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IGNACIO S. ACEDO
Las Palmas de Gran Canaria
Jueves, 7 de enero 2021
En la UD han encajado el revés copero sin dramas, con la premisa básica de privilegiar la Liga («lo que nos da de comer», dijo explícitamente Maikel Mesa, el miércoles, en su condición de capitán) y sabiendo que el recorrido en el torneo del ko era finito. Pero es que, además, la actual edición de la Copa, marcada por las restricciones de acceso al público a los clubes profesionales, anulándose cualquier ingreso en concepto de venta de entradas, acentúa más si cabe su naturaleza deficitaria.
De hecho, a la UD le han causado importantes pérdidas los dos encuentros que ha disputado en esta campaña (Varea y Navalcarnero) y existía ya la certeza (y resignación) de que así seguiría siendo en las rondas siguientes de haber accedido a las mismas. Ni haber recibido en el Gran Canaria a un equipo de Primera División, opción más que factible de haber superado este corte, hubiese supuesto alivio alguno con las gradas precintadas.
«Para perder energías en encuentros y viajes, si teníamos que desplazarnos, y que nos iban a pasar factura luego el fin de semana y dejarnos, también, miles de euros que ahora necesita como nunca nuestra economía, mejor salir de la Copa del Rey ya. El prestigio de la entidad demanda salir siempre a ganar y una autocrítica sincera si, como ha sucedido, se cae ante un rival de inferior categoría. Pero, una vez consumada la eliminación, y sin vuelta atrás, lo mejor es mirar para adelante pensando que el ahorro físico y financiero que va a suponer nos vendrá bien en otros frentes», razona una voz de rango en la entidad.
Y desde ese posicionamiento práctico, que no justifica un resbalón ante un Segunda B aunque sea un accidente que abunde, el Atlético de Madrid es el último y más notorio ejemplo luego de perder frente al Cornellá, la consigna en la UD es encarar el futuro sin facturas de ningún tipo tras la derrota en Madrid. Así se expresaron tanto Mel como los jugadores que se pronunciaron en voz alta justo después del 1-0 descalificante.
Desde ayer, con el reencuentro del grupo al completo, tanto los que formaron parte de la última expedición como los que se quedaron en Gran Canaria, todos han convenido resetearse, dejar en borrón lo del Navalcarnero y coger impulso de nuevo con el buen sabor de boca que dejó la victoria frente al Espanyol.
Y por muy sembrado de minas que venga el calendario, con Mallorca y Leganés, dos candidatos al ascenso, como inmediatos oponentes, la recuperación de hombres como Araujo, Sergio Ruiz o Ale Díez, recién salidos de la enfermería y ya con sus primeros minutos para ir a más, así como la inminente disponibilidad de otras piezas de importancia como Pejiño o Aythami van a potenciar sobremanera las opciones propias de adquirir regularidad. Y que esto se proyecte en el escenario más importante, el que condiciona ilusiones y presupuestos: la Liga.
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