‘Gritos y susurros’

Este suplemento ya dedicó un monográfico a su figura el pasado 7 de julio, justo una semana antes de que se celebrase el centenario de su nacimiento. Pero conviene volver a fijarse en Ingmar Bergman, ya que los Multicines Monopol han decidido, con el buen gusto que les caracteriza, recuperar en una de sus salas una selección de los títulos más significativos de su filmografía para que los cinéfilos tengan la oportunidad de disfrutarlos en pantalla grande.

Desde ayer y hasta mañana –22.00 y 12.00 horas, respectivamente– , se proyecta Gritos y susurros (1972), uno de los más significativos ejemplos de cómo este genio del séptimo arte entendía y radiografiaba las relaciones humanas y familiares.

En concreto, este drama se desarrolla en una casa señorial de finales del siglo XIX y para su historia el director nacido en Upsala en 1918 se inspiró en lo que su propia madre tuvo que padecer en su familia. Gritos y susurros cuenta la llegada a la casa familiar de María y Karin. Estas hermanas tienen la intención de acompañar a una tercera, Agnes, que agoniza aquejada de un cáncer terminal. El cuarteto protagonista lo completa una sirvienta, cuya existencia está marcada por una fuerte creencia religiosa, y que mantiene un fuerte vínculo con Agnes. Esta situación límite se convierte en un caldo de cultivo para explorar las convicciones morales, éticas y religiosas que determinaban la existencia de todas ellas. La próxima semana, los Monopol culminan este tributo al autor de El séptimo sello con otra de sus magistrales creaciones. Se trata de El manantial de la doncella (1960), una fábula medieval en blanco y negro con la que logró un buen número de reconocimientos, incluido el Óscar de Hollywood.

Título: Gritos y susurros (Viskningar och rop).

Director: Ingmar Bergman.

Año: 1972.

Reparto: Harriet Andersson, Kari Sylwan, Ingrid Thulin, Liv Ullmann.

Espacio: Multicines Monopol.

• Temas
• Cine
• Cine