Una feliz iniciativa del Festival de Música de Canarias secundada por los auditorios de Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria ha ... conseguido que la gira navideña de la orquesta francesa Les Musiciens du Louvre y su director, Marc Minkowski, termine cálidamente en tierra canaria; con gran alegría de toda la troupe, que tras soportar los fríos de Baden Baden (Festspielhaus) fueron descendiendo hacia el sur pasando por Barcelona (Gran Teatre del Liceu), Valencia (Palau de la Música) y Sevilla (Teatro de la Maestranza) antes de aterrizar en las islas, que les recibió con días soleados y temperaturas primaverales.
La obra a interpretar es la conocida y popular opereta 'Die Fledermaus' ('El Murciélago'), estrenada en 1874 y toda una tradición en Viena y en otras partes del mundo en los últimos días de diciembre, desde que nada menos que Gustav Mahler la programara en la ópera vienesa. Sería Offenbach, el rey de la opereta francesa, quien empujara al austriaco a escribir música escénica e introducir sus aires vieneses en la partitura, creando así junto a otros autores de esa musical capital un estilo, la opereta vienesa, de la cual esta obra es representativa a la vez que paradigma reconocido. Justo es señalar la ayuda decidida de la esposa del compositor, Hetty Treffz, a que la pieza haya sobrevivido y podamos conocerla tal y como se creó, pese a los múltiples contratiempos y censuras que sufrió el libreto de Carl Haffner y Richard Genée.
Fue Johann Strauss II (1825-1899) fiel continuador de la línea trazada por su ya entonces reputado padre, del mismo nombre. Admirado por músicos como Johannes Brahms y Richard Wagner, alcanzaría en vida una fama y un éxito mundial que aún perdura y se conmemora, cada primero de enero, en manos de los filarmónicos de Viena y el afamado director de turno, que en 2025 recae por séptima ocasión en Ricardo Mutti. En una de las grabaciones que acompañan este año a la retrasmisión del concierto, un grupo de seis fagotistas del conjunto filarmónico vienes tocan una virtuosa e inusual versión de la famosa y bella obertura de El Murciélago, firmada por Leonard Eröd, que seguramente habrá agradado a Minkovski, fagotista de formación.
En lo que respecta al concierto en el Alfredo Kraus, con notable entrada sin llegar al lleno, asistimos sin duda a uno de los mejores conciertos del año. Orquesta, director, coro y solistas demostraron conocimiento de la partitura y el estilo necesario para poner en escena tan chispeante, dinámica y coral obra, en la que no desmereció ninguno de los intervinientes. La semiescenificación realizada, con apenas vestuario y algo de atrezzo, funcionó bien y dieron dinamismo a las acciones relatadas, que con el apoyo de los subtítulos, hicieron conocer al público el desarrollo de la acción y las partes dialogadas. La versión de Minkowski, que interactúa con los protagonistas, estuvo trufada para la ocasión con algunas frases en español y del ofrecimiento por el propio director, de una botellita de «ron miel de Canarias» al borracho carcelero de la trama. El numeroso reparto de cantantes, excelentes todos ellos, manifestó un saber estar en escena y una proyección vocal que nos permitió escucharles en todo momento con claridad, igual y afortunadamente gozó del nivel técnico, en ocasiones virtuoso, que requiere la partitura, y en el plano actoral, nos hizo suspirar por verla representada por este equipo en nuestro teatro Pérez Galdós.
La orquesta sonó redonda, conjuntada, compacta y afinada, llena de matices y con el nivel sonoro que requería cada situación escénica. Resolvieron con solvencia los pasajes más comprometidos de la obertura, y a pesar de ser algo cortos los efectivos de la cuerda, sonaron con presencia y calidad magnífica; entre ellos, varios españoles: Javier López (viola), Diego Pérez y Elisa Joglar (violonchelos) y el coordinador artístico y solista de segundos violines Pablo Gutiérrez. Justo es nombrar también a la franco-catalana Catherine Puig (viola) y a la franco-hispana Sandrine Buendía, miembro del reparto vocal (Ida).
Minkowski conoce profundamente la partitura, la dirigió representada en la Opéra Comique de París en 2014 y en el Teatro Real de Madrid en 2023, por citar algunos de sus acercamientos a la obra. En el Kraus, la dirección del reconocido maestro fue en todo término muy acertada, eficaz y brillante en lo musical, con tempos ligeros ya desde la conocida y popular obertura, y atención exquisita a los cantantes en los concertantes, dúos, tríos y momentos de conjunto que jalonan la obra. No decayó ni un instante el transcurrir festivo y mordaz de la obra y fueron deliciosos los momentos más sosegados y amorosos. Minkowski eligió unir el primer y gran parte del segundo acto antes de la pausa, al comienzo de éste último entró el coro tinerfeño, que ya no abandonaría el escenario hasta el final de la obra, y que estuvo al nivel exigido con limpias y acertadas intervenciones en el Entreacto y Finale tanto del segundo como del tercer acto.
Tras la pausa, resolvió Minkowski habilidosamente los números de ballet de mitad del segundo acto, eliminando algunas de las danzas e incorporando, con algún diálogo, citas musicales del propio Strauss (el comienzo del vals del Bello Danubio Azul y la polka rápida Truenos y relámpagos), Mozart (La Flauta Mágica) y Puccini (Tosca). El tercer acto brilló gracias a la solvencia de todos los actuantes y con un apoteósico Finale que puso al público de pie con atronadores aplausos y ¡Bravos! que persistieron durante los saludos individuales, siendo justamente los más ovacionados el trio protagonista: Huw Montague Rendall (Eisenstein) y Iulia María Dan (Rosalinda), estupendos en el 'dúo del reloj' y durante toda la obra, y la pizpireta y excelente cantante y actriz Alina Wunderling (Adele). El maestro Minkowski fue recibido con entusiasmo y aprovechó para desearnos un feliz año a los presentes; finalmente toda la compañía se asomó a saludar a la visera del escenario, en improvisada mezcla, mientras seguían los merecidos aplausos a todos ellos y a tan buen espectáculo.
Quiero terminar esta crónica citando al autor de las notas al programa, Sebastián León: «En este año que se nos va, se cumplen 150 años de su estreno y 125 del fallecimiento de su creador. Strauss, hijo, elevó la mal llamada 'música ligera' a una altura incomparable. Elegante de forma, encantadoramente melódica, viva, fresca y al mismo tiempo sencilla y fina de ritmo y armonía, que no sólo arrebata al público en general, sino que gana admiradores entre los más exigentes melómanos. Música para amar la vida».
Ficha
'Die Fledermau's ('El Murciélago') de Johann Strauss (hijo).
Versión de concierto semiescenificada
Les Musiciens du Louvre.
Coro. Coro Ópera de Tenerife Intermezzo y solistas vocales. Director del coro. Miguel Ángel Arqued.
Dirección musical. Marc Minkowski.
Lugar. Auditorio Alfredo Krauss. Lunes, 30 de diciembre de 2024. Concierto extraordinario del Festival de Música de Canarias.
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