'Paraíso perdido' invita «a jugar y a soñar»
El Cuyás acoge este viernes y sábado, a las 19.30 horas, una versión libre y «espectacular» del clásico de Milton, dirigido por Andrés Lima
Desde su publicación en 1667, 'El paraíso perdido' de John Milton pasó a formar parte de los clásicos de la literatura anglosajona y universal. Este poema sin rima, narrativo, inspirado en el tema bíblico de Adán y Eva y con más de 10.000 versos ha sido adaptado a la escena. Esto invita a enfrentarse a un montaje sesudo, denso, complicado y para amantes de la literatura clásica. Nada más lejos de la realidad, el 'Paraíso perdido' que dirige Andrés Lima a partir de una revisión de Helena Tornero es «un espectacularazo», por momentos incluso divertido y «nada coñazo» que invita a «jugar» a un espectador que solo debe dejarse llevar y estar listo para que su imaginación cobre vuelo.
Al menos eso es lo que asegura el actor Pere Arquillué sobre la obra de cuyo reparto forma parte y que se representa este viernes y sábado, siempre a partir de las 19.30 horas, en el Teatro Cuyás de la capital grancanaria. «La gente se asusta cuando le hablas de que se trata de un poema épico. Aquí noto que no es excesivamente conocido, pero en Inglaterra es una cátedra, un gran clásico, un Dante», reconoce el veterano actor catalán.
«El montaje va más allá de lo que es una obra convencional. Ralla con un gran espectáculo, se canta en directo, hay proyecciones, un juego de luces extraordinario», lo que según Arquillué permite pergeñar en una apuesta escénica «lúdica, sin ser moral, de una fuerza extraordinaria».
Reitera que esta obra producida por el Teatre Romea, el Grec 2022 Festival de Barcelona y el Centro Dramático Nacional (CDN) «no es un espectáculo sesudo». Al contrario, se trata de «un montaje irreverente, donde hay sentido del humor, se interpela al espectador de una manera muy clara para que esté en estado puro porque se juega a que acabe conformando todo el espectáculo», defiende quien coprotagoniza este 'Paraíso perdido' junto a Cristina Plazas, Lucía Juárez, Rubén de Eguia, Elena Tarrats y Laura Font.
Hace hincapié en la idea del juego. «La pieza está llena de juego. Jugamos durante la hora y treinta y cinco minutos que dura. Soy un actor del juego, más de la escuela europea, que apuesta con jugar con el espectador», defiende. «No puedes ir al teatro como vas al cine. Hay que estar activo y reflexivo. Lo que va a pasar no volverá a pasar. Habrá otras funciones, pero no serán nunca iguales. Cada una es única. Me gusta el teatro que se trabaja y que invita al espectador a trabajar. Hablo de trabajar en positivo, como algo cognitivo, gratificante e incluso homeopático», añade.
'Paraíso perdido', que el director artístico del Cuyás, Gonzalo Ubani, apunta que es «el montaje o uno de los montajes de la temporada», se desarrolla como «una invitación a la imaginación, a soñar, dentro de un universo lleno de imágenes». «Es muy metafórico, invita a dejar volar la imaginación para completar los cuadros que se ven», destaca quien asegura que de una forma muy libre se respeta «la esencia, los aromas y colores» del legendario poema de John Milton.
Su personaje
Pere Arquillué da vida en este montaje a Dios. «Es un Dios divertido, gamberro, cachondo y a veces cabroncete. En el propio poema ya es narrador y autor, por lo que se lo guisa y se lo come todo. Esto permite un juego actoral que no es el convencional, por lo que se aleja de las maneras realistas y de poca altura poética, porque el personaje está un palmo por encima del suelo», explica a la vez que pone en valor la enorme libertad que Andrés Lima le concedió para dar vida a su personaje.
Además de dios, por el escenario aparecen satanás, Adán y Eva, así como culpa y muerte que catan, avanza el actor. Todos encuadrados dentro de una obra que reflexiona sobre la «rebelión, lo que conecta la obra con el mundo de hoy», sobre el teatro dentro del teatro y su significado como espejo del mundo real, y que a su vez «reivindica» la figura de la mujer.