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El Dreamland Gran Canaria necesita ganar este viernes para forzar el tercer y definitivo encuentro de la final de la BKT EuroCup 2024-2025. Una cita considerada de alto riesgo por las connotaciones políticas que implica la presencia de un equipo israelí y, en este caso, por unos aficionados que ya han dejado su huella en otras canchas por Europa.
Unos 150 aficionados del Hapoel Shlomo Tel Aviv fueron escoltados por la policía nacional hasta sus localidades en el recinto de Siete Palmas y no se cruzaron con los activistas propalestinos que se estaba manifestando en contra de la celebración de este partido en la calle Fondos del Segura.
El club claretiano vendió entradas únicamente a sus abonados y usuarios de la plataforma Koobin para evitar que aficionados israelíes se colocaran en otras zonas del pabellón y no en la acotada para la afición visitante.
Sin embargo, el Granca detectó que un número de abonados adquirieron entradas para los aficionados hebreos, por lo que los controles de seguridad han sido más exhaustivos y solicitando la identificación mediante el DNI para que no accedieran.
Asimismo, dentro de la picaresca de los aficionados del Hapoel han intentado entrar con camisetas puestas del Dreamland Gran Canaria y otros con fotos de acreditaciones en sus móviles. La seguridad privada del Granca está teniendo bastante trabajo.
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