El Efes, otra vez campeón de Europa, deja al Madrid sin undécima

En un duelo tremendamente igualado, cumplió el Efes con el papel de favorito con el que se presentó en el partido definitivo y frustró a un Real Madrid que, después de dar el golpe en semifinales frente al Barça, soñaba con proclamarse de nuevo campeón, pero se estrelló desde el exterior (6 de 33 triples para un 18% de acierto) y no tuvo jugadores de la capacidad resolutiva de Micic ni de Pleiss. El expívot de Baskonia, Barça y Valencia que pasó de ser un tapado a erigirse en uno de los principales artífices del éxito turco.

Si en la final del pasado año fueron Micic y Shane Larkin los verdugos del Barça, frente al Real Madrid repitió el genial base serbio y apareció para sentenciar Pleiss, que se aprovechó de la ausencia de Eddy Tavares desde mitad del tercer cuarto y en casi todo el último parcial. Tras exhibirse Tavares en la primera parte (12 puntos y siete rebotes al descanso), el pívot caboverdiano se fue al banquillo y ya no regresó hasta casi el final del encuentro, cuando el encuentro ya estaba inclinado a favor del Efes, con Pleiss imparable y Micic letal en el lanzamiento lejano (cuatro triples de siete intentos).

Tuvo el Real Madrid una máxima ventaja de nueve mediado el tercer cuarto (40-31), pero tras la tercera personal de Tavares y la desaparición del pívot madridista emergió la determinante figura de Pleiss, para relanzar al Efes hacia la corona continental. También colaboró de nuevo en el éxito del Efes Larkin, uno de los cuatro únicos jugadores que acabó con dobles dígitos en ataque y cuya velocidad y penetraciones a canasta desesperaron a un Madrid excesivamente limitado. Solo con Tavares era imposible pensar en que fuese suficiente.

Cumplió el Madrid en defensa, pero fracasó en ataque, y el rey de Europa no pudo recuperar el trono del Efes, que dejó a los blancos en solo ocho puntos en un tercer parcial para olvidar del rey de Europa. El conjunto de Ergin Ataman empezó a realizar ahí un ejercicio de resistencia mental, empujado atrás por un despliegue físico que anuló las ofensivas de los madridistas y delante por los puntos de Pleiss y el desequilibrio de Micic y Larkin, dos astros muy complicados de frenar, como ya tenían asumido Laso y sus jugadores.

Entre el pívot alemán y los bases serbio y estadounidense, hicieron inútil el gran partido de Tavares (14 puntos y 11 rebotes para 20 de valoración) y factor -junto a la agresiva defensa de equipo- al que se agarró el Real Madrid para imponerse, con protagonismo absoluto del caboverdiano, en una primera mitad en la que el Efes se mostró muy nervioso y desacertado. Sin embargo, en ataque los blancos también estuvieron muy precipitados e imprecisos (0 de 8 triples en el primer parcial).

El pésimo tiro exterior, salvo en momentos muy puntuales en el segundo cuarto, continuó sin embargo hasta el final, mientras por fin despertó Larkin antes del descanso para ser decisivo para que el Madrid no se escapase de más de siete y la diferencia solo fuese de cinco al descanso (34-29). En la reanudación, con ambos equipos tremendamente atascados, ya sin los puntos y rebotes de Tavares y tras un pobre porcetaje también en triples del Efes (4 de 17 al descanso), fue Pleiss quien comenzó a martillear a los madridistas por dentro y por fuera. Y aunque el campeón nunca logró adquirir una ventaja mayor a tres puntos -la primera con 42-45 al inicio del último cuarto-, ahí ya comenzó a atibarse que la Copa de Europa se iba a quedar en Estambul.