las Islas compiten actualmente 99 equipos entre la Liga F, Primera y Segunda RFEF, Primera Nacional, Preferente y Territorial. el fútbol canario continúa al alza, pendiente de importantes cambios para consolidarse entre la media nacional.

Posiblemente por ese aislacionismo que ha vivido el balompié canario con respecto al fútbol del resto del territorio, lo cierto es que solo cuatro jugadoras isleñas han tenido el orgullo de vestir la rojigualda hasta la fecha.

María José Pérez ha sido la pionera en estas lides. De hecho, la actual jugadora del Costa Adeje Tenerife es prima del actual jugador del Real Betis, Ayoze Pérez. Ya a los 18 años debutó en Primera División con el Sabadell y es, en la actualidad, la máxima goleadora en la historia del conjunto tinerfeño, siendo internacional en hasta diez ocasiones, incluyendo un gol con la elástica nacional durante ese periodo.

Sandra Hernández comparte vestuario y experiencia en la selección, disputando un total de seis encuentros -un gol incluido- tras haber defendido en el pasado la camiseta de equipos como el Barça y el Valencia.

Andrea Sánchez Falcón es otra de las futbolistas canarias que han jugado con la Roja en hasta 11 ocasiones. Forjada en el Unión Viera, cuenta en su haber con un currículum más que envidiable, defendiendo los colores de clubes como el Atlético de Madrid, el FC Barcelona, el América de México y en la presente campaña defiende los colores del Benfica portugués. Cabe reseñar que en el club lisboeta, la aruquense se ha erigido como una de las grandes estrellas, metiéndose en en la Champions tras eliminar en la fase previa al Cliftonville, al SFK Riga y al Apollon y firmando en tres partidos dos goles y un título, en este caso la Supercopa.

En el caso de Misa Rodríguez, se ejemplifica de manera nítida la situación del balompié canario. Una jugadora forjada en la cantera del Yoñé y del Femarguín -entre otros clubes de formación isleños- que posteriormente consiguió dar el salto al Atlético de Madrid, recalar posteriormente en el Real Madrid y catapultarse finalmente en la selección nacional, primero con la sub-19 -siete partidos- y posteriormente con la absoluta.

En definitiva, un año en el que el balompié canario alzó la mano para salir del anonimato y mostrar que tiene un espacio más que importante en el panorama nacional e internacional tras décadas de anonimato.