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Cuando a los ocho años, Sebastián Gil ingresó en la banda municipal de música de Firgas, su municipio natal, el instrumento que fue a parar a sus manos fue el fliscorno. No por elección propia, sino porque era el que demandaba en aquel momento la formación de este municipio grancanaria. Ahora, convertido en un trompetista de élite y en el director de la Gran Canaria Big Band, este músico grancanario devuelve el protagonismo que habitualmente se le niega a este instrumento con el espectáculo 'Flugelmanía', que se desarrolla el próximo 9 de mayo, a partir de las 19.00 horas, en el Teatro Pérez Galdós de la capital grancanaria.
Sebastián Gil dirige y toca el fliscorno en este montaje que se enmarca dentro del ciclo 'Música y Literatura' del recinto grancanario. Musicalmente no estará solo, ya que en distintos pasajes estará acompañado por el Atlantic Art String Ensemble, por los músicos Óliver Curbelo, Rayko León y Yul Ballesteros y, cómo no, por la Gran Canaria Big Band. Y escénicamente tampoco, ya que 'Flugelmanía' cuenta con un importante aparataje escénico, dirigido por Luis O'Malley y cuenta con el actor Jon Arráez desarrollando el guion.
«Es una oda, un homenaje a este instrumento con el que comencé a tocar cuando era un niño en Firgas y al que tanto cariño le tengo», confiesa Sebastián Gil.
Cuando en el seno de la formación municipal de Firgas comenzó a despuntar gracias a sus cualidades, dio el salto a la trompeta. «Hay que tener en cuenta que el fliscorno no cuenta con una carrera propia en el conservatorio. Siempre está eclipsado por la trompeta», aclara.
«Es un instrumento que siempre ha estado a la sombra de la trompeta, que es mucho más brillante. Chet Baker, por ejemplo, utilizaba la trompeta aunque era fliscordiano. Es un instrumento diferente a la trompeta, la boquilla es distinta. En cuanto al timbre, incluso está más cerca de la trompa, tiene un sonido más aterciopelado, más dulce y melancólico», añade el músico grancanario que este sábado lideró el Firgas Big Band Festival.
El título del espectáculo se inspira en la denominación en inglés del fliscorno, 'Flugelhorn', un instrumento que siempre ha estado en un plano secundario, algo que Sebastián Gil considera injusto debido a las enormes posibilidades que tiene. «Al ser tan secundario, es un instrumento que tiene poca literatura propia, muy pocas piezas escritas para el fliscorno como instrumento solista. De ahí que el repertorio del espectáculo, al igual que el disco, contenga temas rescatados y arreglos de piezas para el fliscorno. Va desde el barroco hasta el jazz», avanza el artista isleño sobre lo que el público disfrutará en el Pérez Galdós mientras alude al álbum que ha grabado también «como una oda al fliscorno», subraya.
Para el espectáculo, Luis O'Malley ha escrito un texto que se desarrolla, avanza Gil, «como un viaje por la historia de este instrumento mientras establece paralelismos con el desarrollo de la humanidad».
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