El Granca le dura cinco minutos a un Real Madrid estelar

Cinco minutos duró la resistencia del Herbalife Gran Canaria en la primera batalla, al mejor de tres, del Playoff ante un Real Madrid estelar. El 12-11 que lucía por entonces en el WiZink Center mutó hacia un 34-11 casi definitivo, tras los primeros diez minutos, y un 56-30 al descanso que dejó sin opciones a un cuadro claretiano que cuando volvió a meterse e igualar las fuerzas ya solo le quedó caer con honor (103-79).

Al Granca se le podría echar en cara muchas cosas en esos primeros diez minutos. Recordó más al de la primera vuelta que al que brilló en la recta final de la fase regular. Pero tampoco sería justo, teniendo en cuenta los números de un Madrid de otra galaxia. Y tampoco le vale de mucho, teniendo en cuenta que le toca volver a jugar, esta vez en el Arena, con las cuentas aún más claras.

Los de Pablo Laso sabían que tenían que dar primero en un cruce corto y no solo lo hicieron sino que borraron del mapa a un Herbalife descafeinado, nada que ver con aquel que cerró el curso al mismo nivel (de resultados) que su rival de cuartos. De poco le valió su mejoría tras el descanso, más allá de terminar un duelo con mejores sensaciones. Aún le queda vida al Granca… Aliento y opciones, las cosas como son, parecen que no tanto.

Tavares y Okoye protagonizaron las primeras canastas del duelo (4-4). El Granca aceptó el reto físico inicial de un Madrid afinado y que exigía, como de costumbre, el máximo y un poco más a los amarillos (9-9 tras el primer triple del encuentro, que llevó la firma de Tomas Dimsa).

Con las piernas frescas, el intercambio de golpes fue la tónica habitual. Costello realizaba trabajos extras para, junto a Balcerowski, sostener a Tavares, pero fue Laprovittola, con seis puntos seguidos, el que abrió la primera brecha para los madrileños con nueve puntos seguidos (21-11), lo que obligó a parar el partido por primera vea a Porfi Fisac para reordenar a los suyos.

En busca de puntos, el técnico de los amarillos reclutó por primera vez a Albicy, que se hacía cargo de la dirección de juego y dejaba a Slaughter de dos, con más licencia para disparar. También entraron Beirán, Diop y Shurna, pero nada de eso le funcionó ante un Madrid desatado y que alargaba su renta hasta un +23 (34-11, 22-0 de parcial) con el que sellaba unos primeros diez minutos ofensivos al alcance de pocos mortales.

Tyus abrió más la brecha en la primera jugada del segundo cuarto, mientras Dimsa, por fin, lograba anotar para los amarillos y cortar su gafe (36-13). Ni con el viento muy a favor se tomó un descanso una escuadra madrileña notable en defensa y sobresaliente en ataque (41-19).

Albicy acudió al rescate de los claretianos. Siete puntos seguidos del base galo (41-22) aliviaron la paliza de un Madrid que seguía refrescando las piernas con piezas de calidad (entraron Llull, Couseur y Garuba).

La mejoría isleña, sin embargo, no le sirvió de mucho para recortar las distancias pero sí, al menos, para ponerse a la altura de un conjunto merengue muy cómodo y superior (50-28, a 2.38 para el descanso). Y fue a más un Madrid, que con una defensa al límite y un ataque estratosférico fulminó, en dos cuartos, a un Gran Canaria superado en cuerpo, alma y en todo lo demás (56-30).

Enseñó los dientes, al fin, el Granca tras la vuelta de los vestuarios (57-37 tras parcial 1-7). Slaugthter comenzó a meter; Albicy lo bordaba a los mandos y, además, entraban los triples de Matt Costello (63-45).

Ayudó que el Madrid bajó el pistón, a pesar de los gritos de un Laso que pedía más y más a los suyos para impedir que la mejoría claretiana no causara más problemas de los necesarios (76-84 a falta de un cuarto).

Se acercó tanto el Herbalife en el tercer cuarto (22-34 de parcial), que obligó a Pablo Laso a reclutar a primeras espadas en el juego decisivo. Insistieron los amarillos en la remontada imposible, pero con el viento muy a favor, al Madrid solo le bastó con ir contestando cada canasta isleña hasta el 103-79 final que le vale para seguir contando con el factor cancha y tener dos oportunidades para llevarse el billete a la semifinal. El Granca aún sigue vivo, claro. Que no es poco.

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