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Los paisajes marinos de Las Canteras, el paisaje urbano de su ciudad natal, la vela latina, los nadadores que tanto le inspiraban tras llevar a sus hijos al Club Natación Metropole y cómo la pintura figurativa por la que en un principio transitaba Sira Ascanio (1946-2017) fue evolucionando hacia otros territorios más abstractos pueblan desde este jueves y hasta el próximo 22 de julio la galería Manolo Millares/Elvireta Escobio del Cicca de la capital grancanaria.
'Regresar a su mirada (1946-2017): Obra revisitada' es el título de la exposición que según su comisario, Javier Cabrera, «devuelve a la actualidad» el rico y variado universo creativo de esta pintora grancanaria, uno de los más brillantes exponentes de la denominada como generación del 40, cuyo paso por la Escuela Luján Pérez fue determinante.
«Sira Ascanio pasó primero por la Escuela de Arte y Oficios. Después fue a la Escuela Luján Pérez, donde se formó y comenzó a socializar con la pintura y el mundo artístico. Después pasó por los talleres de Arte Actual, que organizaba en los años 80 el Cabildo de Gran Canaria y donde comenzó a preocuparse menos por lo figurativo, se liberó de los conceptos clásicos y abrió su mirada. Ahí nació un contexto diferencial en sus creaciones y hasta en la forma de acometer las obras», apunta Javier Cabrera a modo de rápidas pinceladas en torno a la evolución de Ascanio.
«Fue una pintora notablemente figurativa, pero poco a poco comenzó a evolucionar hacia una cierta abstracción», añade Cabrera sobre esta creadora que fue parte del Grupo Artístico Espiral y que también fue miembro fundadora del Grupo Artístico Taller, junto a Juan Marqués, Ricardo Montesdeoca, Manolo Lezcano, y Fran Guillén, entre otros.
Uno de los aspectos que llamará rápidamente la atención al visitante de esta exposición es la abundante presencia de piezas en gran formato.
«Sí, le gustaban mucho, pero sobre todo se debía a su participación en exposiciones colectivas, ya que hizo una sola individual», aclara Javier Cabrera, que acompañó a Sira Ascanio en las aventuras expositivas 'Hespérides. El jardín interior' y 'Anastomosis', que tras estrenarse en la sala La Regenta de la capital grancanaria, recalaron en La Granja, en Santa Cruz de Tenerife, y que cuentan con piezas en esta nueva exposición.
'Anastomosis' también se expuso en su momento en la Sala de Arte Cabildo Insular de Fuerteventura y la Casa de la Cultura de Puerto del Rosario; en el Castillo de San José, en Arrecife; y en el Convento de San Francisco, en Santa Cruz de La Palma.
'Regresar a su mirada (1946-2017): Obra revisitada' aporta también una mirada a una Sira Ascanio inédita. Incluye un apartado de obras sobre papel, «en su mayoría inéditas», asegura el comisario de la exposición, junto a grabados y creaciones digitales realizadas en el ordenador en sus últimos años de vida, cuando la enfermedad contra la que luchó durante media vida comenzaba a ganar la batalla.
Junto a este apartado se pone en valor su labor como ilustradora en publicaciones de distintos escritores. «Fue una labor que llevó a cabo en distintas ocasiones. Incluso con libros míos, de lo que me siento muy orgulloso», dice Javier Cabrera.
«Sira fue una mujer que nunca se preocupó por destacar, ni por su imagen social, aunque sí que trabajó en muchos proyectos civiles, sobre todo relacionados con la defensa de la mujer y la igualdad. Recuerdo, por ejemplo, que hizo varios carteles para el 8 de marzo e ilustró el libro 'Revuelto de isleñas', de Teresa Iturriaga y María Dolores de la Fe», pone Cabrera como ejemplo.
La presentación a los medios de comunicación de la exposición se llevó a cabo ayer en el Cicca, con la presencia de Ciro Gutiérrez, hijo de la artista, Manuel Lobo, vicepresidente de la Fundación La Caja de Canarias, el mencionado Javier Cabrera y Francisco Fernández, representante de la Consultora Auren, entidad patrocinadora.
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