Lucas y Arthur Jussen, pianistas
«En los conciertos, me adapto a Lucas cada segundo y Lucas lo hace conmigo»Los hermanos Jussen tocan este miércoles, a las 19.00 horas, en el Paraninfo de la ULPGC, dentro de la temporada de la Sociedad Filarmónica
Los hermanos holandeses Arthur y Lucas Jussen son uno de los dúos pianísticos del momento. Este miércoles, a partir de las 19.00 horas, en el Paraninfo de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) protagonizan un concierto a cuatro manos dentro de la temporada de la Sociedad Filarmónica y de las celebraciones de las Fiestas Fundacionales de la ciudad. Primero abordarán tres piezas breves de Bach, a la que seguirán 'Fantasía en Fa menor para piano a cuatro manos, D. 940', de Schubert; 'La Valse. Poème chorégraphique', de Ravel adaptada a dos pianos; y versión para estos dos instrumentos de 'La Consagración de la primavera', de Stravinski. Los dos artistas se alternan a la hora de responder las preguntas que se les remitieron.
-¿Qué nos pueden avanzar de las tres piezas previstas para su concierto dentro de la temporada de la Sociedad Filarmónica de Las Palmas de los compositores Bach, Schubert, Ravel y Stravinsky?
-Puedo decir que es un programa muy diverso y que nos gusta plantear que no haya solo un estilo. Empezar con Bach es muy bueno, porque Bach es la base para todo músico y el principio de la música que vino después. Es música bonita y que siempre impresiona. Nos da sonido para crear una atmósfera. De Schubert tocamos 'La Fantasía', que es una obra maestra que compuso el último año de su vida. Estaba muy enfermo, tenía 31 años cuando murió y fue muy trágico, pero escribió esta obra maestra que es una de las más bellas para piano y para repertorios duales. Si no es la mejor, está en el top 3. Después tocamos 'La Vasle' de Ravel, que es icónica, que empieza divertida y acaba en caos, como reflejo de la época en la que se compuso, la Primera Guerra Mundial. Puede parecer naif, pero es muy dramática. Después de la pausa tocamos el ritual de 'La Consagración de la Primavera' de Stravinsky, que es la pieza más importante del siglo XX. Es una experiencia escucharla en vivo y espero que la audiencia lo disfrute.
«El repertorio de piano a cuatro manos no es tan amplio, pero hay grandes piezas, más de lo que mucha gente cree»
-¿Cómo han sido capaces de alcanzar el nivel de sincronía que exhiben en cada concierto? ¿Se trabaja previamente o también es fruto de una conexión natural entre ambos?
-Creo que la respuesta fácil y más aburrida es que tocamos mucho juntos. Como crecimos juntos hemos practicado mucho y sabemos muy bien cómo cada uno toca. Creo que hay un poco de conexión natural porque somos hermanos, pero especialmente porque tocamos juntos durante mucho tiempo. Cuando tocas algo cien veces, en la noventa ya sabes cuando la persona va a entrar con las notas y eso es lo que nos pasa. Podría darte una respuesta romántica de que somos hermanos, pero creo que nos pasa porque tocamos mucho tiempo juntos.
-¿En todo momento tuvieron claro lo de emprender una carrera conjunta o se plantearon ir cada uno por su sitio?
-No lo hemos pensado. En un principio tocábamos el piano porque nos gustaba la música y porque tocar juntos nos gustaba mucho. Desde el principio tocamos juntos. El dúo estaba ahí y era natural y cuando tuvimos una carrera vimos que teníamos mucha confianza, tanto dentro como fuera del escenario. Además, nos aporta compañía en este mundo donde se suele estar solo en los viajes y en los hoteles. Estoy feliz de compartir mi carrera con Lucas.
-¿El repertorio para conciertos con dos pianos es amplio o lo enriquecen con arreglos propios y contemporáneos?
-Obviamente el repertorio de piano a cuatro manos no es tan amplio como para un solo piano. Pero aún así hay grandes piezas, más de lo que mucha gente se cree. Hay muchas piezas muy buenas y muy bien escritas, pero como no se han grabado, la gente piensa que no son tan buenas. Hemos notado que cuando tocamos piezas para cuatro manos y escuchamos una grabación para hacernos una idea, en ocasiones nos da la impresión de que no es música tan buena. A veces es que no se han grabado o tocado bien, lo que nos da espacio para mejorar piezas ya escritas. Intentamos incluir en nuestro repertorio música clásica moderna y en eso hay que tener un poco de suerte. A veces las piezas no son tan buenas, pero generalmente hemos tenido suerte. Las tocamos para que tenga futuro.
-Desde un punto de vista musical, ¿siempre comparten las mismas ideas? ¿Cuando tienen ideas musicales distintas, cómo logran un consenso? ¿Recurren a una tercera persona o uno de ustedes suele ser el que se impone?
-Primero, es muy bueno tener varios puntos de vista. El secreto es siempre adaptarse al otro. En los conciertos yo me adapto a Lucas durante cada segundo y Lucas hace lo mismo. Así logras estar en el medio de ambos y hacer música que fluye y que no aburre. Por ejemplo, cuando Lucas acabó el instituto se fue a estudiar a los Estados Unidos. Cambió de profesor y en un momento dado se pensó que era malo para el dúo, porque no nos estábamos desarrollando a la vez. Pero fue la fase más importante, porque ambos evolucionamos y cuando nos reencontramos había ideas y cosas nuevas. Siempre que queremos tocar junto esas ideas surten efecto.
-¿Nos pueden avanzar cuál será su próximo disco?
-Sí. El año pasado grabamos algo nuevo. Un álbum de tres partes. La primero era la parte francesa, la segunda, música barroca con corales y Bach, y la tercera era con música escandinava. Lo sacaremos en CD y en vinilo. No tenemos sello discográfico pero vemos en el mercado que la gente vuelve al vinilo. Las dos primeras partes han salido y la escandinava saldrá al final de año. Es una forma nueva de distribución de la música. Solíamos hacer discos de una hora o de hora y cuarto que son largos sobre una sola obra o compositor. Con este álbum, dividido en tres partes y varios estilos, aportamos más variedad. Las piezas son más cortas. Este álbum es un experimento, pero de momento tenemos respuestas positivas y eso nos pone muy contentos.
-Ustedes son jóvenes. ¿Cómo puede la música clásica atraer la atención de los jóvenes ante la enorme oferta musical y cultural que tienen a su disposición en el siglo XXI?
-Buena pregunta y sé que muchos promotores luchan para atraer al público joven. Tenemos la suerte de tener en nuestros conciertos a gente joven, mayor, rica, pobre, de todas las razas... Es un reflejo de nuestra sociedad. No sé cómo lo hacemos, pero creo que refleja lo que somos. Somos chicos jóvenes y normales que tocamos el piano lo mejor que podemos. Trabajamos duro, pero al final somos chicos normales y tenemos muchos intereses. También nos gustan los deportes y otras cosas. Cuando hablamos con la gente nos interesa saber qué hacen. Hablamos de sus intereses y les escuchamos. Acortamos las distancias con el público y así empatizamos más.