Raúl Arévalo: «Miente quien diga que la precarización no es cada vez mayor en el oficio»
El actor madrileño participa este viernes en las Jornadas de Cine que se desarrollan en el marco del 21º festival de la capital grancanaria
Muchas producciones audiovisuales pero con unas condiciones laborales cada vez más precarias. Hasta tal punto que solo con la suma de varios proyectos, los profesionales que participan en las mismas logran unos ingresos similares a los de antaño. «Miente quien diga que la precarización no es cada vez mayor en el oficio», reconoce el actor y director Raúl Arévalo (Madrid, 1979), que participa este viernes en la primera sesión de las Jornadas de Cine que se desarrollan en el marco del 21º Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria.
«La precarización es real. Es complicado de analizar y explicar, porque influyen muchos factores. Pero es indudable que la situación cada vez es más precaria, aunque hay bastante trabajo. Pero es que parece que últimamente todo vale, todo es cada vez menos profesional y eso me entristece mucho», apunta por teléfono desde Madrid el actor que participará en la mesa redonda junto a Candela Peña y José Coronado. Modera El Gran Wyoming y se celebra este viernes a partir de las 16.00 horas, en la Sala Miller del parque de Santa Catalina.
«Las plataformas nos dan de comer a todos y gracias a ellas hay más trabajo del normal. Es cierto que no hay que morder la mano que te da de comer, pero también es cierto que hay que ser sincero y crítico. Hay que analizar qué tipo de trabajos se llevan a cabo, hacia dónde vamos... Me preocupa, repito, el que todo vale. Cada plataforma es un mundo, por supuesto, pero lo que veo es que no se apuesta por hacer cosas de calidad, sino lo que importa es que haya mucho producto nuevo para que se pueda elegir. Veo cosas que me pregunto cómo es posible que se hayan producido. Imagino que es porque necesitan tener mucha oferta para que la gente elija. Pero toda esta reflexión me genera un bajón», reconoce quien rodó en 2019 parte del largometraje 'Black Beach', de Esteban Crespo, en la capital grancanaria.
Esta preocupante deriva creativa sobre la que alerta el intérprete de Móstoles se lleva por delante incluso muchos principios creativos que parecían intocables en el cine y hasta en la televisión. «Ahora se hacen productos de plataformas. En un año se ha pasado de anunciar una película de Pepito o de Fulanito a decir solo que es de Netflix o de Amazon. En los carteles anunciadores ya solo ponen que son de Netflix, ni siquiera el nombre del director. Se lleva años hablando de que las películas de presupuesto medio están desapareciendo. Desde fuera, no sé lo que dirán los productores, lo que es evidente es que hay algo que está cambiando. En cine, lo que impera es lo que llaman la película-evento, como las de Telecinco o lo que, más o menos, aquí se considera una súper producción. El resto son en su mayoría películas pequeñas, hechas para circuitos más reducidos y festivales nacionales e internacionales. No se trata de caer en una crítica sin sentido cuando están creando mucho trabajo, pero sí que hay que reflexionar sobre ello porque no sabemos hacia dónde vamos. Confío en que se debata sobre todo esto en las jornadas, porque vamos a coincidir profesionales de distintas edades, departamentos y con visiones», augura.
Cuando llega a sus manos una propuesta cinematográfica, televisiva o escénica, Raúl Arévalo la analiza en su conjunto. «Intento adaptarme al proyecto, pero dependiendo de todos los factores: director, guion, los compañeros de reparto y ya en el set, el equipo técnico», dice.
Reconoce que lo ideal es que la historia y su personaje sean capaces de removerle las tripas y atraparlo desde la primera lectura. «Eso no se da habitualmente. Te diría que, incluso, cada vez menos. Con tener trabajo ya me siento un afortunado. Ahora... cuando se da eso de que el proyecto te remueve las tripas, es la droga que tanto engancha a esta profesión de actor. Otra cosa que busco mucho es la experiencia humana dentro del proyecto con todos los compañeros, tanto artísticos como técnicos. Te diría que una de las cosas del oficio de actor que más valoro y que no siempre se da es el trabajo en equipo», confiesa.
Ultima el montaje del episodio que ha dirigido en 'Apagón'
En los días previos a su viaje a Gran Canaria, Raúl Arévalo se encuentra ultimando el montaje del sonido del capítulo que ha dirigido para la serie 'Apagón', de Movistar +. Ha llevado las riendas de una de las entregas de esta miniserie, al igual que han hecho Isa Campos, Rodrigo Sorogoyen, Isaki Lacuesta y Alberto Rodríguez. «Dirigir es lo que más quiero, lo que pasa es que últimamente he trabajo mucho como actor. Pero primero quiero ver cómo va mi vida y cómo va el sector, porque para volver a dirigir tendrá que ser con algo que me salga del alma. Como siempre ha sido, apostando por la autoría y no por las necesidades de las plataformas», apunta.
Reconoce que «últimamente» ha participado en proyectos en los que estaba deseando que acabaran. «Me ha pasado muchísimas veces, la verdad. Tengo que reconocer que tiene que ver también en cómo está cada uno en cada momento. He pasado épocas de mucho estrés que he llevado mal por mi parte. Así que se juntaban el hambre con las ganas de comer, porque el proyecto no era el mejor y yo no estaba en mi mejor momento», asume.
Tras su paso por Gran Canaria se tomará unos días de descanso en Tenerife, donde su novia rueda para una serie británica, su hermana trabaja como jefa de sonida en otra producción internacional y su cuñado también integra el equipo técnico de otra producción foránea. «No me ha llegado ninguna propuesta para rodar próximamente en Canarias, pero iría encantado. Eso sí, como te digo, me voy a tomar ahora un tiempo de descanso», apunta quien rodó en 2019 parte del largometraje 'Black Beach' en la capital grancanaria, bajo la dirección de Esteban Crespo.
