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Unas cuarterías que se construyeron a finales del siglo XIX se convertirán en los próximos meses en un espacio de producción y creación al servicio de las compañías escénicas grancanarias, bajo el amparo del Teatro Cuyás de la capital grancanaria.
El recinto de la calle Viera y Clavijo mostró este martes por primera vez la nueva cara de este espacio de 400 metros cuadrados al que se puede acceder tanto desde el patio del propio teatro como desde la calle Domingo J. Navarro. Cuenta con una sala de 14x4 metros, una pequeña oficina, una sala para el equipamiento técnico, dos pasillos, un patio y tres baños, uno adaptado.
Gonzalo Ubani, director artístico del Cuyás, avanzó el plan de uso previsto para la sala 'Cuarterías', como se denomina el nuevo enclave. En un principio, servirá de apoyo para las compañías canarias que estén programadas en formato de residencia en la Sala Insular de Teatro (SIT) y en el Teatro Cuyás, si requieren de un tiempo extra para la creación de sus respectivas piezas.
Desde la Fundación Canaria de las Artes Escénicas y de la Música, que gestiona el Cuyás y la SIT, se pondrá en marcha en los próximos meses una segunda fase de uso, según Gonzalo Ubani, mediante la que este nuevo espacio se «alquilará durante unas semanas» a las compañías canarias que vayan a estrenar sus piezas en algún recinto escénico de la isla –no tiene que ser ni el Cuyás ni la SIT– para que puedan ensayar y ultimar sus creaciones.
La tercera vía será de «alquiler puro y duro» para actividades externas comerciales y culturales, añadió Gonzalo Ubani.
El director artístico del Cuyás aclaró que la sala 'Cuarterías' no se dedicará a la exhibición al público de montajes escénicos o musicales, salvo casos puntuales.
Estaba previsto que fuera el escenario de una parte de la doble entrega de la obra que cierra la actual temporada del Cuyás, 'Vania por Vania', los días 21 y 22 de junio. Finalmente, será la Sala Insular de Teatro la que acoja los dos días las funciones en pequeño formato y con todo el elenco de este montaje escrito y dirigido por Pablo Remón, a partir de las 18.00 horas. A las 20.30 horas de ambos días, el escenario del Cuyás también acogerá las funciones con toda su escenografía y con el mismo reparto, compuesto por Javier Cámara, Juan Codina, Israel Elejalde, Marta Nieto y Marina Salas.
La sala 'Cuarterías' es uno de los hitos con los que el Teatro Cuyás celebra este año su 25º aniversario. En la mañana de este martes se presentó a la corporación insular, a los medios de comunicación y a los gestores de los principales recintos de la ciudad, mientras que por la tarde se hizo lo propio para el público y para otras autoridades.
Durante el acto de la mañana, la actriz Alicia Ramos protagonizó una pequeña intervención en la que se puso en la piel de Josefina de la Torre, escritora, actriz y cantante grancanaria que también da nombre a una de las salas del Cuyás. Fue un breve pasaje de la obra 'Donde no habita el olvido', dirigida por Romina R. Medina, cuyo estreno absoluto acogió el Cuyás el pasado mes de marzo y en la que se revivía a las Sinsombrero, mujeres brillantes de la Generación del 27 que fueron silenciadas por sus propios compañeros artistas y por las autoridades posteriores. Entre ellas figuraba esta genial y polifacética artista grancanaria, fallecida en Madrid en 2002.
El acto de presentación de las 'Cuarterías' por la tarde, dentro de este 25º aniversario, incluyó el espectáculo 'The Disappearing Act', protagonizado por la bailaora y educadora británica de danza flamenca y ascendencia africana, Yinka Esi Graves. Actuó junto al guitarrista flamenco Raúl Cantizano, la batería y poeta Remi Graves y la cantante Rosa de Algeciras.
Durante su intervención en la presentación matutina, la consejera de Cultura del Cabildo de Gran Canaria, Guacimara Medina, destacó que la apertura de las 'Cuarterías' supone un nuevo impulso para las artes escénicas en la isla, ya que genera «arraigo» y a su vez «dinamiza» la actividad con este nuevo «espacio singular».
Por su parte, el presidente del Cabildo, Antonio Morales, subrayó en su intervención que el Teatro Cuyás «es el principal referente cultural de Canarias», una realidad, dijo, que es «fruto del trabajo de mucha gente y durante mucho tiempo».
Destacó que este recinto «ha superado muchas incertidumbres» durante sus 25 años de vida y que la apertura de este nuevo espacio de las 'Cuarterías' es «un acierto» y un nuevo «impulso» para completar su día a día.
Morales aseguró que esta nueva sala de producción será un espacio «de creación y libertad» en el «corazón de las artes escénicas de la isla», lo que ayudará también a potenciar «la vocación democrática de la cultura».
Alertó de los peligros que entraña el creciente «pensamiento conservador» que está creciendo en la actualidad. «Una vez pensamos, quizás ingenuamente, que los progresos democráticos y sociales eran irreversibles. Pero estábamos equivocados. Hoy se están revisando gran parte de los consensos que se había construido a partir de la Segunda Guerra Mundial y en el caso de España, durante y después de la Transición democrática. En este debate por las libertades y la igualdad, las instituciones no podemos ser equidistantes», explicó Morales.
En este sentido, puso en valor que el legendario actor Paco Rabal fue el primero en actuar en el Teatro Cuyás, donde un camerino lleva su nombre, como contrapunto a la polémica suscitada ahora en el municipio madrileño de Alpedrete, donde se ha querido retirar su nombre y el de su mujer, Asunción Balaguer, de una plaza y de la Casa de la Cultura.
El Cabildo de Gran Canaria era el propietario de la parcela en la que se erigían estas cuarterías, una serie de infraviviendas que fueron construidas en 1896 por el arquitecto Fernando Navarro.
La fachada original del inmueble se mantiene en la calle Domingo J. Navarro de la capital grancanaria, así como el pasillo interior en el que se distribuían estos pequeños espacios habitacionales.
A finales de octubre de 2021 se materializó la cesión de este espacio como espacio cultural y al año siguiente comenzaron las obras, que incluyó una compleja demolición. El coste del proyecto ha sido de 400.000 euros.
El pasillo interior entre el muro del patio del Cuyás y la calle Domingo J. Navarro fue conocido en su época como el Callejón de la Vica, que durante el siglo XIX atravesaba unas zonas de cultivo entre Triana y la avenida Primero de Mayo.
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