«En Segunda importa más el equipo que sus nombres»
El defensa central tinerfeño, que defendió los intereses de Las Palmas Atlético durante la temporada 2013-14, se verá las caras este domingo contra una Unión Deportiva a la que no cierra puertas de cara a un futuro. Con la permanencia bajo el brazo, pone en valor al colectivo y resta importancia a las individualidades. «La clave está en la solidaridad», enfatiza.
- Tras el empate en Zaragoza y la derrota del Rayo Majadahonda, al fin sellaron matemáticamente la permanencia. De no ser así, se la hubieran jugado este domingo ante la UD Las Palmas. ¿Cómo lo vivieron?
- La verdad es que era el partido clave si no lo hubiéramos conseguido ante el Zaragoza. Gracias a dios no llegamos a la última jornada jugándonos la vida.
- Imposible, con vistas al último choque de la temporada, no mencionar su pasado amarillo. ¿Qué recuerdos guarda todavía de su etapa en Gran Canaria?
- Ya te digo, fue una etapa muy bonita de mi vida. Es cierto que no pude demostrar lo que creo que hubiera podido enseñar, pero esto es fútbol y fui muy feliz. Además, tengo muy buenos amigos allí como son Maikel Mesa e Iñigo Ruiz de Galarreta. Y al final, cuando sumas los recuerdos que viviste allí con los amigos que tienes, todavía se hace más emocionante. Yo pasé de jugar en Tercera División en el equipo de mi barrio a hacerlo en Las Palmas Atlético. Y luego pasé al fútbol profesional. La UD fue el equipo que me dio la oportunidad de estar donde estoy ahora y de haber jugado ya lo que he podido jugar.
- ¿Cómo ha visto esta temporada? La Unión Deportiva hizo fichajes de renombre para pelear por el ascenso y se quedó en nada. Ustedes también estuvieron durante un tramo del curso metidos en la promoción.
- Esta temporada había muchos gallitos para el ascenso, pero al final son los bloques los que pueden conseguirlo. Equipos como el Almería, que nadie daba ni un duro por ellos, han dado la sorpresa y se quedaron muy cerca de entrar en los playoffs. Lo mismo el Albacete, que ahí está. No tenía cartel de favorito y mira el apretón que ha dado. En Segunda importa más el equipo que sus nombres.
- Esta categoría exige mucho. ¿Es tan dura como parece?
- Es muy dura. Nosotros hemos sufrido muchos cambios de una temporada para otra y se acaban notando. Siempre piensas que no va a pasar factura, pero acaba pasando. Al final, no destacas tanto como equipo con tanto cambio y lo importante es destacar por un bloque, no por los nombres propios. La clave es que un equipo sea solidario y, a partir de ahí, crecer.
- ¿Tanta cara nueva y tanto cambio acaban pasando factura?
- A nosotros también nos ha pasado. Ha habido muchos cambios. Desde la directiva, hasta el cuerpo técnico, pasando por los jugadores. Es juntar a gente que no se conoce, entender una idea de juego y cuesta bastante más. Muchos cambios son arriesgados, pero esto es fútbol y al final es lo que prima.
- En el ámbito personal, este año ha lucido hasta el brazalete de capitán de su equipo. ¿Cómo ha sido esa experiencia para usted?
- Desde que llegué al Numancia he estado siempre muy cómodo. He ido cogiendo peso de manera paulatina. Ya el año pasado jugué un papel importante dentro del grupo y el vestuario me eligió como uno de los capitanes. Es un orgullo para mí, por lo que representa y por lo que significa. Estoy muy contento aquí. Soria es un lugar muy tranquilo, es idílico para crecer como futbolista y he tenido la suerte de caer en un buen grupo y ganarme la confianza del entrenador.
- Habla de esa estabilidad necesaria para encontrar el crecimiento personal. ¿Qué papel juega la felicidad para mejorar como futbolista?
- Que alguien apueste por ti es muy importante. Yo estoy muy agradecido porque aquí han apostado siempre por mí. Creo que es de bien nacido ser agradecido. No puedo tener ni media palabra mala con el Numancia. Después de las dos malas experiencias que tuve en Las Palmas y en el Leganés, donde no encontré las oportunidades, es complicado que alguien apueste por ti. Aquí lo hicieron y yo creo que he devuelto esa confianza con partidos buenos, que es lo importante en este deporte.
- El verano pasado se especuló con su posible regreso a la UD. ¿Llegó el club amarillo a contactar con usted de manera formal?
- Me llegó que estaba en una preselección de jugadores para Las Palmas, pero creo que todo se quedó ahí. No llegó a más. No hubo nada concreto.
- Acaba contrato en junio de 2020, ¿cuáles son sus planes de futuro?
- Efectivamente. Acabo contrato dentro de un año y en el fútbol nunca se sabe. La verdad es que estoy muy contento aquí, pero todo el mundo busca crecer y nuevas metas. Yo estoy muy contento, pero no puedo saber el futuro, y menos viendo cómo está hoy en día este deporte, con equipos muy potentes y que mueven mucho dinero.
- Después de un buen año en lo individual, tendrá muchas novias.
- Ya ahí no entro. El objetivo de este equipo era salvarse y lo hemos conseguido. Ahora, una vez acabe, ya habrá tiempo de mirar las cuestiones personales, pero ya te digo, a día de hoy no he estado centrado en nada de eso. Mis agentes son los que se encargan de estos temas, en el caso de que lo haya. Pero no era lo primordial, ni mucho menos lo principal, así que, en ese sentido, no tengo nada pensado.
- ¿Se plantearía volver a vestir de amarillo si le llegase una oferta de Las Palmas?
- Hombre, pues sí. Mi novia es de Gran Canaria y es algo que pesa mucho para mí. Tener cerca a mi pareja y a mi familia es importante. Lo meditaría al igual que cualquier otra opción. De momento no pienso en eso, solo quiero desconectar y cargar las pilas. Ya se verá, habrá tiempo. Jugar cerca de casa siempre es un aliciente.