Calamaro la monta en Colombia: abandona su concierto tras ser abucheado por su defensa de la tauromaquia
«Están cancelados y bloqueados. Hasta nunca», afirmó el argentino tras ver que el público criticaba sus palabras y su improvisados pases con una chaqueta roja, imitando a un torero
El cantante argentino Andrés Calamaro ha recuperado por unas horas la resonancia mediática a nivel internacional, aunque en esta ocasión ha sido por un surrealista desencuentro con sus seguidores en el concierto que celebró en la ciudad colombiana de Cali.
De hecho, el artista sudamericano se convirtió en tendencia en las redes y en los medios convencionales después de que, en el propio Arena Cañaveralejo -hasta hace poco una plaza de toros que reconvirtió sus usos, debido a la prohibición de este tipo de espectáculos en Colombia- quiso aprovechar la coyuntura para dedicar una de sus canciones más conocidas, 'Flaca', a la tauromaquia.
Para empezar, Calamaro realizó unos lances con una chaqueta roja, algo que provocó los primeros comentarios de desaprobación entre los asistentes. Pero a continuación, el argentino se animó a un pequeño discurso que destapó la caja de pandora, brindando el tema «a todos los toreros, ganaderos, banderilleros y aficionados que se quedan sin lugar porque votaron por eso: dejarlos en la calle».
Los fans en su gran mayoría comenzaron a abuchearle, y aunque el cantante parecía arrancar con normalidad la pieza, lo cierto es que apenas aguantó unos segundos y se volvió a dirigir al público con dos frases sentenciosas: «Lo siento, están cancelados y bloqueados: ¡Hasta nunca!».
Lo curioso es que, mientras se marchaba del escenario, sus músicos siguieron interpretando la parte instrumental, mientras los espectadores se mostraban estupefactos con lo ocurrido.
Tras formar parte de grupos como Los Abuelos de la Nada y Los Rodríguez -con quienes alcanzó la fama mundial-, Calamaro lleva varias décadas cantando en solitario, destilando sus opiniones sin filtro así como su apoyo a ciertos temas que no dejan indiferentes a propios y extraños, como es el caso de la tauromaquia, que incluso defiende en las letras de sus canciones.
