Hirahi Afonso, compositor y timplista
«El timple es parte de mi música, pero no es el protagonista»El artista grancanario compagina la composición de su nuevo disco con otros proyectos, dentro de un ideario que tiene grabado a fuego
A sus 28 años, el compositor y timplista grancanario Hirahi Afonso está consolidado como una de las voces más audaces del panorama musical isleño. Compagina su participación como músico dentro de otros proyectos como el de Olga Cerpa y Mestisay con una carrera en solitario que ha plasmado en dos álbumes hasta el momento. 'Memento' y 'Lo Puro'. El último fue el gran triunfador en los Premios Canarios de la Música 2024. Pese a ello, no se prodiga por los escenarios isleños con asiduidad, evita la «sobre exposición», sobre todo si su contratación nace de una concepción «politizada» del timple. El 12 de septiembre toca en Teror, en la 36ª edición del Encuentro de Música Popular Teresa de Bolívar.
-¿En qué momento creativo se encuentra? ¿Nos puede avanzar algunos detalles de sus próximos proyectos?
-Llevo un par de meses buenos currando con música nueva, compaginándolo con los bolos que voy teniendo con otros proyectos y con Olga Cerpa y Mestisay. Vivo en Cataluña y llevo tiempo encerrado en casa con amigos y músicos increíbles que tengo la fortuna de que me rodean para crear cosas nuevas. A ver qué sucede con todo eso. Espero que salga pronto. También estoy viajando mucho y haciendo múltiples conexiones y nutriéndome de otras músicas que fusiono con la propia. Creo que es lo más bonito de esta profesión, crear con muchas verdades y realidades que siempre nutren el discurso personal. Tengo la suerte de trabajar con mucha gente que tiene un bagaje increíble y una creatividad y una música espectaculares. Espero que cuando el disco salga se note que hay una transición con respecto a 'Lo Puro' y que no sea lo mismo.
«Lo más bonito es crear con muchas verdades y realidades que te acaban nutriendo»
- ¿El punto de partida volverá a ser el mismo, desde la identidad canaria explorar musicalmente hacia otro mundo?
-Eso sale natural, no lo busco. Va surgiendo y siempre está el lugar del que vienes.
-Por lo que avanza, no será un 'Lo Puro 2'...
-Espero que no. Habrá gente que lo entenderá como una continuación y otros que lo verán como algo totalmente diferente. Son realidades que la gente escucha y unos entienden una cosa y otro, otra distinta. Espero que no sea una continuación, sino otra cosa.
-Entre 'Memento' y 'Lo Puro' ya hubo un cambio...
- 'Memento' lo compuse cuando era un adolescente, entre los 15 y los 19 años. Y 'Lo Puro' ya fue un paso, con otra edad. Ten en cuenta que soy un músico instrumentista, no canto, pero sí que me interesaba hacer canciones en 'Lo Puro', ver cómo funcionaba trabajar con artistas que no solo tocaran sino que también cantaran. También creo que fue una etapa. No es que ahora solo haga canciones y no más temas instrumentales. Puede que haga cosas instrumentales solas y que aparezcan en el nuevo disco. Lo que busco es que la gente no se sienta conforme con un estilo o una forma de hacer las cosas. Si esperan eso de mí, malo, porque no es lo que voy a hacer.
-Busca divertirse y repetir fórmulas lo considera aburrido...
-Sí, pero siempre se repiten cosas porque es la misma persona la que lo hace. Pero siempre busco divertirme y cuando toque en el escenario, quiero que la gente se lo pase bien y yo también con mis músicos. En mis conciertos la complicidad con los músicos es muy importante. Ellos tocan mi música pero son libres dentro de un guion. Para mí todo consiste en buscar dentro de mí, tratando de ser sincero y procurando hacer buena música. Quiero que cuando la gente la escucha diga que es bonita... pero cuando se siente a estudiarla vean que no es algo tan sencillo como pueda parecer. No quiero hacer música complicada, pero sí que lleve un curro detrás. Hay artistas que, si te sientas a sacar adelante uno de sus temas ... vas a alucinar porque en el fondo es una música profunda, que está muy estudiada. Descubres que hay mucho conocimiento musical detrás como para que se te ocurra esa idea. Para mí es muy importante ser siempre sincero en cada momento y con cada uno de mis discos.
«Si nos apoderamos del timple más allá de lo musical, se acaba convirtiendo en algo político»
-¿Qué tipo de fusiones o estilos van ganando peso dentro del nuevo disco que está componiendo?
-No hay una etiqueta general. Voy a muchos sitios, al folk, al pop... la electrónica la toqué poco en 'Lo Puro', pero la toqué. Es algo que tengo más para el directo, pero puede que dentro de un año tenga más peso. Estoy más por lo puro, por lo orgánico del instrumento, que haya aire y sea todo muy real. Estoy intentando ir un paso más allá.
-¿Cuando se encierra a componer es capaz de aislarse de todo lo que sucede a su alrededor?
-Hay veces que me nutro de cosas que suceden o me suceden. Es un proceso intrínseco y alejado de la realidad. Es como un desvarío en el que estoy obsesionado con la 'movida' que está saliendo en ese instante de mi cabeza.
-También es una vía de escape...
-Sí. Puedes tener un mal día y aprovecharlo para componer pero también puedes aprovechar el haber tenido un buen día . Obviamente, las situaciones del planeta me afectan.
-¿El timple volverá a ser el punto de partida y no la meta en su nuevo álbum?
-Sí. Yo no lo entiendo como el protagonista sino como una parte de la música que hago. Siempre lo digo por ahí... la etiqueta de timplista es algo que no me encanta. Obviamente, toco el timple y le puede parecer muy bien a la gente cómo lo toco, pero mi música es un todo. Para mí es importante que el timple no sea protagonista todo el rato. A veces no lo digo, pero en mis discos también toco la guitarra, hago coros... Pensar en cosas específicas en algunas cuestiones te acorta el rango. Cuando grabo, tengo claro que es música y el timple no siempre va por delante marcándolo todo. El timple es un instrumento polifacético, que tiene un rango increíble y que tiene muchas cosas por hacer. A los timplistas nos queda mucho por recorrer, porque no es un instrumento que esté muerto, siempre y cuando la gente no haga que muera.
-Cuando contacta con los distintos músicos con los que ha colaborado, algunos no conocerán el timple. ¿Se sorprenden al ver las posibilidades que tiene?
-En la primera impresión, sí. Pero ahí se acaba la sorpresa, porque su sonido se parece mucho al charango o al cavaquinho. Quien haya escuchado a Gustavo Santaolalla desde los años 80 metiendo el charango no se va a sorprender al escuchar a Domingo 'El Colorao'. Se sorprenden por la manera de tocarlo, pero el instrumento no sorprende tanto.
-¿Hirahi Afonso es un timplista distinto al resto?
-Es que no soy timplista [ríe]. Quiero ser músico. El timple es un medio de transmisión del conocimiento que yo ofrezco, que es la música. Me preocupo por tocar lo mejor posible y por ir mejorando siempre con el instrumento. No es que no me considere timplista, porque sí que lo soy, pero es verdad que hay un rollo de que los timplistas están siempre entre timplistas. Y hay más cosas fuera del instrumento y no hay que olvidarlo para adaptarlo al timple, de forma natural, sin estar recordando todo el rato que lo tocas. En Canarias tenemos un problema y es que cuando llevas el timple colgado debajo del cuello es como si lucieras la bandera de Canarias. La gente lo va a identificar sobre la marcha y más si eres joven. Cuando simplemente eres alguien que hace música y tocas el timple. Si te apoderas de que tocas el timple más allá de lo musical, y no estoy diciendo que haya gente que lo haga, creo que se acaba convirtiendo en algo político, cuando el instrumento no es político. Es algo que crea la gente, no los que lo tocan. Es un instrumento de música más. Evidentemente, si voy a tocar a Holanda y me ves, igual lloras porque es el timple y eres canario y su sonoridad te lleva a tu tierra. Pero ya está... ¡Y está muy bien que eso pase! Es un tema peliagudo y lo único que te puedo decir es que a veces siento que el instrumento politiza y se convierte en un elemento burocrático cuando no debe ser así. Por eso a veces digo que no a cosas porque no puedo abusar de ser timplista y que me den cosas que también pueden hacer otros que no son timplistas. No valemos más que otros músicos canarios por tocar el timple. Entre los músicos es un instrumento más, pero entre la gente de a pie es mucho más importante.
-Compagina su carrera en solitario con otros proyectos, como por ejemplo junto a Olga Cerpa y Mestisay. Eso también enriquece su creatividad, ¿no?
-Sí. La gran suerte de currar con gente como ellos es tener la oportunidad de pisar mil escenarios, tener tablas, entender cómo funciona la industria desde una perspectiva distinta a la mía pero siendo consciente de la oportunidad que tengo con ellos. Me nutre, pero cada uno tiene su derivación. Olga Cerpa y Manolo González tienen su mentalidad y no por currar con ellos tengo la misma. Eso es súper importante. Ellos son los primeros que me dicen que me haga mi propia película en la cabeza.
«Prefiero no tocar o tocar menos, pero a cambio ser honesto y pagar a mis músicos lo que merecen»
-¿Cuántas veces ha tocado en directo su disco 'Lo Puro' en Las Palmas de Gran Canaria?
-Dos veces en la isla, dos en la ciudad, en el Womad y en las Fiestas Fundacionales de 2023.
-Y eso que fue el álbum que triunfó en los últimos Premios de la Música Canaria. ¿Por qué no lo ha tocado más en directo?
- Estamos en Canarias [suelta una carcajada]. En principio lo voy a tocar otra vez este año y estoy encantado. El no sobre exponerme está bien también. Lo que me sorprende es que parezca que no importa lo que hayas hecho. Yo estoy curado de espanto. Toque lo que toque seguiré haciendo mi música y si me tengo que ir a trabajar al Hiperdino que tenemos en frente para poder vivir [la entrevista se realiza en una terraza de la calle General Bravo de la capital grancanaria], lo voy a hacer. Pero seguiré haciendo mi música.
- Pero esto no solo pasa con usted, también con otros...
-Sí, claro. Hay un proyecto que se llama Mares que te ayuda si vas a tocar a otras islas. Y eso influye en que algunos ayuntamientos en vez de apostar por los de la isla traigan a los artistas de otras islas porque el Gobierno de Canarias paga la mitad del caché y el transporte y les sale más barato. Al final... es que la cultura aquí está como está y quien no lo vea y lo critique tiene dos problemas. Por eso estoy fuera, me desintoxico de la realidad que vivimos en casi todas las islas. Parece que las cosas no van a cambiar y cuando decides luchar y ser sincero... ves que estás solo, porque los demás no lo hacen. Cuando voy a tocar, si no me pagan lo mínimo que creo conveniente, no toco. Y no se me caen los anillos. Está claro que las cosas se ganan sobre el escenario pero a cambio no estoy dispuesto a gastarme el dinero para poder subirme a ese mismo escenario. No toco por ser la cuota canaria. Si lo aceptara estaría haciéndolo mal, porque entraría a formar parte de un juego perverso. Mucha gente aquí va sin cobrar o cobrando una miseria a muchos festivales porque es la única manera de poder tocar delante de 5.000 o 10.000 personas. El músico tiene que ponerse en su sitio. Prefiero no tocar o tocar menos pero ser honesto y pagar a mis músicos lo que se merecen.
- A parte de eso que me describe, otro problema es la ausencia de una apuesta por la autoría en las islas, porque casi todo se lo están comiendo los grupos de versiones...
- Sí, esa es otra. Yo respeto a todo el mundo y por supuesto a los que hacen versiones. Tienen todo el derecho a trabajar. Pero no hay derecho a que les paguen un dinero y tú les pidas lo tuyo y te digan que no porque ellos llenan tocando la música de Marc Anthony por ejemplo, y tú no atraes a tanto público.
-También se confunde mucho a la hora de programar lo amateur con lo profesional...
-Lo que hay es que cuidar todo lo que se pueda el tejido cultural y mantener unos mínimos. Si aceptas tocar en algunos sitios por 150 o 200 euros, después no puedes pedirle a un ayuntamiento que te pague un caché en condiciones. Además, hay que evitar estar sobre-expuesto. Si toco ocho o diez veces en un año en Gran Canaria, ¿cuánta gente me va a ver? El público también se puede acabar cansando de la rueda que se le ofrece porque somos pocos. Tenemos que ser conscientes de eso y saber cuidar al público. Sé que si vengo a tocar al Guiniguada no voy a llenarlo, pero al menos los que vayan igual se animan porque Hirahi hace un año que no toca en directo en la isla...
-Quizás no venda muchas entradas porque se ha acostumbrado al público a los conciertos gratuitos...
-He visto músicos en Canarias pidiendo sobre el escenario que la cultura sea gratis. Entonces, que vayan al supermercado y que le den la compra gratis también. Si somos súper duros y críticos, el problema de la sociedad canaria es que no se ha forjado un criterio. Y eso se construye, pero si los que gobiernan hacen todo lo contrario para defender intereses propios, porque prefieren tener un ganado al que contentan con ponerle los carnavales y un par de cosas más. Lo que hay es que exterminar esa cultura del todo gratis o que sea algo más exclusivo, un par de cosas gratuitas al año, no doscientas.
- Con el panorama que describe, ¿se puede vivir de la música con una apuesta como la suya?
-Sí se puede, pero te cuesta más. A veces vives más y a veces menos, pero soy honesto conmigo y con mi música.
-¿Cómo fue la experiencia de componer junto a Teddy Bautista la música del espectáculo 'Canarii'?
-Muy buena. Trabajar con una persona con esa edad, con tantos conocimientos, que ha trabajado con la gente con la que ha estado... fue un lujo. Además, me trató como un igual, no desde la superioridad a pesar de su experiencia. La parte profesional estuvo muy bien, pero me quedo también con el lado humano. Congeniamos muy bien desde el principio y teníamos muchas cosas parecidas a la hora de trabajar y fue súper sencillo.