Ayestarán, destituido como entrenador de la UD

La UD batió anoche un nuevo récord en su historia. Y con 68 años, ya es decir. El despido de Pako Ayestarán, hecho público pasada la medianoche tras una reunión de urgencia de la dirección deportiva en las dependencias del estadio, implica la llegada de un nuevo entrenador sin haber acabado noviembre. Y jamás en la cronología de la institución se había producido esta circunstancia a estas alturas del calendario. La UD estrenará otro técnico, y ya serán tres, con la llegada de diciembre y una vez consumido el crédito de Ayestarán. Sus ayudantes, David Caneda y José Viela, también se desvinculan.

De momento se negocia la llegada de un sustituto, mientras que se opta por Paquito como puente de transición, pero es segura la adquisición de un nuevo jefe en la banda. Toda una afrenta para un proyecto que arrancó con los mejores propósitos, con adquisiciones como Vitolo y ambiciosos objetivos, pero con clamorosos errores en la elección de los entrenadores. Manolo Márquez, que dimitió por sentirse «desubicado» a la conclusión de la sexta jornada (con dos victorias y cuatro derrotas), fue un patinazo en toda regla que se ha visto multiplicado con Ayestarán, que aterrizó con ayudantes incorporados y mando en plaza (defenestró a Rafa Cristóbal, empleado histórico que ahora vuelve a la dinámica del primer equipo) y que ahora sale por la gatera con una estadística que espanta (ver cuadro adjunto).

Ramírez avanzó lo que sucedería cuando, en el túnel de vestuarios, se refirió a las protestas del público: «No podemos ir en contra de una mayoría». Esa mayoría a la que se refería era una afición que volvió a pitar a la UD y a reclamar de manera enérgica soluciones inmediatas. Desde hace semanas se barruntaba un despido que, al fin, se materializó anoche. En la entidad entienden que no es demasiado tarde para iniciar una nueva etapa con otro profesional en la banda.

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