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Quino Falero lleva las riendas del espectáculo de danza contemporánea a partir de 'La Umbría', de Alonso Quesada. C7
Quino Falero: «Alonso Quesada lo mismo te hace reír que te sacude el alma»

Quino Falero: «Alonso Quesada lo mismo te hace reír que te sacude el alma»

El director, actor y dramaturgo desvela algunas de las claves del espectáculo de danza contemporánea 'La Umbría', que llega al Cuyás

ANDREA S. LEÓN

Las Palmas de Gran Canaria

Domingo, 30 de octubre 2022

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En el centenario de su publicación, 'La Umbría' se convertirá en un espectáculo de danza contemporánea de la mano de Quino Falero, quien firma y dirige la versión de la célebre obra de Alonso Quesada que, con el sello de Cyrano Producciones y el Teatro Cuyás del Cabildo grancanario, llegará el próximo mes de noviembre al citado espacio escénico de la calle Viera y Clavijo. El estreno de la obra será la culminación de un proceso creativo que el prestigioso director de escena lanzaroteño y su equipo compartirán con el público a través de la iniciativa 'Creando La Umbría', un proyecto que incluye cursos, ensayos abiertos, charlas y proyecciones, que ha producido la Sociedad de Promoción del ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria.

'Creando La Umbría' es proceso y culminará en forma de resultado. Una experiencia que intenta mostrar al público las cocinas del teatro en donde se prepara a fuego lento uno de los estrenos del año.

Según señala el director del montaje que llega al Teatro Cuyás el próximo mes de noviembre, 'La Umbría' «es un texto que me atrajo desde que lo leí hace muchos años. Tenía muchas ganas de trabajarlo para la escena y armar un proyecto para ponerlo en pie. Cuando lo estaba preparando pensaba en la corta vida que tienen los espectáculos que se producen en Canarias, debido a la escasa red de teatros que existe en nuestra comunidad y que no permite que los espectáculos permanezcan tiempo en la cartelera. Eso obliga a los creadores a generar obras que se estrenan y a las pocas representaciones ya se retiran de la programación porque no hay más espacios donde exhibirlas».

Falero recalca que «los procesos creativos de las artes escénicas son bastante desconocidos; mucha gente no sabe en qué consiste el trabajo de un director o de un escenógrafo, o un dramaturgo. Este desconocimiento sobre nuestro trabajo repercute en el escaso respaldo social que tenemos los trabajadores del Arte y la Cultura. De este análisis me surge la idea de buscarle mayor rentabilidad al proceso de creación, compartiéndolo con la ciudadanía, haciendo un proceso abierto y transversal que nos permita divulgar los procedimientos de trabajo de la creación escénica. A partir de esta idea, comenzamos a diseñar todas las actividades que van desde cursos, ensayos abiertos, lectura dramatiza de la obra, hasta charlas en bibliotecas con el equipo artístico».

La adaptación

La adaptación de la obra de Alonso Quesada en el centenario de su publicación supone además para Falero una responsabilidad añadida. «Sentirme responsable de mi trabajo es una condición indispensable. Además de la responsabilidad que supone haber convencido a las instituciones, empresarios, artistas y técnicos que participan, de que es un buen proyecto, le sumamos la responsabilidad de estar versionando libremente la obra de un autor tan emblemático y un texto donde hay tanto de sí mismo que, por si fuera poco, cumple cien años de su primera edición», explica el director que cuenta en su trayectoria con la dirección de más de una veintena de obras de dramaturgos como Rodolf Sirera, Secun de la Rosa, David Mamet, Nando López, Lorca, Irma Correa o Gregoire Delacourt, entre otros.

Quino Falero avanza cómo ha terminado por convertirse el poema dramático de Quesada en un espectáculo de música y danza. «Hacía tiempo que quería volver a trabajar con bailarines. Ya lo había hecho en varias ocasiones y sentía de nuevo la necesidad de trabajar desde la abstracción, teniendo como herramienta la poesía del cuerpo en movimiento. 'La Umbría' es un poema dramático, así lo llama el autor. En 'La Umbría' Quesada se vuelca en la construcción de imágenes y símbolos que van de lo local a lo universal. Este camino de la universalidad me llevó a considerar el cambio de lenguaje para contar la obra. Como obra dramática tiene, desde mi punto de vista, algunas fisuras e irregularidades en la carpintería teatral, pero hay un lenguaje poético que es muy inspirador. Las acotaciones son bellísimas y con multitud de referencias plásticas. El lenguaje coreográfico me permite ir a la esencia de las emociones y crear códigos de movimiento que conecten con la profundidad de los personajes y las situaciones de la obra», añade.

«Los fantasmas de 'La Umbría' conviven en el plano de los vivos interactuando con ellos«

En 'La Umbría' Alonso Quesada retrata la enfermedad, el miedo, la muerte y sus fantasmas. 'La montaña mágica' del modernismo grancanario en una isla atlántica durante la segunda década del siglo XX. Lo que más ha sorprendido de los textos del autor modernista al director es que «Quesada es un autor que lo mismo te hace reír con sus crónicas y su mirada socarrona sobre la sociedad de su época, que te sacude el alma con los versos de sus poemas. Sorprende cómo conecta con la universalidad partiendo de elementos tan localistas. En 'La Umbría', además, hay mucho de sí mismo, ya que él padecía también la tuberculosis como los protagonistas de su drama. Conocía muy bien la dicotomía salud/enfermedad que es el eje en el que se articula el argumento de la obra. Ese vínculo me resulta muy atractivo e inspirador».

Por ello, el ensueño y el misterio van a ser dos recursos relevantes en el espectáculo. Porque como recuerda Falero 'La Umbría' no es solo decadencia y tristeza. «El de Quesada es un teatro simbolista que prestaba mucha atención al mundo espiritual. Los fantasmas de 'La Umbría' conviven en el plano de los vivos interactuando con ellos. La decadencia y la tristeza, causadas por una enfermedad contagiosa y heredada, habitan la casa de la familia protagonista, pero también el deseo de salir huyendo».

«En el título de la obra, Quesada establece, para mí, la clave que me hizo volar en la creación de este proyecto: Poema dramático. Sólo la poesía puede ser el vehículo adecuado para mostrar el arte y sus símbolos, y sólo así puede la palabra conjugarse con las otras artes del espectáculo. La música y la danza, privadas de lo conceptual, pueden conservar la magia de la pieza simbolista, por eso, tanto la música como la danza, tienen en esta puesta en escena un lugar imprescindible para su representación. Había que convertir en música el sentimiento de Quesada y la situación de sus personajes», apunta.

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