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Canarias es un archipiélago de ocho islas, si se incluye La Graciosa, que se encuentra en medio del océano Atlántico y que durante siglos ha sido un puente tricontinental. Pero más allá de esta definición elemental, ¿qué es Canarias?, ¿qué significa y representa para los canarios y para los que la visitan?, ¿existe una Canarias única o es la suma de islas con sus propias peculiaridades? Se trata de preguntas con respuestas variadas, según las distintas perspectivas y concepciones de una misma realidad. También son cuestiones sin respuestas, lo que genera un territorio abonado para las creaciones artísticas que se alejan del panfleto y apuestan por generar sensaciones y reflexiones más allá de la estética y del entretenimiento vacuo. Dentro de ese rango se puede enclavar 'Canarii. País adentro', montaje de música, danza y videocreación que se estrenará en el Teatro Cuyás de la capital grancanaria los días 17, 18 y 19 de noviembre, siempre a partir de las 19.30 horas.
La dirección la asumen el músico grancanario Manuel González -del grupo Olga Cerpa y Mestisay- y el bailarín y coreógrafo tinerfeño Daniel Abreu. El segundo trabaja desde hace días en el edificio Miller de la capital grancanaria, en el parque de Santa Catalina, con el cuerpo de baile que dará vida a la coreografía que él mismo ha creado a partir de la música compuesta casi en su totalidad por Teddy Bautista e Hirahi Afonso, a la que se suman algunos temas de Manuel González, Olga Cerpa, Félix Morales y arreglos para el coro de voces búlgaras que ha realizado Yónatan Sánchez Santiánez.
«La propuesta vino de Manuel González. Me llamó para hacer un trabajo que tuviera que ver con la historia de Canarias. Teníamos la dificultad de qué historia íbamos a contar de Canarias. En una de las reuniones previas surgió el concepto que me parece fantástico, lo geográfico. A partir de la geografía podemos introducir elementos que tienen que ver con la tradición y el folclore, ya que existe mucha variedad de entender, relacionarse y hablar. Nos diferencia pero aluden todos a la mismo, a la identidad», explica Daniel Abreu durante un descanso en unos ensayos de danza contemporánea que se desarrollarán durante un total de cinco semanas.
El Premio Nacional de Danza 2014 en la categoría de creación reconoce que a nivel coreográfico, 'Canarii. País adentro' está en pleno «proceso» constructivo y «tocando cosas que tienen que ver con la tradición». «No solo se trata de la tradición canaria, sino de la del individuo. Eso es lo que estamos tocando ahora y poniendo sobre la mesa en los ensayos», subraya Abreu.
Que hable de tradición no significa que el montaje sea tradicional. Todo lo contrario. «No vamos a hacer lo que hacen los grupos folclóricos. Ellos lo hacen maravillosamente bien. El lenguaje que usamos viene por otros registros, no sé si llamarlos contemporáneos o actuales. Nuestros cuerpos se mueven en muchas direcciones. Presentan y cuentan cosas, aunque la tradición también está en nosotros. Por ejemplo, hemos estado con Carlos, del grupo Añate, y hemos visto que muchas de las maneras de moverse de ellos están en las danzas contemporáneas y de calle. Ha sido una sorpresa poder verlo desde dentro», explica este reputado artista de danza contemporánea.
Daniel Abreu trabaja estos días con unos bailarines que fueron elegidos tras un proceso de selección «algo accidentado», como él mismo reconoce. «Hicimos una audición. Mandaban su material previamente y si los seleccionábamos acudían a la prueba. Fue accidentado porque en la fecha en la que se convocó hubo una gran tormenta en la isla. Yo no pude volar desde Madrid. El equipo de producción preparó la audición por 'streaming'. El objetivo era crear un equipo que funcionara. Los que elegimos bailan maravilloso. Muchos de los que no están también bailaban de forma bellísima, pero hay muchas cosas que entran en juego. El tú a tú humano es clave. Hubo que confiar en las hadas y estuvieron de nuestra parte totalmente», subraya el artista canario.
Quienes trabajan estos días los pasos que darán vida a la coreografía de 'Canarii. País adentro' son: Cristian González, Rosanna Freda, Dácil González, Abián Hernández, Alexa Moya, Cora Panizza y Nuhacet Guerra. Les acompañan en los ensayos unos bailarines emergentes, fruto de unas becas acordadas entre los responsables del montaje con la Fundación Disa. Se trata de: Ainhoa Jiménez, Nauzet Castellano, Fernando Luque y Violeta Vargas.
Repiten una y otra vez un breve pasaje coreográfico mientras suena en Miller la grabación musical de 'Canarii. País adentro', los bailarines y Daniel Abreu comentan detalles, llevan a cabo un diálogo de igual a igual para pulir movimientos y alcanzar un punto final satisfactorio en común. No se trata de un proceso asambleario, pero sí de una dirección abierta a sugerencias y que valora el proceso creativo 'in situ'. «Los intérpretes son unos creadores más y aportan muchísimo material. Trabajo con unas ideas que tengo muy claras y que quiero que aparezcan en determinados momentos. Pero quienes les van a dar vida son los bailarines y por eso hay un diálogo continuo. Están creando y proponiendo constantemente, aunque detrás haya una estructura clara. Llevo tiempo con la escucha de la música, con unas ideas que son muy importantes, al menos para mí y que definen una mirada. Después ya entrará la parte de dirección de Manuel González e igual nos lo tira todo abajo», bromea Daniel Abreu.
El coreógrafo y bailarín reconoce que la composición musical le vino dada. «Cuando en una creación como esta hay varios creadores, tiene que haber algún conector que los traduzcan, porque a veces no hablamos el mismo idioma. Por el momento, la cosa está fluyendo muy bien. Y no es fácil conseguirlo en algo con tanta envergadura», destaca. Y es que tiene claro que se trata de una propuesta poco habitual por su formato y por los objetivos que se ha trazado. «Creo que va a ser un espectáculo bastante ambicioso, aunque esa palabra no me guste. Se ha creado con mucho amor y con ganas para que tenga proyección y perdure en el tiempo. Contiene elementos muy buenos a todos los niveles. No se trata solo de un trabajo artístico, en las creaciones hay algo muy importante como es la voluntad de todos, algo que tiene que ver con lo personal. Hay que hacer un trabajo y sentirse bien, comprender quién está a tu lado, acompañarle y evolucionar para mejor», sentencia.
La bailarina italiana Cora Panizza asegura que el proyecto está siendo «un sueño». «El equipo es increíble y el maestro [alude a Daniel Abreu] también es increíble. Soy italiana, también hay una bailarina catalana y nos hemos dado cuenta de que la tradición llega desde el mismo lugar, de la tierra, del contacto, de la emoción y del amor», añade.
El canario Nuhacet Guerra destaca que este proyecto le ha permitido «volver a casa», tras años de bailar fuera. «Es un disfrute, me ha permitido retomar el contacto en mi idioma. Está siendo durísimo, pero lo estoy disfrutando muchísimo», destaca sobre la exigencia física y técnica.
La coreografía de 'Canarii. País adentro' es sugerente, incluso onírica y está repleta de símbolos que unos espectadores verán y otros no. Nada que la danza contemporánea no haya explorado antes. «Cualquier creación artística tiene que estar llena de sentidos, de direcciones claras en las que cada uno ponga su significado. Eso no quiere decir que no haya cosas que tengan un significado para nosotros. Pero no suelo hablar de lo que significan para mí, porque no es relevante. Tiene importancia que lo que se hace tenga un camino claro y que los implicados lo recorran. A la creación contemporánea se la tacha de falta de significado. No es así. Tiene mucho sentido y el público es una parte más de la obra, es quien le da el verdadero valor. El espectáculo tiene que basarse en la emoción y para que te emociones tiene que tener cosas que 'te toquen' y hay que ser sensible para recogerlas», dice Abreu.
En el tramo final de este espectáculo del montaje, el desarrollo, el cosmopolitismo y la transformación de la capital grancanaria en motor del archipiélago a través del puerto ganan mucho peso. «Al caminar por sus calles se percibe que las culturas están mezcladas mucho antes que en el resto del territorio español. Una convivencia que no sorprende a sus habitantes y que tiene que estar en el espectáculo, desde el desarrollo turístico de los años 60 y 70 hasta la mezcla con África, India, América... siempre ha sido un puente entre culturas», subraya el artista isleño.
Las piezas de este cóctel creativo se ajustan y cobran forma estos días. Sobre el escenario del Cuyás y en la gira posterior que se tiene en mente, en las islas y fuera del archipiélago, se incluyen también las voces de Teddy Bautista y Olga Cerpa cantando en directo, arropadas por unos bailarines que sudan la gota gorda estos días en Miller.
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