Rafa Sánchez: «'Lobo-hombre en París' tiene más de tres millones de visitas al mes en las plataformas»
El cantante madrileño, líder de la extinta banda La Unión, abre la temporada del Auditorio Alfredo Kraus el jueves, 11 de septiembre, a las 20.00 horas
Suena una base rítmica de bajo y batería y de repente, Rafa Sánchez canta: «Cae la noche y amanece en París/ En el día en que todo ocurrió/ Como un sueño de loco sin fin/ La fortuna se ha reído de ti/ Jaja, sorprendido espiando/ El lobo escapa aullando/ Y es mordido/ Por el mago del siam...». Así arranca 'Lobo-hombre en París', megaéxito que a mediados de los ochenta catapultó a La Unión a lo más alto de las listas de éxitos de España y medio mundo y que figura ya como un icono en la memoria musical de varias generaciones.
La Unión no fue flor de un día ni un grupo de un solo éxito, pero las cifras no engañan con 'Lobo-hombre en París', como explica por teléfono el propio Rafa Sánchez desde Madrid, que el próximo 11 de septiembre, a partir de las 20.00 horas, abre la temporada del Auditorio Alfredo Kraus de la capital grancanaria con un concierto que se enmarca dentro de la gira denominada 'Sildavia'. «'Lobo-hombre en París' tiene mensualmente más de tres millones de visitas en las plataformas, lo que demuestra que existe una cierta vigencia de ese sonido», asegura.
Comparte la idea de que la música de los años 80 y 90 que emergió en el panorama nacional supera con soltura el paso del tiempo. De ahí que muchos de aquellos grupos sigan siendo modernos, incluso en mayor medida de muchos de los actuales que intentan ajustarse a esa etiqueta. «El sonido de los 80 está sobreviviendo muy bien. También creo que existe una cierta parte del público al que no le gusta mucho la escena actual, donde parece primar la música urbana y el reguetón. Se aferran a aquel sonido que podemos decir que era pop», señala.
La gira actual
En las distintas paradas que componen la gira 'Sildavia', Rafa Sánchez lleva a cabo un «un repaso por las canciones más icónicas de mi carrera con La Unión y alguna que otra de mi etapa en solitario. Cantaré temas como 'Vístete princesa', 'Vampiros' y una nueva versión de 'Más y más'. Son versiones bastante fidedignas en cuanto a las estructuras. Hay un pequeño cambio en el sonido, pero no son versiones alejadas de las originales. Algunas sí que se alejan un poco más, pero otras no tanto. La esencia de la canción está clara y de manera obvia en estos directos. 'El lobo- hombre en París' es una canción que me asombra lo actual que suena. Aunque con ese tema mantenemos el patrón y el tempo original, pero le hemos incluido un arreglo de batería que le ha dado una cierta actualidad», avanza el cantante madrileño.
Sobre el escenario del recinto del paseo de Las Canteras protagonizará una velada acompañado por Ángel Olivares en la batería, Adrián Bartol al bajo, Mario Cea a la guitarra y Fermín Villaescusa en el teclado y comandando la dirección musical.
«He ido de gira con distintos formatos, sobre todo tras la crisis del 2008. Era la manera de sobrevivir porque todo cayó, se redujo el número de músicos en las giras y nos acompañábamos de programaciones. Así sobreviví y pude cruzar el 'charco' hasta América, evitando toda la parafernalia que implica ir con un formato grande. Pero hoy por hoy, la mejor manera de retomar mi carrera en solitario es con una banda clásica, de batería, bajo, guitarra y teclados», subraya. «Estoy encantado con esta banda, con la que llevo ya en solitario cinco años. Somos como una especie de familia. Suena muy compacta y cuando acaban los conciertos vemos que se genera mucha emoción. Es algo que está muy vivo y me encanta la complicidad y el interés que ponemos para que cada día sea mejor y diferente», añade con orgullo.
La importancia del directo
La inconfundible voz de temas como 'Negrita' y 'Vivir al este del Edén' tiene grabado a fuego la importancia del directo, donde los artistas y las bandas tienen que demostrar que su talento no es puro artificio, a la vez que buscan generar complicidad con el público. «El directo me lo tomo muy en serio. Subirte al escenario y hacer el ridículo delante de la gente es algo bastante doloroso. A parte de esa cuestión, me gusta interactuar con el público a partir de lo que les voy contando. Animarles a que pasen una buena noche, donde todo está planteado desde el positivismo. Los mensajes que lanzamos la gente los escucha, los asume y después me suelen dar las gracias. El otro día, tras un concierto, se acercó una niña pequeña, de unos 10 o 11 años, y me dijo el piropo más bonito de toda mi vida: 'Tienes voz de poeta'», rememora con satisfacción, sensación que también le genera ver que congrega en sus actuaciones a un público de distintas generaciones.
«Gracias a los padres viene gente joven de distintas edades, porque durante años les han puesto a sus hijos la música de La Unión. Además, ahora es muy fácil que los jóvenes accedan a toda mi música a través de las plataformas, de ahí las cifras de canciones como 'Lobo-hombre en París'», reitera.
Evolución
Cuando mira atrás para analizar la realidad de la industria musical ve cómo todo ha cambiado a una velocidad de vértigo, sobre todo por el desarrollo tecnológico, tanto en la producción como en el consumo. «El tiempo que duran las canciones y lo que se tarda en hacerlas ha cambiado radicalmente. Creo que en gran parte por los 'home studios'. Cuando estábamos con la Warner éramos muy pocos los que teníamos acceso a aquellos estudios de grabación que te permitían grabar el álbum en un mes. Ahora, con los estudios en casa puedes tardar todo el tiempo que quieras, porque lo importante son las 'librerías' que tengas y tener muy claro a dónde quieres llegar. Ha cambiado radicalmente la forma de hacer y consumir la música», asume.
«Nunca pensé vivir esto a mi edad, ver cómo los sueños y los ideales con la política actual se están cayendo»
Lo que no ha cambiado es la fama y el éxito. Una cuestión que no siempre se digiere bien. No resulta fácil mantener los pies en el suelo y evitar dejarse llevar por la corriente que invita a creerse un dios en la Tierra.
«El éxito va con la personalidad de cada uno. Fue algo casual en nuestro caso. Había sobre nosotros una nube que decía que habíamos sido un grupo fabricado por una compañía. En nuestro segundo álbum intentamos hacer un sonido más duro y oscuro y bajó en ventas y eso nos puso los pies en la tierra. A partir de ahí nos tomamos la carrera de una manera más profesional. Fue un hito muy importante. Siempre fuimos conscientes de que vivíamos de algo que nos encanta. Pasar de ser un estudiante a estar aclamado no es fácil, esa situación nos ocurrió con el primer álbum. Fueron momentos muy intensos en los que las fans, de 14 y 15 años, te aclamaban y tenías problemas constantes con nuestras parejas cada vez que te miraban. Al final lo importante es superar tus propias inseguridades. A medida que me fui volviendo más adulto, de repente, ya pasé a considerarlo como una forma de vida. Soy amable con la gente que se me acerca y también veo amabilidad por parte de ellos», asegura.
Aterrorizado
Rafa Sánchez confiesa que los tiempos convulsos actuales le generan una gran congoja. «Haré alguna mención a lo que estamos viviendo. Nunca pensé que viviría esto a mi edad, ver cómo los sueños y los ideales con la política actual se están cayendo. Estoy aterrorizado, la verdad, y no doy crédito al punto al que hemos llegado, donde se piensa incluso que la democracia es una basura. No me merezco a mi edad vivir esto», se lamenta. «Ahora todo son mentiras, basura, medios de comunicación comprados... Estoy realmente asustado de la dirección que está llevando esto y más tras vivir el 'boom' de libertad de los ochenta. Con la apertura a Europa pensaba que íbamos a transformarnos en ciudadanos europeos y al final lo que hay son reinos de taifas y todos guardando su ropa, con un auge de nacionalismos. Mi idea era más europeísta, pero es que la propia Comunidad Europea se está transformando en un nido de corrupción. Todos los ideales se han caído todos por tierra», asegura quien estrenará próximamente un tema compuesto junto con Fermín Villaescusa, en colaboración con una coral, para conmemorar la tragedia de la DANA de Valencia.
La vertiente compositiva, recnoce, la tiene bastante aparcada. «Estoy componiendo poco, estoy inmerso en la gira y me queda poco tiempo. Tengo un par de canciones a medio hacer, pero es complicado pararse con la cabeza clara en medio de la gira», confiesa.