Piedra Pómez vuelve al Cuyás con una clase muy particular de «física 'cuéntica'»

El dúo cómico Piedra Pómez regresa un año más al Teatro Cuyás con el espectáculo '¡Cuánto cuento!', en el que reinventan las historias de siempre, como 'Blancanieves' o 'El Gato con Botas', para adaptarlos a una realidad actual utilizando para ello la «física cuéntica».

El espectáculo, este sábado 4 de enero desde las 19.30 horas en el recinto de la calle Viera y Clavijo de la capital grancanaria, ahondará en los universos que rodean a los cuentos infantiles, qué hay detrás de esas historias que los padres transmiten a los hijos desde hace décadas, pero también imaginarán nuevos personajes y ofrecerán nuevas propuestas de héroes y heroínas, según detalló ayer el dúo en rueda de prensa.

Paco Santana y Gregorio Figueras, Piedra Pómez, cumplen 37 años sobre los escenarios y, para esta ocasión, han querido entrar en la «física 'cuéntica'» e ir más allá de lo que siempre han contado en las historias infantiles.

«Es un espectáculo para toda la familia, pero no específicamente para niños. '¡Cuánto cuento!' es una forma de jugar con la física 'cuéntica', y tocaremos todos los palos», detalló Santana en la rueda de prensa en la que presentaron su nueva propuesta, acompañados de la consejera de Cultura del Cabildo de Gran Canaria, Guacimara Medina.

En este caso, los cuentos serán solo la excusa para profundizar en cuestiones de la realidad actual, al tiempo que hablarán «de intimidades de esos personajes», como suele ser habitual con Fefa y Sioni, los alter ego de Piedra Pómez sobre las tablas, recordó Gregorio Figueras.

Después de casi cuatro décadas haciendo comedia, Santana admitió que la clave es que se siguen atreviendo a salir al escenario y en su capacidad de retorcer el lenguaje para usarlo en favor del humor, uno de los secretos del éxito que han cosechado.

«Nos nutrimos de la realidad, nos metemos en lo que ya hemos vivido, y le damos la vuelta... Una palabra nos lleva a otras, porque el lenguaje es algo que nos encanta», insistió el humorista.

Santana y Figueras coincidieron en que el humor no puede ser «gritar o decir palabrotas», sea cual sea el altavoz. «El humor tiene la sonrisa acompañada en el mensaje», defendió Santana, quien censuró que se dé al público el humor de grito y palabrota, que se reirá por supuesto, pero que también busca «algo más, y a esta gente hay que saberle dar lo que pide». Figueras apuntó que la cultura «en realidad es la libertad, y sin cultura, no hay esa verdad», añadiendo que la calidad de los espectáculos «empieza por uno mismo» y que, en ese sentido, ellos se exigen mucho para poder seguir conectando con el público 37 años después.

Aprovechando esta rueda de prensa, el dúo humorístico también quiso lanzar un alegato en favor de la libertad de expresión y de la pluralidad, sobre todo en las televisiones públicas.

Y que esa pluralidad de opiniones, según Santana, también se tiene que dar en cuanto a los humoristas y la comedia que se llevan a las televisiones públicas: «No puede ser que se le dé voz a unos, pero no a otros, o que te llamen las productoras para decirte qué temas tocar y cuáles no».

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