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La cantautora tinerfeña Elena Saavedra. C7
Elena Saavedra: «A mi generación solo le queda hacer de la crisis una oportunidad»

Elena Saavedra: «A mi generación solo le queda hacer de la crisis una oportunidad»

La cantautora presenta el 3 de marzo su propuesta de guitarra y voz en el ciclo 'Patios Encantados' de la Casa-Museo León y Castillo de Telde

GABRIELA VICENT

Las Palmas de Gran Canaria

Lunes, 27 de febrero 2023, 00:00

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La cantautora tinerfeña Elena Saavedra (Santa Cruz de Tenerife, 1991) lleva enamorando con sus canciones desde 2013. Es una artista inclasificable, con un estilo personal, plagado de recursos con los que, pese a su juventud, se atreve a hacer suyos géneros como la rumba, la samba o el swing, entre otros.

Sus letras enganchan por su facilidad para empatizar con el momento que vivimos, con situaciones con los que todos nos podemos sentir identificados. Pero son sus directos los verdaderos momentos en los que podemos apreciar su empatía el público. Tanto es así, que hay quien dice que cuando termina, «dan ganas de abrazarla». Elena Saavedra presentará en la Casa-Museo León y Castillo de Telde su propuesta más íntima de guitarra y voz el día 3 de marzo, a las 20.00 horas. La entrada es libre y gratuita hasta completar aforo.

Elena pertenece a la nueva hornada de renovación de la canción de autor en Canarias, aunque ella se considera, simplemente, una contadora de historias. «Creo que la música de autor sigue siendo en parte la misma de siempre, claro que se ha diversificado y visibilizado gracias a las herramientas que nos ofrece internet», reflexiona la joven música. «Pero si hay algo que se me viene a la cabeza cuando pienso en música de autor, es música en vivo, disfrutar de una guitarra, una voz y hermosas historias. Esa es la esencia para mí».

Y esa esencia prendió la chispa, como casi la de todos los artistas, en su más tierna infancia. «Desde que tengo uso de razón soñaba con ser cantante, me encantaba escribir y todo lo que tuviera que ver con un escenario», confiesa la joven cantautora tinerfeña.

En ese camino, también se da por supuesta la compañía de la amiga más íntima de una cantautora, su guitarra. «Insistí mucho, hasta que a los doce años conseguí por fin una guitarra para aprender y poder componer esas canciones que me venían rondando la cabeza», recuerda divertida. «Para mí, es imprescindible la guitarra, es como una extensión de mi cuerpo», reconoce Saavedra.

Cuando se trata de ubicar dónde se posiciona en el universo musical actual, la conversación se torna más seria. «En la precariedad, supongo», (ríe). «En realidad, no me puedo quejar mucho, pero esta es una profesión que te tiene que gustar y tienes que tener muy claro hacia dónde vas, cómo y con quién», reconoce con objetividad.

«Creo que he llegado a un punto en el que mucha gente me valora y me reconoce, pero no deja de ser difícil la dinámica para una artista independiente que tiene que encargarse de muchas cosas que no son música; siempre diré que yo, al igual que cualquier otro trabajador, estoy al servicio del público, así que no puedo posicionarme en otro lugar más que en el de clase obrera», afirma la joven cantautora.

En cuanto a su estilo personal, la definición es sencilla, pero, al mismo tiempo, toda una declaración de intenciones. «Yo me lo paso en grande y creo que eso es lo que me define como creadora y también a la hora de subirme al escenario».

La música que compone Elena Saavedra transita entre multitud de influencias étnicas y de raíz, como la bossa nova o la rumba, pero también se atreve a surcar ritmos más urbanos, como el funk o el jazz. «Es precisamente mi incapacidad para decidirme por uno lo que me lleva a tocar tantos palos», se explica la cantante. «Me encanta experimentar y escuchar música muy variopinta, ¡la inspiración está por todas partes!».

Además, se enorgullece de tener una carrera autogestionada, a pesar de las renuncias que haya tenido que hacer a lo largo de su trayectoria profesional. «Creo que ha sido fácil, desde el punto de vista de que no tenía nada que perder», se reivindica y resta mérito Elena. «Como toda mi generación, he perdido la cuenta de las crisis que hemos vivido y la precariedad a la que estamos expuestas. Al final, a mi generación sólo nos ha quedado el camino de ver el lado positivo y hacer de la crisis una oportunidad».

Su último disco editado hasta la fecha es 'Mi calma' (2021), un proyecto que conecta con la soledad que vivimos en un mundo tecnológico y deshumanizado. Es un proceso sobre el que reflexionó antes de la pandemia, aunque se materializó después de vivir esa experiencia. «En realidad, es un proceso personal en el que me doy cuenta precisamente de que no estoy sola, de que hay un enfoque hacia lo social y hacia lo personal que se entremezcla por aquello de que todo lo personal es político», analiza la autora. «Realmente, fue creado justo antes de la pandemia», aclara, «y, cuando llegó la cuarentena, el disco quedó en el estudio, a la espera de que pudiéramos volvernos a reunir y trabajar en él».

«Las redes sociales son una herramienta fantástica, pero soy más del boca a oreja»

Elena Saavedra utiliza las redes sociales como medio habitual para promocionar su trabajo. Sin embargo, asegura que no se deja atrapar por la tela de araña virtual en su día día. «Claro, las redes son una herramienta fantástica, pero creo que le damos demasiada importancia al número de seguidores y esas cosas; por suerte, sigue funcionando el boca a oreja y yo soy más de esto último».

Y ese boca-oreja, comenzó a gestarse en la barra de los bares donde Elena Saavedra comenzó a dedicarse profesionalmente a la música, llegando a vivir la experiencia incluso en París. «Bueno, realmente aún canto en bares y, cada vez que puedo, viajo a algún lugar con la excusa de que voy a cantar», confiesa. «Es muy bonita la red de apoyo que se crea entre artistas, precisamente porque es muy costosa esta profesión y, sin esos apoyos, sería imposible para muchas, decidirnos a emprender ciertas aventuras».

Pero, vivir, viajar y disfrutar de la música, ¿es un camino tan difícil como parece? «Sarna con gusto no pica», responde rauda Elena. «Yo creo que todo depende de las expectativas que tengas, yo no pretendo ser súper famosa, con poder dedicarme a esto soy feliz», sentencia la joven.

Por último, en lo que se refiere a sus nuevos proyectos, Elena Saavedra se vuelve casi una tumba. «Bueno, no puedo contar mucho, pero sí aviso que no va a parecerse mucho a 'Mi calma'. Me estoy enfocando en viajar más y hacer más colaboraciones con artistas que admiro, seguir aprendiendo y disfrutando», puntualiza y concluye la joven artista.

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