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Los mitos grecolatinos, el arte primitivo, África, América, Europa, Canarias, la universalidad, las vanguardias de la época, la libertad y la democracia frente al franquismo, los sueños y la belleza en sus distintas connotaciones son elementos que, en mayor o menor medida, están presentes en la serie 'Afrocán' del escultor grancanario Martín Chirino, que ahora aflora gracias a la exposición que desde este viernes y hasta el próximo 18 de septiembre se puede visitar en una de las salas de Casa África y en la Fundación de Arte y Pensamiento del propio artista, en el Castillo de La Luz de su ciudad natal, fruto del apoyo de la Fundación Azcona y Caixabank.
'Afrocán. El oráculo del viento' ve la luz también en papel. Ya que así se titula el segundo volumen de la Enciclopedia Martín Chirino que ve la luz junto con esta muestra y que ha escrito Antonio Manuel González Rodríguez, que a su vez comisaria la exposición.
Este proyecto editorial arrancó con 'Reinas Negras', escrito por Alfonso de la Torre que también comisarió la muestra del mismo título en la Fundación.
Las esculturas que llevó a cabo Martín Chirino dentro de 'Afrocán' son el punto neurálgico de la exposición, pero su protagonismo está contextualizado. Tanto con una serie de impactantes máscaras, sobre todo africanas, así como piezas de dos artistas que el propio creador isleño reconocía que le apasionaban e influyeron: Ángel Ferrant y Julio González.
'Afrocán' abrió una vía, desde lo particular a lo universal, filosofía que marcó siempre la existencia y la creación de Chirino. Se erigió como un puente tricontinental -América, África y Europa- y un compromiso estético, vital y hasta político con su tiempo, según Manuel González Rodríguez.
Esta serie supone «un reflejo de la proyección clásica mediterránea de Martín y es que sus claves estéticas se inician en el mundo grecolatino», apunta este especialista que mantuvo largas charlas con el escultor fallecido hace tres años.
Considera que estas piezas reflejan «la búsqueda de una identidad compleja y universal» emprendida por Chirino, que se sustenta en buena medida en mitos clásicos como el de Dédalo, que según la mitología griega fue el creador del laberinto cretense y que en la fragua Chirino «reflejaba en la espiral, emblema de sus esculturas».
«Dédalo nos ha enseñado a volar al salir del laberinto, de ahí los aeróvoros de Martín. También le colocó ojos a las estatuas y así nos enseñó a ver. Martín Chirino por su parte nos ha enseñado a ver el mundo con sus espirales y con 'Afrocán', en la misma medida que África con sus máscaras. El artista nos ha enseñado a ver la cultura canaria, así como la africana y la americana», explica González.
Destaca este especialista que 'Afrocán' supone «una mirada fértil hacia una cultura lejana y maravillosa como la africana» y un novedoso enfoque a lo que se consideraba como «el primitivismo», lejos de la visión despectiva occidental del siglo XVIII para apegarse a «una vuelta al estado primordial natural, a la esencia».
Jesús María Castaño, director general de la Fundación de Arte y Pensamiento Martín Chirino, reconoce que 'Afrocán. El oráculo del viento' cuenta con «dos montajes muy distintos». Uno «minimalista», en una de las salas de Casa África y compuesto por un par de piezas de la serie Afrocán del escultor grancanario junto a máscaras africanas de gran formato y otra más extensa y contextualizada en la sede de la Fundación, donde piezas como 'Afrocán 23', en bronce dorado, 'Oölogy', 'Petrecanes' y 'Aeróvoro (4) conviven con máscaras, esculturas como 'Cabeza de hombre acostado', de Julio González, cuatro dibujos de Ángel Ferrant o 'Campeón: La máscara negra', gouache y tinta sobre papel de Alexander Rodchencko.
En la muestra figura una copia del Manifiesto de El Hierro, del que se cumplen 46 años y que contó con Martín Chirino como uno de sus firmantes en busca de «identidad y libertad de creación», apunta José Segura, director general de Casa África, que calificó a este artista como «un intelectual progresista que transgredió barreras y fronteras entre lo real y lo imaginario».
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