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El ingente trabajo de recuperación y digitalización del rico archivo musical de la Catedral de Canarias, erigida en la plaza de Santa Ana de la capital grancanaria, cobra cuerpo ahora en una dimensión desconocida. Este lunes y martes se culminó la grabación del segundo disco que integrará un doble álbum que verá la luz de la mano del sello alemán Neos, con piezas históricas compuestas en la capilla de la Catedral de Las Palmas por Diego Durón (Brihuega, 1653-Las Palmas de Gran Canaria, 1731) y Joaquín García (Anna, Valencia, 1710-Las Palmas de Gran Canaria, 1779).
Este proyecto, impulsado por el Taller Lírico de Canarias, que fue también el promotor de la digitalización de estos históricos fondos musicales, incluye un primer disco, grabado hace unos años, con villancicos de la época, compuestos por Diego Durón y Joaquín García. Se distribuirá en conjunto con un segundo disco que incluye una misa y un magnificat de Joaquín García, compositor y maestro de la capilla de la Catedral de Santa Ana en el siglo XVIII.
«Hasta ahora se habían hecho grabaciones puntuales de algunas piezas, pero esta es la primera que se lleva a cabo con un sello, como es el alemán Neos, que contará con una distribución nacional e internacional. Con suerte, el doble cd verá la luz a final de año», apunta Gonzalo Angulo, máximo responsable del Taller Lírico de Canarias.
La soprano Isabel Álvarez, que encabeza el conjunto vocal para esta grabación y que es una gran especialista en música antigua, destaca que estos villancicos rescatados del archivo catedralicio incluye algunos profano y el eje central de los mismos, compuestos por Durán y por García, son «sobre cantos de pájaros».
El otro cd, que se ha grabado estos días está protagonizado en exclusiva por el compositor Joaquín García. «Su obra, catalogada por Lola de la Torre Trujillo consta de 569 obras en el archivo de la Catedral. Hemos seleccionado tres misas y dos magnificats, de las que finalmente hemos grabado una y una. Son las dos que están completas. A las otras les faltan algunas partes, están incompletas», apunta Vicent Bru, organista y responsable de las transcripciones que se han grabado este lunes y martes en Vegueta.
Ambos reconocen que en las partituras de aquella época es habitual toparse con pasajes perdidos o que están muy deteriorados como para que su lectura y comprensión sea posible. «A veces se nota la mano del transcriptor, que no tenía por qué saber música. Hay errores que vamos corrigiendo sobre la marcha, porque vemos que hay cosas que no encajan, por una cuestión de lógica musical. Es muy habitual que esto suceda», explica Bru.
Isabel Álvarez dirige la parte artística y ha supervisado los textos. «Están escritos a la canaria y así los estamos haciendo. Es decir, no lo cantaban como un latín a la italiana, sino con influencias del acento en la pronunciación, tal y como se refleja en los textos», explica la soprano.
El equipo se completa con el guitarrista grancanario Carlos Oramas, que supervisa todos los aspectos musicales para gestionar después la mezcla definitiva, y con Antonio Miranda al frente del equipo técnico.
Desde un punto de vista musical, Isabel Álvarez considera que estas composiciones recuperadas del archivo de la Catedral de Canarias tienen mucho valor. «Son muy interesantes. En algunas cosas son obras muy avanzadas. Como compositores asumían algunos riesgos», apunta la artista. «Están un poco entre lo nuevo y lo anterior, entre el siglo XVII y XVIII. El aislamiento de la isla seguramente influyó también un poco, aunque Joaquín García vino de Valencia y sabía lo que funcionaba en aquella época», añade Vicent Bru.
Los dos músicos reconocen que no se tiene constancia por escrito sobre el uso que se le daba a las composiciones musicales que se gestaban en la capilla catedralicia en aquellos siglos. «Se supone que se escribían para tocarlas. Pero no se sabe a ciencia cierta. Estaban todo el día escribiendo para algo, evidentemente. Para nosotros, que se escriba una composición es algo especial, pero para ellos no. Les encargaban piezas para tocar de formar habitual», señala Isabel Álvarez.
Las dos obras seleccionadas para la grabación ejecutada esta semana son una misa a ocho voces, con tres sopranos, alto, dos tenores y dos bajos con órgano y bajo continuo, así como un magnificat a ocho voces para tres sopranos, dos altos, dos tenores, bajo y violín con órgano y bajo continuo.
Desde un punto instrumental se ha respetado lo dispuesto por Joaquín García: violín y violonchelo, órgano y arpa para la realización del bajo continuo.
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