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Así lucía el pasado viernes el Estadio de Gran Canaria. arcadio suárez
Esto es por ustedes, afición

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hoy, 21.00 horas ·

La vuelta más esperada. La UD abre el curso ante un coloso, pero no estará sola: regresa la hinchada

Kevin Fontecha

Las Palmas de Gran Canaria

Domingo, 15 de agosto 2021, 01:00

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Al fin. Más de un año y medio después, regresa la verdadera esencia del fútbol. Y es que luego del sufrimiento y del cambio de vida abrupto que provocó la maldita pandemia del coronavirus, la afición retorna a las gradas. En aforo reducido y respetando las medidas de seguridad sanitarias, sí, pero vuelve. El Estadio de Gran Canaria se vestirá de gala para inaugurar el curso 2021-22 ante todo un coloso, el Real Valladolid, recién descendido y firme candidato para un billete hacia la élite. Pero enfrente estará la UD, un equipo renovado y que en pretemporada exhibió virtudes ante combinados de gran magnitud, cayendo solo frente a un Sevilla de Champions y sacando músculo contra escuadras como el Cádiz, Espanyol o los Wolves de la Premier League.

Con las energías renovadas y el impulso de la grada, donde los ecos de los gritos de los futbolistas dejarán paso a los cánticos, los aplausos y los ánimos de la gente, Las Palmas quiere prolongar la sonrisa veraniega. Es el debut más esperado. La afición lleva desde marzo de 2020 sin poder vivirlo en primera persona, sufriendo desde la pequeña pantalla. Pero llegó la hora. Es el momento. Y por eso el elenco grancanario saldrá a morir esta noche. Sin miedos. Sin dudas. Y con la moral por las nubes sabiendo que el jugador número doce estará ahí, al lado, acurrucudando y empujando cuando fallen las fuerzas o pese la fatiga. Hay chicos como Pejiño o Sergio Ruiz, dos de los pilares ahora mismo del equipo y que ya encaran su segunda campaña como amarillos, que todavía no saben lo que es jugar con público en el recinto de Siete Palmas.

Este año la mentalidad del vestuario, con los que han llegado y los canteranos que ya se han empapado de experiencia, es más ambiciosa. Centrados en ir partido a partido, pero con los puestos nobles de la tabla clasificatoria desde ya entre ceja y ceja. El nivel de exigencia subirá y está avisado ya desde la presidencia. El cuerpo técnico, con Pepe Mel a la cabeza, quiere devolver (y peleará) a Las Palmas a Primera División. El precio será caro porque la categoría de plata exigirá regularidad y fortaleza durante todo el campeonato. Hay conjuntos hechos para el asalto a la élite. Aun así, en la isla nadie renuncia a soñar con volver.

Afronta Mel el choque con garantías y la enfermería vacía, que ya es un regalo después de una pretemporada intensa y viendo cómo transcurrió el año pasado entre lesiones y covid-19. El esquema puede mutar durante la batalla contra el Valladolid y varias plazas en el once están muy competidas, pero sobre el papel el madrileño podría apostar por el 4-3-3 y el debut de Moleiro en el horizonte. En la portería, un regreso muy esperado: Raúl Fernández. El meta vasco se sentirá futbolista dos años después. En línea defensiva, cuatro hombres: Lemos (derecha), Benito (izquierda) y Raúl Navas y Ferigra en el eje de la zaga. Por delante todo hace indicar que Sergio Ruiz y Loiodice fabricarán juego en una sala de máquinas donde podría entrar el juvenil Alberto Moleiro, sensación de la cantera. En el tridente ofensivo, una banda será para Peñaranda, otra para Pejiño, mientras que Jesé Rodríguez buscará el gol como hombre más adelantado.

Con todo, comienza una nueva era en la UD. Con un equipo joven, hambriento y que, por fin, estará arropado por los suyos. El plástico de las butacas vacías dejará paso al aliento de la gente. Y ya ese, sin duda, es el verdadero triunfo. Ahora toca a los jugadores, que están deseosos de volver a acariciar la pelota con miles de personas animando, brindar la primera victoria del curso. No lo va a poner fácil el Valladolid de Pacheta, casi con la misma plantilla que compitió en Primera hasta hace unos meses. Pero la pasión, de entrada, la pone el Gran Canaria.

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