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Ternura y dolor en una aventura crepuscular

Ternura y dolor en una aventura crepuscular

«El relato de este viaje oscila entre lo cómico y lo patético, el desgarro y la felicidad, la sorpresa y lo previsible»

Jueves, 1 de enero 1970

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El cineasta toscano Paolo Virzí (El capital humano, Todo el santo día, La prima cosa bella) recibió el encargo de hacer su primera película anglosajona y tomó la novela The Leisure Seeker, de Michael Zadoorian, para repetir la fórmula empleada en su anterior obra Locas de alegría, una road movie protagonizada por dos enfermas mentales en la que enmascara con carcajadas un drama mayúsculo. En esa ocasión, su propuesta fresca y sorpresiva fue reconocida con cinco premios Donatello y la Espiga de Oro de la Seminci.

Ahora, en El viaje de sus vidas el italiano vuelve a fijarse el mismo objetivo con otro periplo; el de una pareja de ancianos que huyen de sus hijos para vivir su última aventura: atravesar Estados Unidos en caravana para visitar la casa de Hemingway en Cayo Hueso.

La principal baza de Virzí en esta amena y emocionante odisea ha sido elegir a Helen Mirren y Donald Sutherland para interpretar a los ancianos.

Ella encarna a una mujer decidida y valiente que intenta viajar a través del tiempo para reavivar los recuerdos de su marido, que empieza a manifestar los efectos del alzhéimer. Él, a un entregado profesor de literatura cuya mente inestable guarda algunos secretos inconfesables que saldrán a relucir en su temeraria aventura crepuscular al volante.

La película serpentea por las carreteras infinitas de la costa Este nortemericana y oscila entre lo cómico y lo patético, el desgarro y la felicidad, entre la sorpresa y lo previsible. Por eso, quizá, el resultado general es irregular, con momentos demasiado forzados y otros realmente conmovedores.

También chirrían algunas escenas en las que los ancianos se dejan llevar por una vehemencia tan latina como el realizador.

Así y todo, las grandes interpretaciones de Mirren y Sutherland nos guían durante dos placenteras horas y media por un viaje a través del dolor, la impotencia, el placer, la pasión, la memoria, el amor, la enfermedad, el perdón y la redención.

Caminos dolorosos solo soportables con las grandes dosis de ternura que ambos actores insuflan a sus papeles.

Solo por ello merece la pena embarcarse en este viaje plagado de sonrisas y con un guion que, por instantes, busca de forma bastante burda la lágrima del espectador.

No desespere. El viaje da para mucho y, a menos que su corazón esté chapado en titanio, seguro que encontrará más de un elemento que le haga vibrar.

Ficha:

Italia, 112’

Título original: The Leisure Seeker Dirección: Paolo Virzì Guion: Stephen Amidon (basado en la novela de Michael Zadoorian)

Intérpretes: Helen Mirren, Donald Sutherland, Kirsty Mitchell, Robert Walker Branchaud, Joshua Mikel

Atención a:...

La cuidada banda sonora repasa algunos de los mejores temas de la música estadounidense de los años 70.

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