«Me interesan los músicos que disfrutan tocando»
El norteamericano dirige de nuevo este viernes a la OFGC en un concierto que le sirve también como estreno como director principal invitado
–¿Qué le decidió a aceptar ser director principal invitado de la OFGC?
–Estoy en ese momento de mi vida y de mi carrera en que puedo tomar decisiones. Dejé de ser director titular hace ya cuatro años y empecé a actuar solo como director invitado y no tantas semanas como solía. Estuve una vez aquí con la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria y fue una experiencia maravillosa. No busco trabajar siempre con eso que solemos llamar «las más grandes orquestas». Eso no es interesante para mí. Lo interesante es trabajar con músicos que realmente disfruten haciendo música. Y estaba claro que eso era lo que sucedía aquí. Tuvimos una gran relación en los ensayos previos al concierto, que fue excelente. Y pocos días más tarde tuve una comunicación del maestro Chichon y comenzamos a hablar de que sería maravilloso que pudiese venir más de una semana. Yo dije que sí, que me encantaría, y dimos forma a esta idea de ser principal director invitado durante dos semanas durante varias temporadas. Pero fue algo que tuvo que ver más con la atmósfera, con la actitud de la orquesta. Y se ha demostrado que fue una apreciación correcta, pues en estos primeros días de ensayo esta semana han producido de nuevo esta maravillosa atmósfera haciendo música. Y esto es para mí lo más importante.
–¿Qué tiene pensado aportar desde ese nuevo cargo y cómo lo llevará a cabo?
–Para las próximas temporadas tengo previsto incorporar repertorio que me resulta muy afín pero también quizá un poco diferente para esta orquesta. Evidentemente, traeré múscia americana, compositores consagrados como Gershwin, Barber, o Bernstein, pero también otros más modernos como esta semana, mi esposa Cindy McTee. Estoy también intersado en música de algunos compositores españoles que he dirigido recientemente. Y creo también que es importante que la orquesta apoye a compositores de Gran Canaria, como sucede en otras partes de España.
–¿Qué característica destaca de la OFGC? ¿En qué debe mejorar como orquesta?
–Mi trabajo como director invitado es venir y hacer música. Es un poco como ir a la casa de alguien como invitado durante una o dos semanas. No vas a cambiar la ubicación de los muebles. Vas y buscas el modo de estar a gusto, y no, tras cierto tiempo, digamos, preguntas: «¿Te importaría que cambiase de sitio esta silla?». Yo no he venido a cambiar a la orquesta, sino a expandir su repertorio, lo último que haría es cambiar esta fantástica atmósfera. He hablado mucho con el maestro Chichon acerca de la sonoridad de la orquesta, de cómo sacar lo mejor de los músicos, trabajamos juntos para buscar un equilibrio. Creo que es una buena idea.
–¿Es cierto que tenía ofertas similares de otras orquestas españolas y europeas pero finalmente se decidió por la OFGC?
–Sí, ciertamente es así. Había otras dos orquestas que literalmente esa misma semana me solicitaron también, tras dejar claro el hecho de que ya no voy a ser director titular, ser director invitado. Contesté que ya se vería. Pero de todas ellas, esta de Gran Canaria era una oferta tan interesante, tan diferente, que tuve claro que no quería ir a otro lugar. En este momento la relación que tengo con esta orquesta es la mejor.
–¿Cómo afronta la 'Sinfonía Fantástica' de Berlioz que dirigirá este viernes con la OFGC?
–Siempre con temor, me temo (riendo). Verá, solemos olvidar que Beethoven había muerto hacía tan solo tres años cuando Berlioz componía la 'Fantástica', y sin embargo es un mundo tan diferente al de Beethoven. Nadie como Berlioz tuvo esta visión, esta idea de la música tan individual y única. Intento enfatizar estas diferencias, por ello se escucharán pasajes que quizá puedan parecer un poco exagerados, porque pienso que es lo que él quería, que la música sonase con un toque de locura, de un modo dramático, haciendo cosas como nadie hasta entonces. La idea de las grandes campanas en escena, el 'Dies Irae', el oboe y el corno inglés desde dos lugares en la campiña, el vals con las arpas. Es tan diferente que creo que mi labor es resaltar estos aspectos que la hacen 'fantástica'.
–¿Qué nos puede adelantar del 'Concierto para piano' de Grieg que dirigirá a Olga Kern?
–Todo el mundo conoce este concierto, uno de los grandes hitos del repertorio romántico. Olga y yo hemos trabajado juntos a menudo desde hace quince años. Hemos hecho ciclos completos de los conciertos de Tchaikovsky o Rachmaninov. Creo que es la primera vez que hacemos juntos el 'Concierto' de Grieg. Conozco bien a Olga. Solemos oír esta pieza tocada por pianistas jóvenes, estudiantes incluso, pero es tan diferente cuando los artistas experimentados se acercan a ella y le aportan algo especial.